miércoles, 27 de julio de 2011

Jou de Cabrones: Canal de Piedra Bellida

“¡Ahí muere un perru!”, Setmil

Son las 5:30 de la madrugada, recojo a Setmil y Xiblo en Pobladura de Luna, ponemos rumbo a Poncebos. “¿Qué plan tenemos?” pregunta Setmil … “Pocholo me comentó de subir la Canal del Agua” le contesto …

“¡Ahí muere un perru!” responde Setmil de forma instintiva. Buen presagio de lo que nos esperaba.

Son las 8 de la mañana, en Puente Poncebos, nos encontramos con el personal del grupo de montaña “O Carroucho”. Allí estaban … Pocholo, Koko y Educo (ya conocidos de otras ocasiones) … Belen, Javier, Edu, Antonio (O Carroucho’s) … a los que nos unimos Setmil, Xiblo y Trasgu, este que escribe.



Presentaciones, algún cafecito para la salida y emprendemos la Senda del Cares. El camino para hoy era largo … 2 horas de senda del Cares, puente del Pando (Vieya) para acabar subiendo la Canal del Agua.




Algo raro pasaba, marcaría todo el día. Ya en el Cares, sin mayores complicaciones “sudores” anormales caían por mi frente … no le di mayor importancia, “parece que la humedad hace efecto”, pensé.




Pronto despedimos a Setmil y Xiblo, ellos, cargados con material con la intención de hacer la arista, conocedores de lo que suponía la Canal del Agua, deciden subir por Amuesa. Nos encontraríamos en el refugio de Cabrones.




Después de un Cares muy agradable, pronto tomamos el Puente Pando, aquí empieza realmente la subida, este era el plan A, “¡to pa’rriba!”.



El entorno inmejorable, la compañía perfecta, la conversación distendida,… pero algo no funcionaba… algo no iba bien.

Iniciamos los prolegómenos de la Canal de Piedra Bellída, empieza preocuparme la situación, no llevamos más de 400 metros de desnivel, nos quedan otros 1500 m., eso es mucho según estoy. Ya en la fuente, se lo comento a Koko, “creo que me voy a dar la vuelta”, me cuesta trabajo mantener el equilibrio, soy incapaz de fijar la atención en nada, todo empieza a pasar a un segundo plano, solo me preocupa dar un paso más.



Con el apoyo y ánimos de Koko llego hasta el Horcado Turonero Cimero. Aquí había que decidir, se sigue hacia la Canal del Agua o se abandona. Una vez en la Canal del Agua, solo hay una salida … por arriba.



Intento comer algo pero no hay forma, estaba “bien jodido”, en ese momento tenía decidido que me daba la vuelta, dormía en el coche, intentaba comer algo y al día siguiente… ya subiría por Amuesa para reincorporarme al grupo. No quería fastidiar el día a todos.

En aquellos momentos, todos mis acompañantes, sin excepción, me prestaron su apoyo y ánimos, incluso llegan a cambiar la ruta, por la Canal de Piedra Bellida con la intención de que pueda seguir con ellos. Desde aquí todos mis agradecimientos a todos por vuestro apoyo constante. Belén, gran conocedora de la zona, actúa de guía, marcando el camino a seguir en todo momento.

Cambiado el plan, la situación era distinta, por Piedra Bellida tenía diversas alternativas, escapatoria por Amuesa hacia Bulnes, merecía la pena intentarlo.



Tiempo estimado: 8 h.
Desnivel acumulado: aprox. 2200 m.
Distancia: aprox. 20 km.
Nivel: Exigente por el desnivel. Algunos pasos con cuerda fija.



Puedo decir que hacer esta canal en la situación que estaba es de las situaciones en que más he penado en mi vida, “allí se muere un perru”, la frase de Setmil pasaba por mi cabeza. Solo me preocupaba de dar tres pasos más, otros tres, otros tres … se hacía interminable … solo mantenerme de pie suponía un esfuerzo, si apoyaba la cabeza en el bastón … me podía quedar dormido … como diría un conocido … debía estar “marillo marillo”.



Paso a paso, parada tras parada, voy superando la canal, al final mi cuerpo cambia… un hambre atroz me invade… “pero… ¿no coméis nunca?” le pregunto a Pocholo… la situación estaba cambiando … solo quería comer. “Allí arriba” me responde Pocholo, yo dudaba… en la montaña todo es allí arriba, lo que nunca sabes es cuando llegas “allí arriba”.

Por fin en el Collado Cen, disfrutando de unas vistas inmejorables, como algo, una pequeña siesta y la situación cambia de forma radical: estaba castigado por la situación vivida, pero ahora todo era distinto: me sentía bien, podía atender a las conversaciones, podía admirar el entorno, simplemente… podía “ser persona”.

Así, llegando a la Cuesta del Trave, desde donde alcanzamos el Jou de los Cabrones. Por la mañana no podría haber pensado que llegaría a estar donde estaba.









Ya en el Jou de Cabrones, tras buscar sitio para dormir (afortunadamente… por la noche venidera… todos conseguiríamos evitar el vivac), ha disfrutar de los momentos. Setmil con la cabeza como una bombilla, unas fabes reconfortantes, alguna cervecita, un atardecer inmejorable, algunos orujines, una botellita de ron (por cierto… bien sellada con teflón para no perder en el camino)… solo cabía esperar al día siguiente… para subir a Cabrones y Torrecerredo.











Así es Picos… el tiempo cambia rápido… las predicciones fallan. No daban mal tiempo hasta el domingo a las cuatro de la tarde, sin embargo, toda la noche del sábado al domingo estuvo lloviendo, alguno de vivac pasó una noche toledana (alguna experiencia así ya tuvimos años ha). “Si es que venís a Picos como si fuerais a Llanes, a la playa”… indica el guarda del refugio.

Por la mañana, todo mojado, niebla, sin visos de mejorar, poco se podía hacer. Decidimos bajar por Amuesa.







La bajada la hago con Setmil y Xiblo, algunas risas, recuerdos de algunos momentos, algunos planes para el futuro … mientras, después de la canal de Amuesa, llegamos a Bulnes.









Allí, Xiblo tenía intención de hacer una visita, Alberto, ilustre montañero de la zona, nos ameniza unas sidras con diversas historias y vivencias, historia del montañismo en España.





Después de esto solo quedaba, bajar la canal del Texu, para afrontar la despedida hasta la próxima ocasión, como siempre amenizada con algunas viandas del lugar.



A pesar de todo, dos días muy buenos.

La Canal del Agua queda pendiente, marcada a “sangre y fuego”. “¡Ahí muere un perru!”.

Trasgu, 2011.

miércoles, 20 de julio de 2011

El Bosque encantado, en Valsaín: Una de senderos

Tras la lluvia se levantan las brumas en la umbría de un oscuro bosque de pinos. A lo lejos, entre los árboles, se ve cómo un atrevido rayo de sol señala unas rocas hacia la que la senda nos lleva acompañados por un cantarín curso de agua. El musgo que las cubre aparece con un verde intenso, casi antinatural. Solo rompe el ambiente el sonido de los piñones cuando engranan con precisión la cadena y crujen al encontrarse con la arena y tierra que nos han cubierto tanto a nosotros como a la bici en los últimos tramos, cuando sorteábamos durante un descenso, las mojadas raíces que salpicaban el sendero entre los pinos. Nuestro jadeo nos pasa desapercibido, se hace tolerable en el silencio catártico al que nos somete la actividad montañera de la que estamos disfrutando. No podemos quitarnos la estúpida sonrisa que se nos quedó tras llegar a Navaelhorno, a pesar de la dura subida por roca que nos tocó a continuación. Tampoco nos ayuda a borrarla el ritmo a 1:1 que se convierte en un regalo al dejarnos más tiempo para contemplar y disfrutar el bosque.
De vez en cuando hay una transición por pista de tierra o por carretera asfaltada, las menos, que en menos de 700m nos mete en otra senda, que luego enlazará con otra todavía mejor.
La subida es siempre fuerte. En tan solo 25km hay que ganar los 1900m de altura para visitar el refugio/chozo Aranguez y la pradera que lo rodea. Por encima, temos la cima de Peñalara y su esbelta compañera del Cerro de los Claveles.
Aquí, al contrario que en otras actividades bicicleteras donde lo importante es el descenso y por eso hay que subir, lo importante es el lugar, la experiencia es estar, a la que hemos de sumar la diversión de bajar (que también).
Rápidas y retorcidas sendas, en subida o en bajada, fuertes repechos técnicos, arroyos de montaña a cruzar con o sin puentes de madera, piedras, vacas, y un ambiente especial en un oscuro bosque son los ingredientes para disfrutar de una excelente mañana de bicicleta de montaña, llena de rincones con encanto donde desearíamos parar para disfrutar, de no ser que más arriba nos esperan otros.
Y este paraíso lo tenemos en los pinares de Valsain.



La ruta en datos
* Desnivel: 1100m
* Distancia: 26km
* Dificultad física: Alta por las rampas sostenidas del 20% y gran desnivel en pocos kilómetros.
* Dificultad técnica: Media- alta por los descensos pronunciados, cruces de arroyos y subida en sendero por gran pendiente.
* Agua: en los cursos de agua, pero puede tener problemas de salmonela por el ganado que pasta aguas arriba.
* Galería: Buscasombras con fotos de Larcos y de Buscasombras.
* GPS/track: Larcos en wikiloc, que es un combinado selectivo de rutas de Gsulín y de Iogrea.



La ruta.
Partimos de la Pradera de Valsain buscando la orilla del Eresma.

Tramo 1.
Este tramo empieza por camino que se torna agradable sendero. Ojo a las raíces mojadas.
A la altura delos asientos subimos a la carretera que lleva al puerto y la cruzamos buscando una pista que sale al otro lado un poco más arriba. Esta pista nos lleva a la senda que nos conducirá agradablemente hasta la pradera de Navalhorno siguiendo un curso de agua. Este tramo es rápido y divertido. Luego cruzamos un arroyo por un puente de madera y subimos fuerte pero agradablemente para enlazar una senda estrecha, entre pinos, con un curso de agua a la derecha. Tras salir de entre los pinos alcanzamos una pista que pasa a sendero ancho con fuertes subidas, en ocasiones por lajas de roca que mojada resbala (lo hemos comprobado). Llegados al cerro del Puerco tenemos un breve descenso y alcanzamos una pista de subida.








Tramo2.
En 200m de transición salimos por la izq. y tomamos un viejo camino estrecho en subida que nos lleva al tramo más incómodo del día, la subida por el arroyo de los Neveros, con 700m de rampas del 20% sostenidas hasta alcanzar la pista asfaltada. Según el mapa este tramo creemos que se puede evitar siguiendo la primera de las pista a la izq. y dando un rodeo por pista asfaltada.







Tramo 3
Tras salirnos de la carretera asfaltada a la que hemos desembocado al final del tramo2, seguimos subiendo por pista de tierra hasta salirnos tomando una senda, la PR15, que en fuerte pero agradable subida nos lleva al arroyo de la Chorranca que baja del col. Quebrantaherraduras (el del cerro de los Pájaros).
Cada pedalada hace que este tramo sea mejor. En su parte superior llegamos al sendero que baja del refugio y de la Majada de Aranguez. Tomandolo a la izq. (Dir.Norte) será nuestra ruta de bajada.
Tras cruzar el arroyo de la Chorranca tenemos un sendero estrecho pero fácil, que sube al principio en fuerte pendiente, pero que se suaviza en menos de 50m y se hace fácil y entretenido por sus abundantes curvas y estrecha vegetación, ahora ya de monte alto.
Arroyos de montaña, piedras, vacas, etc. aderezan la llegada al bastante sucio refugio de Aranguez.
Impresionantes vistas sobre la meseta norte.



















Tramo 4.
Tras cruzar los últimos arroyos tenemos un fantástico descenso por senderos y pistas asalvajadas. De lo mejorcito.
El primer trozo, hasta la Chorranca es rápido y noble. Cuidadín bajado esta.
El segundo es por pista rápida y llena de encanto.
Llegados a una pradera donde encontraremos un pluviómetro, comienzan los fuertes descensos. Al principio por camino suelto, luego giramos a izq. para encarar el valle y se vuelve pedregoso por 50m para pasar a tener menos pendiente.
Llegados al vado de Oquendo, cruzamos el arroyo de los Carneros y subimos fuertemente por la orilla derecha y aguas arriba para buscar una senda a nuestra izq. (dir. NW) que no es fácil de encontrar.








Tramo5.
Senda muy cerrada entre helechos que con pasos de roca mantiene cota hasta abrirse y parecer que es camino. Tras girar a la izq. (mirando al valle) tenemos un fuerte descenso por pista en mal estado de la que saldremos a nuestra derecha para buscar en menos de 50m un sendero de bajada, cerrado por la vegetación y bastante pendiente, pero fácil.
Este sendero nos lleva a cruzar un arroyo y siguiendo de frente nos saca del bosque y nos encara a la parte de atrás de la Granja.









Tramo 6
Un giro a la izq. y recorremos toda la tapia trasera de la Granja por un camino de fuertes bajadas, pero cortas. Al final tenemos un camino que sale de frente en ligera subida y otro que dobla la esquina y sigue la tapia. En diagonal sale un poco visible sendero, que de forma rápida y fácil nos conduce a las carreteras de subida a los pinares y luego al poblado de la Pradera.







Pedazo de ruta esta que recorre uno de los mayores tesoros del Sistema Central, permitiéndonos disfrutar de vistas sobre la sierra, la meseta, recorrer una buena parte de la umbría de Peñalara, transitar por los senderos de la subida norte a Peñalara, y disfrutar de unos senderos que en bici resultan trepidantes y divertidos.
En contra tenemos su fuerte desnivel para tan corto kilometraje.

Pero, como siempre, no hay fotos de los mejores momentos.
¡Es que no hay forma de querer detenerse!.

Buscasombras, 2011
@messnertegui