sábado, 22 de agosto de 2009

Peña Orniz: Cordal de las Morteras.

“Su cumbre es un premio de intensidades, por el cielo y por la tierra, que inundan el alma. Le falta la emoción de la aventura, pero tiene la emoción de lo grande, de lo grave, de lo bello...”
José Ramón Lueje.

Tiempo estimado: 6-7h.
Desnivel: 1250m.
Nivel: Alguna trepada en Torre Orniz y las Morteras (cima).
Sendero de montaña abrupto. En diversos tramos se pierde.
Agua: En el trayecto del Sil. Recomendable llevar agua.

Una vez que se va pasando el duro verano empezamos a volver a lo que viene siendo la rutina normal en nuestras vidas, dentro de la cual, se encuentran esas rutas que de vez en cuando nos ayudan a desconectar de la “cruda realidad”, permitiéndonos por unos momentos “abstraernos” de esos “grandes problemas” que solemos tener.

En este caso, de cara a retomar la actividad después de un periodo de “inactividad” buscamos una de esas rutas que sean “disfrutonas” sin que aquello se convierta en un martirio para nuestras todavía “tiernas piernas”.

Gracias a la descripción de José Ramón Lueje nos decidimos por una de esas montañas que teníamos pendiente, una de esas montañas de la que habíamos oído muchas veces, pero siempre había una “mejor”. Hoy era el día de Peña Orniz.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Allí nos dirigimos Xferaa y Trasgu: a ver que nos depara el día.

Puesto que no sabíamos cómo se nos daría el día, decidimos remontar el Rio Sil hasta las Fuentes del mismo, desde donde tomaríamos el cordal de las Morteras, el cual nos permitiría escapar por las Praderas de Cebolléu cuando los estimásemos oportuno.

La subida a las Fuentes del Sil se hace muy agradable, disfrutando de ese frescor tan anhelado en algunos días de este verano, de suave tintineo de las aguas, la transparencia de las mismas (que parece atraer nuestras miradas constatemente), … me recordaban aquel dicho: “El Miño lleva la fama y el Sil de da el agua” (todo nace aquí, de un pequeño Regacho).

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Únicamente un pequeño percance con unos mastines en la Majada de Covalancha rompería estos momentos de gozo: ¡¡que buenos guardianes son estos animales!!

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Ya arriba, con las fuentes secas (al menos en lo visible), toda nuestra atención se desvía al que hoy sería nuestro objetivo principal: Peña Orniz. Aquí un pequeño repecho (corto pero intenso), el cual nos recuerda que no veníamos de paseo, nos hace empezar a pagar el precio de poder disfrutar de las cimas (ya está bien de tanta contemplación).

Así alcanzamos la cumbre principal del cordal, desde donde nos paramos a intentar identificar todo lo que teníamos alrededor: la Ubiñas, Fontanes, Prau, Morronegro, Calabazosa, Montigüero, La Farrapona, Muxiven, … Recuerdo las palabras que un día comentara Buscasombras:

“Tu vas saliendo a la montaña por una zona, vas a un sitio, vas a otro, hasta que un día lo relacionas todo y eres capaz de formar el mapa completo en tu cabeza”.

Para alcanzar este punto en Somiedo (y alrededores) a mi me faltaba una pieza fundamental: Peña Orniz. Es la pieza central del puzle, a partir de la cual todas quedan unidas. Ahora ya la tengo.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Mientras Xferaa decide recuperar y disfrutar unos momentos de la Peña, mi vista se va hacía una pequeña arista, aparentemente disfrutona, con alguna que otra trepadina, que conduce a Torre Orniz. No puede dejarla allí: vamos a verla de cerca.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Una vez en la cima de Torre Orniz, recuerdo que hay algo que me falta. Uno de los objetivos de hoy era ver el Lago del Valle. ¡¡¡No lo veo por ningún sitio!!! Lo máximo que veo es la Laguna Congosto. Después de consultar mapa me doy cuenta que está bien guardado, no será tan fácil como pensaba. Bueno, mientras disfrutemos de todo lo demás (que no es poco).

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Una vez recuperado a Xferra, atacados por nubes de insectos, fffuuu! ffffuuu!! marchamos de forma rauda al Cuetalbo, siempre siguiendo el cordal. Una vez allí empezaríamos a decidir que hacíamos el resto del día.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

El descenso del Cuetalbo, ante la escasez de piedra suelta se agradece, llegando de esta forma al Collado de la Morteras.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

“¿qué hacemos?” la tentación de la cervecita nos empezaba a pasar por la cabeza, era el primer día, la autocomplacencia podía con nosotros, … yo ya me daba por satisfecho por hoy, no me importaba disfrutar del merecido refresco, pero en aquellos momentos de debilidad Xferaa, haciendo alarde de su entusiasmo por la montaña, ‘reflexiona’:

“tiiiiooo!! No seas cochaaaaaaaaaaaaambre!! tampoco es para tanto, ya estamos aquí, no nos podemos ir sin (como dice Buscasombras) ver que hay allí”
Total, con todo el Lorenzo en la cabeza, allí subimos: pa las Morteras (antes morir “asolanao” que ser un cochaaaaaaaaaaaaambre). Yo ya pienso que hay que bajar por el otro lado (no vuelvo patrás ni de coña!!) Veremos a ver como bajamos (no conocía la zona, solo tenía la imagen de la subida).

Hacemos un par de cumbres, todo muy bonito, el Lago del Valle sin aparecer (tan cerca y que bien escondido), así que ahora ya se sabe, “to pa bajo”.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Después de buscar la forma (por algún momento pensé que tenía que volver) desde la cumbre principal, pasado en "momento cagancho" (motivado por el cortado que bordeamos en la cumbre de las Morteras), nos ‘centramos’, localizamos donde estamos y decidimos buscar el collado de la Paredina.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

Allí, después de un par de intentos, encontramos la cuesta que baja al collado, con mucho cuidado vamos bajando poco a poco: buff!! Los matorrales pinchaban que mataban y cada tres pasos había que echar mano al suelo.

Yo en estos casos siempre pienso lo mismo (más de uno puede dar fe de ello):

“Está claro que los músculos de subir son distintos a los de bajar” (seguro que alguno me contestá por ahí con tratados de anatomía)

“y tu … ¿qué prefieres? ¿subir o bajar?” Xferaa siempre dice que prefiere subir (nunca terminaré de tenerlo claro).

En un momento de separación entre nosotros, nos cruzamos con un par de montañeros que andaban por la zona, intercambiamos opiniones (“¡¡estas montañas son dosmiles pero son bravas!!”, me dice uno de ellos), continúo to pa bajo. Cuando llega Xferaa le pregunto si había visto a los que subían, “si” me responde, “además, me preguntarón”:

“y tu … ¿qué prefieres? ¿subir o bajar?” a lo que Xferaa como siempre, les respondió muy serio, sin dudarlo que prefiere subir. Vaya, parece que “mis pensamientos” no son únicos, pensé con un amago de carcajada.

Peña Orniz: Cordal de las Morteras

De aquí al final, tomamos relajadamente el camino de vuelta, ya si, pensando en las cervecitas, fresquitas, con el botellín con hielo, uuummm!! si no fuera por estos momentos … todos los que andábamos por allí vamos confluyendo en el Sil, camino de La Cueta, donde llegamos paseando y recordando todo lo allí acontecido.

Trasgu, Agosto’09.

PD: Xferaa cómprate un gorro!! (son 9 leuritos)

1 comentario:

  1. Trasgu, te faltó la pregunta reina: "¿subiendo a la cima) no habremos subido mucho?".

    Y es que los hay que van tan a lo loco que temen pasarse la cumbre

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