martes, 30 de noviembre de 2010

De tubos en Peñalara

“Afilad vuestros hierros y limpiad vuestras empuñaduras compañeros, pues vamos a tierras Castellanas.TATATATAAAAAN!!!” (robres)

27 de noviembre de 2010.

ñiiiiiic!! ñiiiiiiic!! ñiiiiiiiic!!

Había nevado, por la información que teníamos parecía que había poca nieve, pero … había nieve … Buscasombras invierte los días de la semana en afilar los pinchos …. ñiiiiiic!! ñiiiiiiic!! ñiiiiiiiic!! … había que empezar la temporada invernal, no podíamos perder ni un día.



Tras varios correos intercambiados, con intentos incluidos de recuperar a ‘viejos’ uno-gradistas, finalmente solo quedamos para la inauguración Buscasombras y Trasgu, últimos representantes de esta especie en grave peligro de extinción que un día campara por las montañas de España.

Cometo una torpeza, quizás motivada por la ansiedad, “¿qué plan tenemos?” le pregunto, “je je je … el mismo de siempre:
Plan A: to’parriba
Si todo falla … Plan B: to’pabajo”, me contesta Buscasombras, “ja ja ja “.





Tiempo estimado: 4-5 h.
Desnivel acumulado: 731 m.
Distancia: 9,8 km.
Nivel: Técnica invernal básico-medio. Cuidado con el estado de la nieve.







Son las 8:30, allí estamos, en el aparcamiento de Cotos, donde el ansia por pisar nieve se percibe en el ambiente, que mejor lugar que Peñalara para inaugurar la temporada invernal 2010-2011. Cerca de nosotros, otro grupo de apergaña, los miro, pero no les presto atención, más tarde formarían parte de uno de los momentos claves del día.

La mañana se presenta despejada, hace frio, pero se lleva bien, agradable. No hay destino, no tenemos objetivo, solo subir, subir y subir, donde sea, donde haya nieve, donde se pueda clavar piolo, si es posible … con poca gente, emprendemos camino a la Laguna Grande, allí decidiríamos. ¿Cuántas veces habremos hecho este mismo recorrido? Unas veces con objetivos muy claros … otras muchas, como hoy, sin saber que haríamos, pero seguros de hacer algo. Sin duda decenas de veces habremos subido esta pista, siempre con la esperanza de acabarla pronto, siempre en agradable conversación, distendida, entretenida, … ante lo cual todavía queda lugar para las dudas “¿Qué hace aquí esta caseta? Tiiioo lleva toda la vida ahí” … “¿no te parece que han movido este bando de sitio? Pssss si tu lo dices ….”.





Ya en la Hoya, apreciamos que hay nieve, más de la que inicialmente pensábamos, huyendo de la muchedumbre, muy difícil en el día de hoy, cruzamos el puente hacia el espolón sur de Peñalara, todavía no había objetivo definido. Aquí encontraremos nuestro objetivo para hoy, el cual nos llevaría, con sorpresa incluida, a ‘nuestros’ ansiados tubos, porque son un poco ‘nuestros’, por todos los momentos que nos han permitido disfrutar con ellos.



Ya tenemos objetivo … el tubo que uno divisa justo en la prolongación del espolón sur (¿central de los bordillos?): parece bonito, creemos que no lo hemos subido nunca … parece entretenido, no hay mucha gente, cumple con todas la condiciones. Además… creemos que nos dejará cerca de la cima, para llevarnos la n-ésima cumbre en Peñalara.



Así llegamos a su base, donde buscamos un hueco entre un grupo de montañeros que allí se preparaban para hacer lo mismo; que curioso … los mismos del aparcamiento. Esta vez me fijo en ellos, sin grandes motivaciones para llamar mi atención. Saco piolos, saco pinchos, pongo arnes, … a ver cómo era esto … como dice Buscasombras, que no se nos olvide, ‘lo pinchos para abajo’, …, mientras sigo prestando atención al grupo que nos acompaña, “el otro día en el Espigüete …” comenta uno de ellos, se me levantan las orejas, … ahora si tengo motivos para prestar atención a lo que dicen …, me fijo en sus caras … una de ellas me resulta familiar … joder!! Creo que es Fafi, esta vez no me quedo con las ganas, no podía perder la oportunidad (ya perdí alguna)…

“Perdona, eres FAFI??”
“Otro al que le debe dinero” (contestan sus 'amigos', ja ja ja)
“Si soy yo” (contesta FAFI),
“soy Trasgu, tiiioo!!, te vi en Galayos, pero por entonces no te tenía fichado,”
“Hostia Trasgu!! la fama te precede!! ¿pero tu no estabas por León?” … estaba, estaba …
“ja ja ja, que bueno!!!”


Qué gran alegría, todo un personaje, con quien había ‘escrito’ varias cosas en foros diversos, pero no lo conocía, hasta hoy. Por fin conozco al gran Fafi, un gran personaje de las montañas. Encantado, todo un placer. Espero compartir algún día de montaña con esa Panda, un buen grupo con buena gente, al menos por lo que leo … je je je.



Pasado este momento cumbre del día, solo nos queda hacer lo que habíamos venido a hacer… pisar nieve!! si es cuesta arriba mejor. Este tubo es disfrutón, que bien me lo paso, me encanta … “joe … y uno, con estos pinchos, no se cae, parece mentira”, “como agarra esto”, es el primer día de invernal del año … allí estábamos como niños con zapatos nuevos.







El tubo se acaba pronto, o a mi se me hizo corto, muy corto, que pena. Parece que solo nos queda buscar la cima. En el trayecto a la supuesta cima aprovechamos cualquier escalón para jugar, pincha aquí, pincha allí, que si el ‘escalón Hillary’, que si la ‘postura del gato’ (¡¡vaya flexibilidad!!, mira que es difícil subir la pierna tan alto cuando llevas unos botorros y unos pinchos atados en los pies).









Tiiiiiiiiiiiiiooo!! La hemos cagao!! Que cagada!!, que cagada!! Nos hemos dejado llevar por la ilusión!!!. ¿Qué le pasará a Buscasombras? Pienso mientras. Al llegar a su nivel me doy cuenta de la foto que tenía delante: la cima estaba lejos, bastante lejos, nos quedaba por delante toda la desagradable pala de Peñalara, justo lo que no queríamos, que pereza, ¡¡la hemos cagao!! ¡¡la hemos cagao!! ¿qué hacemos?

Enfrente tenemos el tubo Sur de Peñalara (no entiendo porque le llaman suroeste, cuando es sur), que bonito. Lo malo … es que hay que bajar para volver a subir. Parece que la cagada nos motiva, la pala de Peñalara es demasiado, no nos podemos quedar aquí. Nos decidimos pronto … el plan A (to’parriba) ha fallado, pasamos al plan B (to’pabajo) para luego poder volver a aplicar de nuevo el plan A (de nuevo … to’parriba), ja ja ja, un uno-gradista nunca se rinde, ¡¡cambia de plan y se acabó!! Esto formará parte de los momentos más grandes jamás vividos por los uno-gradistas.







Disfrutamos del tubo Sur, aprovechamos los últimos momentos y así llegamos a la cumbre, donde nos reencontramos con la Panda Montañera, ellos habían llegado antes que nosotros (… tanto cambio de plan tiene sus consecuencias), ya marchaban para el ‘encajonado’, no se cómo se les daría.

En la cumbre solo nos queda disfrutar de la ‘soledad’ que te puede dar Peñalara, ‘soledad’ abrumadora, ‘soledad’ sobrecogedora, ‘soledad’ … ¿Cómo coño puede haber siempre tanta gente en esta cima? No se si me equivoco, pero creo que es la cima más visitada en España.



Aquí, en el día de inauguración invernal, solo nos queda buscar nuestro hueco y disfrutar de las vistas y los placeres del yantar, todo regado, como no podía ser menos, como se merecen las grandes ocasiones, con algún caldo espumoso, … ya conocido de otras ocasiones.



Ya en el descenso, solo nos queda decidir por donde bajamos. Yo por evitar Dos Hermanas (equiparable a los Barrerones, el Minguete, … como una de las grandes fobias de un uno-gradista), me tiro por donde sea. Buscasombras no está por la labor, pero acabamos metidos en el Tubo Central, donde dejamos fichado para el futuro el tubo del Robot y el del Duro. Tiene nieve suficiente y se baja con gusto, incluso el pequeño resalte se pasa con comodidad. Buscasombras no termina de tener clara la elección tomada, pero … no queda otra, ja ja ja.









Ya de camino a la cervecita de homenaje, entre soniquetes, rimas y tarareos, disfrutamos de los últimos momentos de un bonito día de montaña, el cual quizás podamos tomar como el día donde los uno-gradistas se cruzan con la Panda Montañera, …



“Soy un trovadooooooooor ,
que sube al monte con ardooooooooooor,
…”


Ja ja ja ja ….
Trasgu’2010.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Los galayos: una vida en vertical.

6 de noviembre de 2010

“… el gran hito fundacional de la escalada es, sin duda, la ascensión de esta cumbre en 1933 por Teógenes Díaz y Ricardo Rubio, considerada inaccesible en su momento.”

Hay montañas que, a los que nos “dedicamos“ a esta gran afición, en algún momento, se meten en tu cabeza y parece todos los días tienes que pensar un rato en ellas, buscar alguna foto, leer alguna ruta. No te liberas de esta situación hasta que no vas allí y dejas esta carga en alguna de sus piedras.

Esto me ocurrió con los Galayos, montañas que desde hace mucho tiempo (años) he tenido la intención de conocer pero que por unos motivos u otros siempre fue dejando pasar. En los últimos 15 días se cruzaron en mi vida un par de descripciones que hicieron renacer esta inquietud, con una diferencia, tal y como comentaba en el párrafo anterior … los Galayos se habían metido en mi cabeza: no había día que no ‘releyera” algunas de las descripciones, que no buscara cual era la vía más fácil para subir al Gran Galayo, que no buscara, midiera, calculara los desniveles a ejecutar, que no pensara en cuanto tiempo necesitaría, …

Muchas veces había estado por la zona de la Laguna Grande y Almanzor, pero nunca por los Galayos.



Pongo fecha al evento: el fin de semana 6-7 de noviembre. La meteo me acota las opciones: solo el sábado 6, … “o lo haces ahora o probablemente te metas en invernal” pensaba los días anteriores.

Busco desesperadamente compañero de fatigas… está claro que esto estos especímenes cada vez son más difíciles de conseguir. No es fácil ser un uno-gradista.

Finalmente, después de darle infinidad de vueltas, tomo la decisión … allá vamos, despacito y con cautela, dispuesto al menos a ver ‘el espectáculo’ y decidir sobre la marcha hacia donde ir. El día me depararía una gran sorpresa no esperada.







Tiempo estimado: 6-7 h.
Desnivel acumulado: 1391 m.
Distancia: 12,59 km.
Nivel: Medio. Pequeñas trepadas (II-III). Agua hasta el Refugio. En invierno … mucho cuidado.







Solo tengo un día … madrugón!!!! A las 8 de la mañana ya estaba en Nogal del Barranco, que gustazo bajarse del coche en ese entorno, respirar ese frescor de la mañana, pensar que tienes todo el día por delante. Me calzo las botas, últimos preparativos, leo alguno de los carteles por allí instalados, foto de rigor a la cabra ibérica, dueña indudable de estas montañas, … estos momentos de inicio de ruta, donde mantienes todo el optimismo del mundo solo son entendibles por quien los ha vivido en algún momento. Además … hoy era uno de esos días grandes, de esos días que los recordarás toda la vida: iba a conocer los Galayos.



Inicialmente la ruta estaba clara: al refugio Victory, de allí al Gran Galayo, intentar la cima, para finalmente hacer la Mira por los Pelaos. A ver hasta donde llegamos.



La subida, constante, mantenida, sin dar sosiego, al principio es disfrutona, no obstante, el deseo de llegar a la cuerda de los Galayos me puede, prácticamente no hago parada alguna hasta la división entre la Apretura y las Zetas. Únicamente alguna foto, y la degustación del agua de alguna de las fuentes que uno se puede encontrar en el camino, interrumpen el ritmo constante. En este tramo fijo mi atención en el perfecto paisaje glacial formado en el actual cauce del rio Pelayo, con restos de las morrenas, la “V” perfecta formada por la erosión,...







Pronto, tomo la dirección hacia la Apretura, donde la pendiente, siempre pa’rriba, se acentúa. Aquí se pierde el camino, pero la dirección a seguir es marcada en todo momento por la pared de los Galayos a la derecha y el refugio Victory como meta a alcanzar, con el Torreón como referencia inconfundible.





He leído muchos calificativos para este entorno, pero hay uno que lo describe de forma inmejorable: ¡¡BRUTAL!! Es difícil encontrar una verticalidad mayor, impresiona mirar hacia arriba, impresiona ese mar de agujas, … uno percibe en el ambientillo que aquí se fraguó una parte importante del alpinismo en España, estamos en una de las cunas donde todo empezó hace 70-80 años, vías llenas de historia. El ambiente te envuelve.

Pocas cosas podían romper este misticismo, esta espiritualidad, … oigo una voz conocida, inconfundible,… esta voz sale de un grupo de montañeros que se están preparando para subir a una de las agujas del cordal, ... rápidamente me viene a la cabeza … ¡Avigamo fiiiiiilms! Me acerco y efectivamente, era el gran Avigamo, todo un ‘machaca’, me alegra verlo de nuevo. Intercambiamos algunas palabras, pronto continúo mi camino, antes me hace una oferta:”si quieres … ¿te unes a nosotros?” … joder … pienso … “no he traído equipo, vengo con las botas, …”, le contesto … cuando miro donde van a subir, se me acelera el ritmo cardiaco … pura adrenalina. Al bajar busco de forma inquieta donde están … ¡¡se te caen los … !! …





Sin dejar de pensar en la vía de Avigamo, todo el día los estaría buscando con la vista, continúo la subida al refugio Victory, al cual alcanzaré pronto. Desde aquí, busco la canal entre el Pequeño Galayo y el Torreón. En su entrada un grupo busca una de las vías del Pequeño Galayo, creo que era la Sur de la Apretura (IV), no estoy seguro, los observo un rato, cambio con ellos cuatro palabras y continuo por la canal, con el objetivo de alcanzar la cima del Gran Galayo. Aquí empieza la tensión.









Intento subir en todo momento de forma cauta, con todo el cuidado del mundo, intentado recordar y buscar todo lo leído. Subo pegado siempre a la pared izquierda, hasta donde prácticamente acaba la canal. Desde aquí emprendo una trepada de 8-10 m. con la parte final un tanto expuesta. Continúo porque tengo la seguridad de que es por aquí, nunca me lo hubiera imaginado.











Así alcanzo la espalda de los Galayos, donde termina la canal Reseca, algunos hitos me confirman que todo va bien. Aquí surgen todas las dudas del mundo. He leido de diversas fuentes que desde aquí se alcanza la cima del Gran Galayo. Observo una pequeña grieta, un par de pequeñas canales, … ninguna me da confianza … llegando finalmente al gendarme que indica el paso a la canal Seca. Aquí me siento 10 minutos.





Más allá no está la subida, debe de estar en los 150 m. que acabo de pasar. Repaso mentalmente esta última parte recorrido, consulto el mapa, intento una canal en el propio gendarme, nada esto no lleva a la cima, dejo la mochila en el gendarme y vuelvo para atrás, … ¿será esta otra? esta tenía un bolo encajonado, subo parte de ella, la cosa se complica bastante, … no puede ser … nadie había hablado de tanta dificultad, vuelvo a bajar retrocedo hasta el punto de salida a la canal reseca, vuelvo a buscar, solo me queda la grieta … no me voy sin intentarla. No dejo de consultar el altímetro, la cima está muy cerca, me encantaría poder llegar, derivo un poco a la derecha, entre otras cosas para evitar el patio, da yuyu, aquí todo mejora, parece que es la cima, llego arriba, miro alrededor … ¡¡es la cima!! ¡¡el Gran Galayo!! disfruto unos minutos de ella, pero el descenso no me deja estar tranquilo, además … había dejado la mochila tirada … más rápido de lo que hubiera deseado emprendo la bajada. Cuando llego de nuevo a la mochila, me siento y ‘degusto’ todo lo visto y vivido: ¡¡que gustazo!!.

Era más tarde de lo planificado, la búsqueda de la cumbre, me había hecho perder más tiempo del que había estimado, emprendo rápidamente camino de la mira. Al asomarme a la Canal Seca me sorprende la infinidad de manchas de nieve, todavía me sorprende más su dureza, parece cristal. Al principio es entretenido, finalmente resulta tedioso, aburrido. Finalmente, después de un sinfín de posturas, estirar pierna, agarrarme donde podía, … llego a la Puerta Falsa (al menos así creo que se llama). Desde allí, me doy cuenta que alcanzar la Mira me llevará más tiempo del que tenía pensado, decido renunciar a ella y aprovechar tranquilamente lo que me queda de día.





Repongo fuerzas en la puerta falsa, choricito de León (ja ja ja), un poquito de te caliente, unas uvas pasas, … parece que me voy reponiendo, observo el valle, algunos que suben para la Mira, … pero rápidamente fijo mi atención en el cordal de los Galayos: parece que los del Pequeño Galayo han llegado arriba, hay una cordada en mitad del Torreón (impresionante … el Torreón y la situación de esta cordada), otra cordada inicia otra vía en el mismo (por la canal que subí), … ¿y Avigamo? lo busco por la arista pero no lo localizo, en determinado momentos, en los ecos de las montañas, me parece escuchar su voz, pero es difícil diferenciarla.













Emprendo bajada al Victory donde haré la segunda parada. Otros 20 minutillos para ver que se cuece por allí. No hay nadie atendiendo el refugio, el cual se encuentra bastante ‘olvidado’, me llama la atención la plataforma para el helicóptero (hay que tener valor para posarse allí con semejante aparato), … a las horas que son, casi todo el que llega, muchos con el objetivo inicial de la Mira, renuncian a ella. Hasta aquí hemos llegado.









Me llama la atención Pelayo, así creo que se llamaba. Un niño (de … 6-7 años???? no podría asegurar la edad) acompañado de sus padres y su perro, muy guapo por cierto. Normalmente, llegados a estos niveles, la ruta constituye un sufrimiento para los niños, les cambia la cara. Pelayo era distinto, se lo estaba pasando en grande, lo disfrutaba. Tiene que emprender camino de bajada, con su pequeña mochila, no tiene problema … marcha el primero … ante la pregunta de su padre se muestra dispuesto a la ruta más difícil, bajar por la Apretura, las advertencias de su padre no le hacen cambiar de opinión, “vamos por allí”, finalmente su padre decide que será mejor bajar por las Zetas, lo cual tampoco le parece mal del todo. Al bajar todavía me cruzaré con él, todo un campeón, que cara de alegría, como disfrutaba. Enhorabuena Pelayo.

Al bajar por las Zetas solo me quedan dos cosas por hacer … admirar como han montado ese sendero (que bien currado está, toda una labor de integración medio-ambiental, ja ja ja) … y buscar de nuevo a Avigamo (esta vez creo que si lo localicé) … bufff!!!





Trasgu’2010. El último uno-gradista.