lunes, 28 de junio de 2010

Trialeras en la Jarosa

(esta entrada se actualizará con nuevas descripciones de la zona)



La Jarosa y su embalse es una zona de excepcional belleza (me repito, lo sé) que está a penas a unos kilómetros de la A6 a la altura de Guadarrama (en dir. al Valle de los Caídos, para que la situemos). Las cimas que la coronan con su característica forma de concha son la continuación de la Sierra de Guadarrama desde el pto. del León (conocido como el de Los Leones) y suponen el límite Oeste de Madrid con Ávila. Sus poco pretenciosos nombres (Cerro de la Salamanca, Risco Polanco) esconden una de las zonas con mejores vistas del Valle de los Caídos, del valle de Peguerinos, conocido con el de los Pinares Llanos, y del propio valle de La Jarosa. Al Este nuestra vista se posará de forma grata sobre un horizonte en el destacan las torres de Madrid y a media distancia el embalse de Valmayor.

Junto con el de Cercedilla, en este valle se esconden algunos de los mejores senderos técnicos para practicar BTT endurero, con unas bajadas trialeras muy mantenidas en dificultad, pobladas de las características piedras graníticas del Sistema Central: rugosas y angulosas, a las que la rueda se agarra con nobleza mientras no se volteen.

Aquí se propone en una ruta que no es fácil en cuanto a dificultad técnica, que nos permite enlazar una selección de las mejores trialeras de la zona, aunque las de su parte baja son muy fáciles.

La actividad en datos
* Distancia: depende del trazado, ver los traks
* Desnivel: 800m aprox.
* Dificultad: Media/alta
* Agua: no
* Traks GPS: La ruta la tenemos en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=999692, y las alternativas en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=150436






Tramo1: Subida a la carretera de Peguerinos y por ella hasta el col. de la Mina o de la Cierva.
Partimos del aparcamiento (área de tierra, no esperes más) que está junto al “chiringuito”) y bordeamos el embalse hasta el dique, de donde sale la carretera/pista de subida. Tras pasar la barrera estamos en una zona restringida a los vehículos de motor. Por esta pista, sin apenas descanso, ganaremos altura con alguna rampa del 12%. El camino es más o menos evidente, aunque hay varias alternativas. Si tenemos duda, siempre pa’rriba!!!.
Llegados a la carretera giramos a la izq. y seguimos subiendo, ahora más cómodamente.















Tramo2: Senda de subida al Cerro de la Salamanca
Pedregosa pero noble, esta senda nos quitará el resuello mientras nos incita a seguir subiendo entre pinos. No es muy larga y enseguida aparece el ref. de la Salamanca a nuestra izq. arriba y nos regala las vistas sobre Cueva Valiente, el valle de los Pinares Llanos, la cruz del Valle de los Caidos, etc.









Tramo3: Bajada por el cordal. Trialera 1
Al principio resulta un camino imposible. Después de dos vuelos por encima del manillar me logra hacer recordar que la última vez la bajé mejor por fuera de la pista marcada. Esta senda es muy pedregosa y muy suelta. Las piedras son grandes y traicioneras, en las que la rueda se clava y la suspensión te devuelve la compresión si no andas atento a descargarla.
Tras unos 100m pasamos a senda muy pedregosa pero noble, con algún que otro campo de rocas y algún otro de piedras. Excepto en un par de puntos, se hace bien y se disfruta. Las vistas sobre Cuelgamuros son increíbles.
Tras sortear Risco Polanco por la izq. pasamos una valla y llegamos tras un rápido sendero por senda con piedras clavadas en el suelo al col. desde el que girando a la izq. emprenderemos la bajada por senda trialera un poco más técnica que el terreno anterior.
Si no hemos disfrutado con las anteriores piedras y rocas podemos tomar una senda a la derecha para bajar a los Pinares Llanos por una senda cómoda y suave. Llegados a la pista que transcurre abajo, en el sentido del valle, giramos a la derecha (norte), buscando la carretera que nos sube al col. del Hornillo (fuertes rampas) y luego al col. de la Mina, desde donde volveremos por el camino de subida.





Tramo 4: Bajada trialera 2
Girando a la izq., hacia Cuelgamuros, entramos en una senda en la que a veces caven dos bicis, pero que no nos sirve de nah! Porque necesitaremos todo el ancho para elegir la trazada.
Disfrutaremos serpenteando entre pinos mientras perderemos altura y vemos como las suspensiones no paran de “tragar” al pasar sobre piedras, rocas, raíces. Hay dos pasos un poco más comprometidos; el primero formado por dos escalones GRANDES y el segundo por un descenso muy roto y vertical. Ambos son cortos y se pasan con un poco de convicción (yo este día no la tenía).
Con pena llegaremos a la carretera (cerrada al tráfico de la Jarosa)

Tramo 5: Bajada trialera 3
Tomamos la carretera hacia la izq. hasta llegar al contrafuerte que parte del col del a Cierva (identificable por el cortafuegos). Siguiendo primero la línea del cortafuegos y luego saliéndonos a la izq. tenemos una sencilla y divertida trialera que tiene tres tramos: En el primero tenemos una zona fácil de piedras, tras un rellano se mete en el bosque con fuerte pendiente (para ir a la Senda2 seguir de frente), y por último giramos a la izq. y enlazamos un cauce seco que forma un campo de piedras y luego en rápida pista abandonada que nos saca a los caminos. (para ir a la trialera 4 girar a la izq.)



Trialera 4
Es en realidad una cómoda senda, que al estar abandonada resulta un poco difícil de seguir por las ramas y piñas caídas.
Nuestra única preocupación será esquivar los pinos y no resbalar en las agujas de pino.

Senda 2
Divertida senda que sigue el trazado de una tubería que, por el valle del arroyo Jarosa, une la fuente de la que parte con los depósitos de agua.
Es muy divertida, vistosa, aérea y no es difícil.
Cuidadín con la gente. Que nos la tragamos.
Y si no lo creis, el video de muestra. Ojo, que yo también me he asustado!!!




miércoles, 23 de junio de 2010

Cañón del Guadalix y dehesa de Moncalvillo

Gracias al cambiante tiempo del que este año disfrutamos, hemos descubierto parajes fantásticos y hermosísimos de los que, en condiciones normales, hubiéramos pasado de largo camino de la Sierra. La zona de San Agustín de Guadalix, con sus dehesas y encinas, sus sendas y pistas, su laberíntica red de caminos, sus vaquerías, la ermita de Navalazarza y desde luego su Cañón del Guadalix, es uno de esos rincones a-lado-de-Madré que es uno de esos tesoritos que Madrid tiene escondidos.



La ruta que aquí se propone parte del polígono industrial Norte de San Agustín ("La Rinconada")de Guadalix, sube por carretera, poco transitada, en dirección a Pedrezuela para, pasada una antigua torre restaurada y un breve descenso, descolgarse al cauce del Guadalix y entrar en su cañón para recorrerlo sobre el canal del Mesto. Al salir del cañón cruzamos el río y subimos en busca de la dehesa de Moncalvillo que recorreremos en dos lazos, el más alejado de los cuales nos llevará a la ermita de Navalazarza por espléndidos parajes poblados de encinas, vacas, caballos y demás fauna, y fantásticas vistas sobre Madrid. La subida es en ocasiones "pindia" y rota por los destrozos que ocasiona la lluvia.

Al regreso desharemos los lazos hasta llegar a una zona de antenas desde donde podremos decender por una empinada y, en ocasiones, muy perdida pista/senda que nos acerca al río a una zona de ollas. La salida la haremos por senda no ciclable (salvo que no te importe caerte de la bici, unos 10m a la izq. y pa'bajo).

En las proximidades del San Agustín de Guadalix, elegiremos entre uno de los dos senderos en bajada que forman parte del circuito 24h12, senderos ambos zigzagueantes y sin dificultad que nos llevan al punto de partida.

En la senda que se enlaza más bajo la salida del pueblo se hace por una de las bajadas del 24doce y la llegada por la otra, la del polígono de la Rinconada.


La ruta en datos
Distancia: 35km
Desnivel: 600m
Agua: No
Dificultad: la velocidad que se coja en las sendas
Track GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=118722 (no hicimos track de la ruta pero el que aquí se reseña la cubre prácticamente en su totalidad, conbinandola con http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=695537)
Fotos: Galeria de Buscasombras






















Alternativa: Una buena opción es subir por una de las bajadas del 24Doce y regresar por la otra. Aunque es menos técnica, creo que tiene más sabor bajar por la que está situada más al Este (cerca del pueblo) (viene reflejada en el primer trak).

martes, 22 de junio de 2010

Curavacas: Callejo Grande

19 de junio de 2010

Sin duda alguna esta es la narración que más trabajo me ha costado estructurar en mi cabeza y contar.

Muchas cosas que contar sobre un único día, muchas cosas que ordenar, muchas cosas que digerir, muchas cosas que asimilar.

Ya desde el mismo momento que retornaba después de la ruta montañera, a la sombra del Espigüete, tenía claro que era lo que me dejaría marcado de este día, que era lo primero que tendría que escribir.



Lo más importante.

Muchas veces escuché, y estoy totalmente de acuerdo, que no hay nada más ‘antinatural’ que la pérdida de un hijo, algo insuperable para los padres que quedan aquí. En este caso eran dos hermanos, a los cuales nunca conocí en persona, con los que ‘únicamente’ intercambié algún mensaje en el foro, Juanjo y Dani, desconocidos pero cercanos (por todo lo leído y escuchado).

Lo vivido a los pies del Curavacas, esa montaña negra, su montaña, debajo de la Diagonal, es una de esas lecciones con las que una persona se debe quedar para no olvidarla en su vida. La llegada de Luis y Carmina, sus padres, a ‘ese lugar’ es algo que no olvidaré jamás. Qué fuerza, amor a sus hijos y entereza deben de tener estas personas para vivir lo vivido. Pocos momentos tantos me marcaron tanto como verlos llegar en ese momento, cuanta admiración, especialmente al ver a Carmina, que fuerza debía llevar esta mujer para llegar allí en aquel momento, solo pensaba en las ganas que esa mujer tenía de poder estar allí, cerca de sus hijos.

Curavacas

Curavacas

Después, Luis no renunció a colocar el mismo la placa en honor a sus hijos, subido en la roca del Curavacas, besándola en reiteradas ocasiones, colocando con esmero y cuidado cuantos detalles le entregaban.

Luis y Carmina

Luis

Placa

Placa

Con las palabras de Luis … muchos de los allí presentes no pudieron evitar las lágrimas, agarrado a la fe, una de las pocas vías de escape que te pueden quedar, nos hizo recordar a todos “esas dos estrellas” que siempre brillarán allí arriba cuidando de los montañeros. Alguna mirada se escapa hacia J. Blas, muy cercano en estos momentos.

Luis y …

Luis y Nacheras

homenaje

"QUERIDOS JUANJO Y DANI
VENIMOS DE LAS ESTRELLAS Y A LAS ESTRELLAS VAMOS
CON VUESTRA ALEGRIA Y VUESTRO AMOR
ALUMBRAD NUESTRO CAMINO
SIEMPRE CON VOSOTROS"

homenaje

Se llevan como entrañable y valioso recuerdo, lo que el Curavacas devolvió a Avigamo, dos de los piolets con los que Juanjo y Dani con tanta fuerza y tantas veces se agarraron a la vida, espero que ahora les sirvan a ellos para lo mismo, agarrarse a la vida, bajo la luz de “sus estrellas”.

homenaje

Habiendo vivido esto, no me cabe la menor duda que Juanjo y Dani, como hijos de Luis y Carmina, tenían mucho ganado, la fuerza para subir montañas no era nada comparado con la que ya traían heredada y enseñada de esos padres.

Mi más sincera admiración a esta familia.

Otros asuntos.

La presentación.

La noche anterior tenía cierta intranquilidad.

Para mí la montaña es algo a vivir ‘en soledad’, con una compañía discreta y cercana, fuera del bullicio del que ya ‘disfruto’ en mi vida urbanita, algo que admirar sin la preocupación de tener nadie al lado. Esta filosofía se rompía un poco con la quedada de más de 100 personas. ¿Cómo sería aquello?

No obstante, en múltiples ocasiones me había planteado asistir a alguna de las quedadas ya organizadas para conocer y poner cara a muchas de las personas con las que tantas veces he intercambiado mensajes.

En esta ocasión tenía la escusa perfecta: no era una ‘quedada masiva’, era el homenaje a dos montañeros. Pensé que era la ocasión perfecta para asistir por primera vez a un evento de este tipo. A la vez volvería a coincidir con algunos amigos ya conocidos: Pocholo, Jicho, Setmil, Xiblo, Lito, Greko, …

A las 8 de la mañana ya estaba en Vidrieros, allí entablo conversación con un amigo de Juanjo y Dani que venía de Vitoria, con el que para hacer tiempo acabo tomando un café. Una vez acabado el mismo, en la misma puerta observo y escucho con atención durante un tiempo un ‘grupete’ al que se le veía preparado. A los 10 minutos llega alguien. Su tono de voz es inconfundible. ¡¡Si señor!! Era Avigamo, ¡¡mi ídolo!! (ni Messner, ni Bonatti, este si que es un ‘machaca’ de la montaña). Cuanto habré leído de él, cuantas veces habré visto sus vídeos, …

embalse

embalse

Cinco minutos después enlazo que en ese grupo estaba Pedro Yubero y Pucavi, es difícil juntar más conocimiento de montaña en un metro cuadrado. Lo siento, pero no podía dejar de prestar atención a lo allí relatado.

Poco a poco, conforme voy cogiendo la palabra y el espacio me presento a ellos, por fin os tengo fichados.

La ruta.

Tiempo estimado: 6 h.
Desnivel acumulado: 1569 m.
Distancia: 12,52 km.
Nivel: Medio en esta época del año.

ruta

ruta

ruta

ruta

ruta

ruta

ruta

ruta

Una vez junta la mayoría de personas empezamos la marcha. Hasta el punto de homenaje, muy tranquila, relajada, quizás impuesto por el gran grupo que componíamos, por la diversidad de personas.

salida

Curavacas

Curavacas

Aprovecho este trayecto para ir saludando a viejos conocidos, e ir conociendo a otras grandes personalidades de los foros J. Blas (pura energía), Pepe García (todo un caballero de la montaña), Escubiello (me sorprendió), El Koko (grata compañía), Nandi (muy conocida y leída), Educo (siempre con ‘buen talante’), Nacho de Espinama (este … un figura) … seguro que olvido a alguien, perdonad pero la neurona no da para más (no lo consideréis como una ofensa).

Todos

Leyendo posteriores comentarios en los foros me doy cuenta que otros muchos conocidos estuvieron por allí, a los cuales no pude ‘conocer’. Espero veremos en otra.

Después del homenaje, el grupo se reduce bastante, en torno a 25-30 de los allí presentes emprendemos por el Callejo Grande la búsqueda de la cima. Cuesta un poco arrancar, pero rápidamente se coge el ritmo, y prácticamente sin paradas llegamos a la cima.

Callejo Grande

Callejo Grande

Callejo Grande

La subida se hace agradable, entre comentarios con los allí presentes, subida sostenida y constante, con algún agarre eventual. Especialmente deseada y atractiva es el paso a la cara norte, muy bonito. Trato de imaginarlo en invierno, donde con hielo, la cosa puede ser ‘atractiva’.

Callejo Grande

Callejo Grande

Callejo Grande

Ya en la pala previa a la cumbre, ¿la llana?, uno busca de forma ansiosa el hito de cumbre, el cual se descubre ya cercano donde, en un día muy agradable como el que teníamos, se hace obligada la parada con la consiguiente degustación de manjares, traídos de los más diversos lugares.

Llana

Llana

Curavacas

Curavacas

Curavacas

Lago Curavacas

Tomar un par de riojas (no más puesto que hay que descender ‘entero’) en la cima del Curavacas es algo imposible de describir, hay que estar allí para vivirlo. Si a esto se le une unos taquitos de queso, ¿para qué queremos el Bulli? Ya se que muchos de los allí presentes aportaron sus viandas, pero a mi me tocó al lado de Nacho, ¡¡¡Vaya suerte!!!

Foto cumbre Curavacas

Fotos de cumbre, ponte pa’qui, ponte pa’lla, hazme hueco que no entro, … Lo de Avigamo en su faceta de showman no tiene desperdicio. Mira que es difícil sincronizar a 25-30 personas para hacer un pocho-salto en la cima del Curavacas, vamos, que a la primera aquello quedó perfecto (aunque parezca mentira, el de los bastones levantados de la derecha, ese que no se ve, soy yo, ja ja ja ). A este lo tiene que fichar para la tele.

Pocho salto Curavacas

En el descenso, sin mayores sobresaltos, con algún problemilla muscular para alguno, empezamos con lo de siempre. Que si este pico, que si el otro, que ya que estamos aquí, … finalmente 8-10 de los allí presentes decidimos acercarnos al Pico Hospital. Lo mejor las vistas del Curavacas: impresionante, majestuoso, daba respecto con ese color tan negro.

Paso a la norte

Descenso

Curavacas

Curavacas

Hacemos cima, pero aquí estaba lo peor del día. ¡¡Vaya descenso!! Las escobas nos tapan la cabeza, vaya liada, … entre J. Blas y Pepe García tendrán que depurar responsabilidades. Desde abajo, ‘algunos’ disfrutan del espectáculo dantesco que estábamos dando. Si alguno se desmaya allí, no hay quien lo encuentre, tenemos que declararlo desaparecido. Acabamos saliendo, cada uno como puede (era imposible seguir a nadie más allá de dos metros), con cuentagotas.

Cumbre Pico Hospital

Lago oscuro

Desde aquí, ya se sabe, vuelta a Vidrieros, un par de cervecitas, algunas risas, algunos recuerdos, algunas despedidas y en mi caso … pa casita, cruzando la sombra del Espigüete, donde comenzaba el relato de este día, un día muy bonito, que nunca tendría que haber existido, pero que el destino marcará en nuestro recuerdo.

Curavacas

Espero veros por las montañas.

Trasgu’2010.

PD: algunas de las fotos aquí expuestas para ilustrar el relato se deben agradecer a diversos compañeros del foro (Pedro, Pepe, FAFI, … alguno olvidaré, perdonadme).