viernes, 15 de octubre de 2010

Atardecer en el collado de la Vistilla.

Viernes, 1 de octubre de 2010

“La ciudad es el lugar del que deseas salir cuando, al ver lugares, recuerdas momentos en los que se te echaba encima...”

Tarde de viernes, carreteras atestadas en la capital del reino, una semana larga, … muy larga, malas perspectivas para el fin de semana, … había que aligerar tensión de cara a lo venidero, era necesario perder de vista por unos momentos esa vida ‘urbanita’ que a algunos nos tiene realmente absorbidos, cautivos. Era el momento de buscar otra de las ya clásicas salidas al atardecer que se vienen repitiendo en los últimos años.

Atardecer: La Maliciosa

La huida del caos en el asfalto nos lleva a La Pedriza, de nuevo nuestra querida y admirada, aunque no por ello suficientemente respetada, Pedriza.

La Pedriza

La Pedriza: Torres

La Pedriza: Cancho de los Muertos


Buscasombras ha buscado una ruta de esas que podemos calificar como raras, de esas que normalmente no aparecen en los libros de rutas, de esas que, una tarde perdida en casa, uno se diseña a medida para un momento dado, que queda guardada para un día en concreto. Hoy ‘desempolvamos’ una de estas rutas.

ruta

perfil

Tiempo estimado: 3 h.
Desnivel acumulado: 590 m.
Distancia: 7,5 km.
Nivel: Fácil. Sin dificultad técnica. Cuidado con perder la senda. No hay agua que beber.

ruta

ruta

ruta

ruta

La ruta no nos lleva a ninguna cumbre, no hay ninguna arista, no hay ningún hito significativo, solo nos limitamos a recorrer la Pedriza, buscar sus rincones más recónditos, como bien indica Buscasombras, nunca imaginé que después de tanto tiempo recorriendo la Pedriza pudiera encontrar lugares no hollados.

La Pedriza: Rocodromo

La Pedriza

La Pedriza

uno-gradista

Antes del atardecer buscamos esos rincones, algunos de los cuales te dejan boquiabierto, muchos escondidos entre esos” grandes bolillos amontonados o cuidadosamente ubicados” que uno solo puede encontrar en la Pedriza.

La Pedriza

Pequeño Urriellu

Pequeño Urriellu

Panoramica

Cabra

Muro

Ventana


El objetivo es buscar el collado de la Vistilla, lugar inmejorable para contemplar el atardecer con toda la Pedriza de fondo: el cordal de la Milaneras, las Torres de la Pedriza, el Cancho de los Muertos, el collado del Cabrón, el collado de la Romera, las Buitreras (donde por cierto después de buscarlos no pudimos disfrutar de sus moradores), el collado de la Dehesilla, el Caliz, el Pájaro, Peña Sirio, el Rocódromo,… infinidad de lugares, infinidad de rincones, infinidad de topónimos, en muchos casos difíciles de identificar.

La Pedriza: cordal de las Milaneras

Pedriza

Pedriza

Pedriza: las Torres y el Pajaro

La subida, como siempre que uno se ‘aventura’ por lugares ‘desconocidos en la Pedriza, siembra un mar de dudas. ¿Cómo en un sitio tan pequeño puede haber tantos recovecos?, los cuales en muchos casos te mandan a sitios inaccesibles, de difícil retorno. El ‘hippy-ese’ solo vale para que las dudas aumenten: “parece que es por aquí”, “¿esta senda parece que no tiene salida”, “¿no estaremos yendo muy al este?”. Este es el momento en el que saco a relucir mi “Crivit“.

¿Quién es Crivit? Hace unas semanas sufrí una de las “desgracias” más grandes que cualquier montañero puede sufrir, solo entendida por aquellos que habitualmente gustan de estos placeres, que te hace caer en un mundo de incomprensión. Mi Suunto, ese con el que yo estaba tan “integrado”, ese que tantas horas de soledad había pasado conmigo, ese que siempre (o casi siempre) que le pedí algo me lo concedió, ese que en tantas ocasiones me había ayudado a encontrar o salir de aquellos lugares anhelados, … había desaparecido, desaparecido para siempre, sin haber sido valorado por aquellos que debieron rescatarlo (“si parecía en reloj de juguete de la niña”, me dijeron). Yo me encontraba hundido, nadie comprendía la perdida ocasionada.

Por motivos en los que no entraré, se cruza en mi vida Crivit, si, si, Crivit (ni más ni menos). El Suunto ha sido reemplazado, inicialmente de forma austera, de forma espartana (¿no dicen que estamos en crisis?). Hoy era el primer día de prueba para mi Crivit. Mi Crivit contra el Suunto de Buscasombras (¡casi nada lo del ojo, y lo llevaba en la mano! Ja ja ja).

Crivit


Así, la tarde se convierte en un ir y venir incesante de preguntas: “¿qué rumbo te marca?”, “¿qué altura tienes?”, “1600 m., ¿y tú?”, “¿ya son las 7 y media?” … ante las cuales las respuestas pueden llegar a ser de lo más variadas: en honor a un viejo conocido de Gredos … “40 m. de diferencia, ¿y tu como sabes que el Suunto marca bien?”, “joe tíiiio … y si de noche no se ve, ¿cómo sabe tu Crivit donde está el norte?”, “esto marca 1800 m. de desnivel, creo que me tengo que leer el manual”, … al final … prueba superada por el Crivit (a ver qué pasa cuando llueva o nieve).

Al final, muy cerca del collado de la Vistilla, encontramos nuestra tribuna buscada. Desde allí disfrutamos, degustamos tranquilamente el atardecer que habíamos venido a compartir, todo ello amenizado con algún manjar que nos ayude a sobrevivir en estos momentos de “grandes sufrimientos”. Al final nos damos cuenta de que el verano parece haber pasado, vaya rasca se pelaba.

Atardecer en la Pedriza

Atardecer en la Pedriza

Atardecer en la Pedriza

Atardecer en la Pedriza

Atardecer en la Pedriza

Atardecer en la Pedriza


En el regreso se hace inevitable la visita al Tormo, el “gran garbanzo” como yo suelo decir, ya con los frontales, para desde aquí emprender el regreso a ese pequeño infierno urbanita del que salimos hace unas horas. Regresamos a “la civilización”.

Trasgu’2010.

sábado, 9 de octubre de 2010

Enhorabuena y gracias!!

Hoy me encuentro con esta noticia, ... Xiblo y Setmil, "los cuñaos", dos de las personas (junto con algún otro tsacianego) que me han enseñado mucho de lo que se sobre Las Ubiñas, dos grandes montañeros y ... lo que es mejor ... grandes personas, muy grandes.

¡¡Sois unas máquinas!! ¡¡Muy bien flechas!!


Puerta de Arco

A ver si algún día consigo terminar la colección, aunque no salga en el periódico.

Enhorabuena y gracias.

Trasgu'2010

jueves, 7 de octubre de 2010

El Schmid y el Whistler desde Cercedilla

Esta ruta recorre los bosques de pinos del valle de la Fuenfría, de la umbría de Siete Picos y el los de Navalmedio y Navacerrada. Mientras que el primero de los bosques se recorre por pista de tierra, los otros dos se recorren por sendero, siendo los últimos de dificultad pero muy entretenidos y bellos.
La bajada del Whistler nos regalará rincones verdes que parecen sacados de montañas de más nombre, sonido de cursos de agua, cantos de pájaros, etc. si es que somos capaces de detener la bici.



La ruta en datos
• Desnivel: 875m
• Distancia: 32.5 km
• Dificultad técnica: Alta.
• Dificultad física: Media.
• Agua: en la fuente de la Fuenfría.
• GPS track: Larcos
• Galerías: J. Messnertegui
• Observaciones: recomendables protecciones



La ruta
Intentando despejar la modorra típica que surge en los últimos 10km antes de llegar a la base de la montaña me estiro todavía dentro del coche (ya sé que no es de gente educada, me lo dice mi madre), me estiro saliendo del coche, y camino del maletero, y abriendo el maletero -joder!, qué sueño!!-, en Cercedilla. Son las 8:30 y hace ese “fresco” que anuncia el cambio de estación.
Allí quedamos Larcos, Árco y yo para hacer otra de esas clásicas del MTB – BTT que todo globero que se precie ha de hacer en Madrid: La bajada del Whistler tras subir el puerto de la Fuenfría y transitar por el Camino Schtmid.
Sacamos las bicis, las revisamos, nos estiramos (ahora fisioterapéuticamente) y salimos subiendo la cuesta de la estación en frío.
Para ahorrar tiempo decidimos subir por carretera hasta las Dehesas y luego por la Carretera de la República (que es una pista de tierra) alcanzar el pto. de la Fuenfría con comodidad.





Desde el puerto tomamos la Senda de los Cospes en dir. Este, que luego nos llevará al C. Schmid y por el al pto. de Navacerrada.
Este tramo, tratado en anteriores rutas uno-gradistas (la de 7Picos y la de la M30) ha perdido gran parte de su sabor salvaje tras ser arreglarlo. Ya no se tiene esos campos de rocas, esas raíces gordas como piernas, esos pinos colocados a contra-pino, ni esos requiebros necesarios para salvar un arroyo. Ahora tenemos divertidos tramos sin peligro de sube-baja entre pinos que nos demandarán un mínimo de pericia para sortear algunas piedras/rocas puestas en plan chicane, para hacer compatible la bici con el senderismo.
Al principio tendremos que sortear algunos canales de desagüe, sin dificultad.
Tan solo ya cerca del puerto tendremos que bajarnos de la bici para sortear una laja de roca mal resuelta (10m).












Tras cruzar la pista de sky del Telégrafo llegamos a la carretera de los Cogorros y bajamos al puerto, e iniciamos el descenso por carretera. A escasos 100m nos salimos saltando el quitamiendos para buscar la pista del Escaparate que es la bajada más corta a la estación de tren, desde donde parte el Whistler. De camino pasaremos por una vertiginosa rampa de cemento que una vez dentro de ella la veremos como más fácil que desde fuera.




Tras prepararnos empezamos el descenso del sendero. Tenemos ante nuestras ruedas piedras, raíces, barro, rocas, senderos estrechos y luego más anchos, grandes pendientes, arroyos poco profundos pero de aguas muy frías, y todo el ambiente endurero de la zona metido en esos bosques. Seguro que los chicos del descenso o DH nos pasarán rapidito con sus burras de 17kg sobrevolando con suavidad donde las nuestras hacen tope, o directamente no concebimos que se pase en bici.






Según bajamos, el sendero se hace más rápido y amplio, hasta desembocar en el Camino del Calvario. En este punto tenemos tres alternativas:
1. Podemos dirigirnos a Cercedilla bajando en dirección a Navalmedio, retomando el track que aquí se reseña donde finaliza la Senda del Miedo.
2. O bien dirigirnos a Cercedilla tomando una senda que parte a la derecha del camino (visible tras descender unas centenas de metros) que termina casi encima de Cercedilla en un patatal bastante empinado.
3. O la nuestra (en esta ocasión, pero no creo que en otra lo sea)

Esta alternativa consistió en subir por el Calvario hasta tomar el ramal que va al Ventorrillo, para desde las inmediaciones de la carretera que sube al puerto tomar la senda que sale a nuestra derecha y que, una vez más, tiene un nombre muy bien puesto: La Senda del Miedo.
Comienza siendo un agradable sendero entre pinos, que pasa a tener zetas divertidas y un poco técnicas y a poco que te descuidas te pone escalones “gordos”, saltos con raíces, y zetas con todo lo anterior. Todo ello poblado de la típica piedra granítica llena de aristas.






Aunque la verdad es que no me lo pasé bien en la Senda del Miedo, el final deja buen sabor; tras unos 200m de sendero se desemboca cerca del embalse de Navalmedio en una rápida y pedregosa bajada que nos situa en el principio del Camino del Calvario.

Desde este punto se gira a la izq. para buscar una serie de sendas rápidas, divertidas y sin complicaciones que nos llevan a Cercedilla, a por la cervecita.


Video de la bajada del Whistler