jueves, 14 de abril de 2011

Tubo Encajonado en Peñalara.

¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
(Johann Wolfgang Goethe)

10 de abril de 2011. Track GPS de la ruta en wikiloc.

Probablemente fuera la última invernal del año, tampoco es que quedara mucho, pero había que aprovechar el fin del invierno. Aunque la primavera estuviera casi terciada, a algunos todavía nos gusta calificar las salidas como invernales, ¿cuenta como invernal?



Buscasombras, el Yeti y Trasgu, estamos allí de nuevo, en el aparcamiento de Cotos, buscando el último tubo, buscando la última invernal. Buscasombras derrocha optimismo, allí se presenta con sus botas rígidas, no fuera a haber nieve desde el mismo aparcamiento, las tendrá que sufrir durante la mitad del día. El Yeti algo parecido, con los pantalones de esquiar, por si se encontraba ventisca en el camino. El que suscribe, no era tan optimista (“estos se han vuelto locos”).

De nuevo no tenemos ruta prefijada, vamos a la búsqueda, a la búsqueda del tubo perfecto, a la búsqueda de las mejores condiciones, en este caso por las paredes de Claveles.

La subida, como siempre, entre comentarios, rápida, tanto como se puede, … la idea era llegar pronto al objetivo y pillar nieve lo mejor posible, en estas fechas pronto aprieta el calor y la situación se hace, al menos, incómoda.










Vamos buscando tubo, que si esta, que si la otra, aquella parece muy tumbada, aquella la hicimos hace poco, … parece que, cruzando Cinco Lagunas, nos encaminamos irremediablemente a Claveles, tampoco estaba mal, hacía tiempo que no visitábamos su cima.






Después de haber disfrutado de Cinco Lagunas, paradisíaco paisaje, en el cual se respira la tranquilidad, el suave fluir de las aguas del deshielo, el renacer en estas fechas de las flores, de la naturaleza, algo atrae nuestra atención, en especial la de Buscasombras.

















Allí arriba, un pequeño tubo, “encajonado”, entre dos grandes bloques, parecía darnos la oportunidad de pasar un buen rato. Era el “tubo encajonado”, ya había sido objetivo en otras muchas ocasiones, pero, por unos motivos u otros, nunca habíamos llegado a él. Hoy no se escaparía. Una bonita forma de terminar la temporada.












En el libro Escaladas Invernales, Desnivel, fuente del croquis anterior, lo describe como:
“Tubo encajonado, 45º a 60º
Piolets, crampones, puntos de seguro en hielo, friends.
Este itinerario recorre una canal que parte en dos un promontorio rocoso y debido a su encajonamiento está siempre helado.”




Esta vez cambiaríamos el hielo, por el mixto, por la roca y el barro, todo ello mezclado con la nieve. “¡¡Mixto huevo!!”.






Hasta llegar a tubo propiamente dicho, uno va entrando en calor, calienta “piernas”, trata de disfrutar de los pinchos que habrá de guardar hasta dentro de unos meses, quien puede suelta algún chascarrillo, quien no, se conforma con abrir la boca e inspirar todo lo que pueda, todo dentro de la ansiedad de llegar cuanto antes a la base del tubo, allí donde empieza, a ver que nos encontramos.





Ya en la base, Buscasombras lo describe perfectamente, estamos ante la teoría de la sandía: “mira que es grande una sandía, y lo difícil que resulta agarrarse a ella”.




El paso del resalte existente a mitad del tubo, tramo en mixmo, se convierte en algo comprometido, con pocos agarres, jugando con el centro de gravedad, la posición de las piernas y algún que otro equilibrio con los piolos, uno tras otro vamos pasando este enclave. Alguno no lo olvidará fácilmente, “¿se podía haber sacado cuerda?”, pues si, pero no se hizo. Decisiones que se toman en ese instante.










Después cada uno comenta la jugada con sus impresiones, llegan los inevitables momentos de autocomplacencia. Así alcanzamos, una vez más, la ya muy visitada cima de Peñalara, desde donde, sin siquiera hacer foto de cima, apremiados por los compromisos sociales que nos esperaban, más apremiantes para unos que para otros, decidimos emprender el descenso. Esta vez, el choricito nos lo comeríamos abajo con la cervecita encima de la mesa.










Un objetivo: evitar Dos Hermanas como sea, vaya pestiño. La ceja estaba peligrosa, no me gustaba. Había una salida fácil, a la vez que bonita y distinta, bajar por la suroeste, aunque sea sur directa, de Peñalara, bonito y directo, ¿qué más se le puede pedir?







En el descenso, apuramos la nieve hasta el final. Ya se acabó. Nos quitamos los pinchos, los miramos y … probablemente … a guardar.
Entre “mixto-huevo” y prisas volvemos a Cotos, donde todavía podemos disfrutar de la inevitable cervecita, esta vez acompañada de cecina, pistachos y, como no, choricito (esta vez de Carchalejo, no de León, descubrimiento de nuestra última salida por Gredos).

Ya podemos llevar las botas de invierno al zapatero. Hasta la próxima.

Trasgu, abril 2011.

3 comentarios:

  1. La subida muy buena. Y la vía de descenso de lo mejorcito.

    Por cierto, para los no iniciados en nuestros desvaríos: "Mixto-huevo" es una técnica que está muy relacionada con escalar en mixto sin cuerda, donde esta puede no sobrar.

    S2

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  2. Se os echa de menos por aquí...CAMPEONES!! Ya vuelvo pronto a las andadas...alguna ruta facilita??Hehehe

    S2

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  3. Mixto-huevo!! Mixto-huevo!! (todavía se me saltan las lagrimillas al acordarme)

    Sherpa de los Balcanaes!!!!! ya la estamos preparando, esperamos ansiosos tu regreso, sin ti la montaña nunca sera lo mismo!!!!

    S2

    Trasgu

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