Cumpleaños ... en la Canal de la Ceja

Llegado el invierno, el reportaje de Buscasombras sobre la Canal de la Ceja,
(leed primero ... "La Canal de la Ceja")me trae a la memoria una historia
a desempolvar ... las fechas son adecuadas.

Ahí os la dejo.

Trasgu'09.

*Lo que parecía un bonito día infernal ....*

Lo que parecía un bonito día infernal se convirtió en un maravilloso regalo
de cumpleaños para Trasgu y para Buscasombras.

Tras recorrer los kilómetros de puerto inmersos a ratos en niebla, a ratos
en una flojilla ventisca, todo aderezado con la sal de los quitanieves que
nos cruzábamos, a las 8:40 salíamos del aparcamiento de Cotos con más frio
que ilusión. Entre la niebla, ayudados por el cable que la bordea, somos
unos de los pocos que son conscientes de llegar a la laguna de Peñalara.
Suponemos que sigue allí.



Tras contestar a algunos colegas un poco más desorientados de lo normal, y
tras ver como confirman que la Ley de la Gravedad sigue ahí, decidimos
ponernos los pintxos para bordear la laguna por su derecha y buscar la
entrada al Corredor de la Ceja.

Entre la niebla aparece algo que se le parece, puede serlo, puede ser otra
cosa. Podría. Vemos una pareja "muy técnica" preparándose en la boca del
corredor, mientras con dudas decidimos subir a ver de que se trata. No lo
parece pero se le parece. Nos adelantamos a la pareja. Los primeros metros
transcurren al ritmo del crepitar de los crampones a ratos contra la roca a
ratos sobre algo de hielo (muy poco) mientras el piolo se clava sobre la
nieve recién caída. Una vez dentro nos damos cuenta de algo excepcional,
somos los primeros. Después del temporal nos toca el honor de trazar la
línea de la ascensión. De decidir donde poner cada pie y cada piolet. Pero
también los primeros en caer entre las rocas tapadas por la nieve o de
resbalar sobre la roca helada o el hielo podrido que reinan en el corredor.

El primer resalte lo negocia Trasgu entrando de derechas a izquierdas y
saliendo nuevamente a derechas, asomandose al cortado que lleva al Tubo
Central. Tras un "ya puedes" salgo de mi refugio entre las rocas que me
resguardaban de lo que pudiera caer y me preparo para el segundo, que me
toca a mi. La escasa nieve hace que aparezca como un diedro tumbado untado
de aceite. Con el piolo busco una muesca en la roca que hay en algunos
puntos debajo de la nieve. Clack, parece que muerde, me impulso y pruebo y
zas, saltó. No llega a susto pero no mola. Vuelvo a la prospección, sin
exito rasco la roca con el hierro, hasta que tirando un poco más arriba
logro que muerda en una capa de nieve-hielo profunda de la nevada anterior.
Perfecto, creo que esto aguantará. Impulsito, un ummmfffff, y ya. Pie a la
roca de la derecha y en dinámico tiro el pie izquierdo al otro lado.
Ufffff!!!. En piolo ancla subo "p'arriba".



El diedro tiene su salida protegida por un campo de nieve, en el que uno se
hunde hasta la cintura, y una serie de rocas que aparecen a la altura del
pecho. Pruebo por la derecha, no. Pruebo por la izquierda peor. "Dale, que
estos vienen"- me grita Trasgu. Tras una breve comprobación de lo que
sucede debajo de nosotros, tomo fuerzas de "mecago-en-toh" y tirando el pie
a la pared de la derecha y en esta ocasión el piolo en nieve por debajo de
las rocas, logro superar el resalte amarrándome también a la roca con la
mano izquierda. Ahora ya sólo restan tres metros hasta llegar a zona segura
y es el turno de Antonio, que en nada me alcanza. Fotos, alegría y a seguir.



El último resalte, por las condiciones del terreno no fue tal y se superó
con la "ming....", aunque sin ver nada por la niebla. Lo dicho, un infierno.



"Tamos" en el plató de la Ceja, en el que aprovechando el momento de típica
autocomplacencia nos alcanzan "los técnicos" y también un colega. Los
técnicos tiran para algo propio de sus características en la zona de
2Hermanas. Nosotros, seguidos por el colega, nos dirigimos a la Ceja (no
sabemos si está formada, estamos casi en ella y no se ve). Tras un
interminable paseo entre rocas llegamos a una pala un poco pindia formada
por nieve casi transformada por el viento. Entre fotos el colega nos
adelanta y nos anuncia su llegada al borde de la incipiente cornisa con un
"jodeeeerrr, que vendaval". Bingo, es la Ceja, o lo será.

Unos metros y comprobamos que aunque no era agradable tampoco era para
tanto. Eso si, casi para pinguinos, pero "somos de León, coj...nes".

Nada de alegrías, hay que buscar un refugio y darnos a la ceremonia del te
calentito. Trasgu busca unas rocas y "pa'lla".





Lo siguiente fue decidir seguir a la cima para ver si entrenábamos un poco y
de paso esperar a ver si abría el día, aunque sin mucha convicción. Tras la
tipicamente jadenate subida a Peñalara en medio de un viento helador
llegamos a la cima y, como regalo empiezan a abrirse las nubes. Las Cabezas,
la Bola,... emergiendo entre algodones y un increíble mar de nubes en
Castilla.









Antes de comenzar el descenso pensando ya en las cervecitas, decidimos
sentarnos a contemplar este maravilloso espectáculo mientras comemos un
poco de salchichón.

¿no es un buen regalo de cumpleaños un día así?

Buscasombras'08