“No hay camino
tan llano —replicó Sancho—, que no tenga algún tropezón o barranco; en
otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas; más acompañados y
paniaguados debe de tener la locura que la discreción.”
Miguel de
Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.
17 de mayo de 2014
Por las aventuras
y desventuras de Pedro y Trixquel, yo ya era conocedor de estas aficiones
barranquiles de algunos viejos conocidos. Hace años, por allá por Valporquero,
yo ya tuve mi bautismo en estas lides. Era evidente que en algún momento
tocaría lidiar en ellas de nuevo, sería difícil rechazar el ofrecimiento.
El ofrecimiento
llegó este sábado. Dadas las fechas en las que nos encontramos, a caballo entre
el invierno y el verano, donde uno no sabe muy bien dónde meterse o encaramarse,
la propuesta de Trixquel era, cuanto menos, atractiva. Pedro me lo pone “a
güevo”… el material para esta iniciación me lo presta él. No se podía rechazar.
La propuesta…
pues… hacer un cañón, también conocido como barranco. Concretamente nos propone
el barranco del Pincuejo o Quincoajo, en Caldas de Luna, precioso lugar donde
“gastar” una mañana, preciosa actividad donde invertir algo de energía… el
hermanamiento entre los Salamandra Canyon Club y los Uno-gradistas, toda una
fusión cultural!!
Allí, a los pies
de la iglesia, punto inconfundible en los pequeños pueblos leoneses, fijo cita
con Niblap y Trixquel. Dos amigos de Trixquel se nos unen, Alfonso y Jessi, los
conozco nada más llegar al pueblo. Allí nos estaban esperando, ya nos llevan
mucha ventaja en la “aclimatación” al entorno, cuando los veo pronto pienso que
tenían que ser ellos.
El entorno por
Caldas de Luna, en el macizo del Cirbanal, ya me resulta conocido de hace unos
años, cuando fui a conocer aquel cordal. La
cuesta inicial me resulta conocida … es algo que hay que pasar.
Pronto, después
de perder la altura necesaria, ya por el valle del Pincuejo, nos encontramos a
orilla del arroyo, aquí empieza lo bueno.
El barranco es
impresionante, muy encajado, con grandes paredes de alturas superiores a los 50
metros, donde la belleza de ver los pájaros volando entre tales paredes, a
media altura de las mismas, es algo imposible de describir, continuos pequeños
destrepes y rápeles cortos de no más de 15 metros componen la receta perfecta
para un disfrutar de este día.
Si a tal marco de
la naturaleza uno le suma la presencia de Trixquel… la experiencia puede
alcanzar unas cotas de autocomplacencia difíciles de entender por cualquier de
los mortales que no estuviera allí. Trixquel es todo un personaje: que
imaginación emana para cualquier problema que se le pueda presentar, todo un
dechado y colección de archiperres, la gran mayoría de creación propia, en todo
un alarde de dedicación y creatividad a disposición de sus necesidades.
Los “artilugios”
desplegados varían desde la bolsa de la cuerda, para llevarla toda recogidina a
necesidad del usuario, hasta el kit de limpieza de la gota del objetivo de la
cámara, presente en todas las fotos en barrancos, pasando por el mítico
“destrepeitor” … utensilio de utilidad sin igual, con el que uno deja de
“jugarse” la vida en esos “destrepes” tontos de un par de metros, donde el
sacar la cuerda puede dar pereza pero tienen su aquel para no “eslomarse” sin
pretenderlo. Un tipo digno de observación.
Alfonso y Jessi …
con la compañía de Thor… en este caso en calma y reposada espera en el
vehículo, se manejan en todo momento con destreza y soltura. Es obvio que a
este asunto ya le han pegado antes, más de un barranco llevan a lomos. Muy
agradable su compañía en todo momento.
En conclusión, un
nuevo mundo abierto, nuevas actividades a la vista para disfrutar de nuestras
montañas, nueva gente conocida con la que algún otro día volveremos a coincidir
en Dios sepa que montaña, una nueva mañana disfrutada entre amigos… de nuevo … un bonito día de montaña, otra
montaña.
En alusión al
gran Carmar… Salud y montaña!!
Trasgu, 2014.
PD … como en
otras ocasiones volvimos a tener pequeño incidente con el medio de locomoción …
vaya rachita llevamos!! Afortunadamente todo se solucionó pronto, endulzado por
la grata compañía de los allí presentes.
Fotos de Trixquel y Niblap.
Fotos de Trixquel y Niblap.
Barranquismo; un huevo colgando y el otro lo mismo. ten cuidado con descubrir nuevos vicios. Vaya chulada de actividad. Salud.
ResponderEliminareeeeeeeeeeeeeiiinnn!! Cacahuetes!!!! jajajajaja ...
Eliminarla clave está en colocarselos bien!!
Nuevas espectativas se descubren en nuestras vidas ...
Un abrazo.
Trasgu.
Muy buenas y encajonadas fotos de una actividad fuera de vuestra normalidad. No está mal remojarse de vez en cuando, y con asombro comprobar que no se encoge uno. Salud y Montaña.
ResponderEliminarUna nueva e intrépida aventura. A disfrutar
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