Picadas y las Revueltas o Zetas

Esta ruta está tomada del más que recomendable blog de Alakan. Se trata de una excelente propuesta que se desarrolla en la zona del embalse de Picadas, uno de los más bellos paisajes de la Comunidad de Madrid (creo que me repito con esta frase, pero es que ya hay unos cuantos sitios que también lo merecen); y aúna bellos paisajes, entretenidas bajadas, senderos, algo de empuja-bike (cortito), subida larga, etc. y como punto gratificante la bajada conocida como Las Revueltas o Las Zetas (Las Zetas de Picadas). El tramo que se hace a orillas del embalse, siendo repollo, es delicioso.
El único “pero” es que la ruta termina en subida, pero se puede acortar dejando el coche en las inmediaciones del embalse.




La ruta
* Distancia: 34,5 km
* Desnivel: 800m
* Dificultad física: Media
* Dificultad técnica: Media. Las Zetas están muy erosionadas en la trazada: Escalones de hasta 25 cm, piedras fáciles y algunos jardines de piedra grande o pequeñas bañeras de roca-tierra. Confianza en la suspensión delantera.
* Época recomendada del año: Otoño, primavera. A primeras horas del día el agua es como un espejo.
* Reseña original: blog de Alakan.
* Fotos: J. Messnertegui




La ruta parte de Navas del Rey por la M-855 buscando la carretera que se dirige a la urbanización de El Morro, que sale a la izq. al poco de abandonar el pueblo. Luego, en unos minutos tomaremos la primera pista de tierra que sale a nuestra derecha, el bien marcado Camino de Bajondillo, que nos llevará al embalse si seguimos siempre las bifurcaciones más evidentes. Así, al llegar a los pinos que anticipan la rivera, comenzaremos un empinado descenso por terreno erosionado por las lluvias pero en el que su única dificultad es su pronunciada pendiente.
Ya en el embalse tomaremos una senda muy perdida que discurre pegada a la orilla y que poco a poco se irá separando de esta para dejarnos en lo alto del Cerro del Morro. Desde este punto descenderemos por pista al embalse de Picadas donde tomaremos la cómoda Vía Verde que veíamos al otro lado del embalse y que nos lleva hasta la depuradora.









Pasando bajo el arco del puente comenzaremos la larga subida del día. Primero ciclaremos trabajosamente por asfalto y luego, desviándonos en una pronunciada curva a izq., continuaremos por ancha pista de tierra (cañada) que irá suavizando su dureza con el paso de los kilómetros.
Primero veremos como a nuestra derecha sale una pista que nos permitiría alcanzar las zetas directamente. Luego, por nuestra izq. se une otra pista que no tomaremos. Nosotros continuaremos hasta dejar atrás el cerro de Valdenoches con sus antenas y llegar a un marcado cruce donde un cartel marca la Senda de Valdenoches, que seguiremos hasta el collado, con maravillosas vistas del valle del Alberche y de la Sierra de Guadarrama.







Desde este punto tomamos la pista de tierra que baja veloz entre pinos que, tomando el primer desvío a la derecha, nos deja en otra pista que mantiene altura en busca del Cerro de las Mucas, al que llegaremos por un desagradable pero corto cortafuegos.
Aquí comienza la bajada de las revueltas o zetas que, junto con las vistas del embalse de Picadas, son el gran aliciente de la ruta. Se trata de casi 300 metros de desnivel con curvas cerradas, bien trazadas y correctamente peraltadas. Un sendero amplio (para ser sendero) trazado entre vegetación, con una pendiente sostenida que no te hace sentir que desperdicias la energía acumulada en cada pedalada de subida. Nosotros las encontramos muy deterioradas en los tramos rectos, con trazadas quizás de motos, y muy erosionadas por las lluvias. Mucha piedra en la trazada y bastantes escalones fáciles. Las curvas en perfecto estado, excepto alguna rama intrusiva y la salida de alguna curva rota y con piedras, a la que se caía ciego antes de enderezar la bici. En resumen, todo un disfrute para las suspensiones sin necesidad de alardes técnicos más allá de descargar la rueda delantera en los campos de piedras.
Al final de las zetas se llega a las casas del pueblo de Pelayos de la Presa, donde tomaremos pistas que pasan a ser una agradable senda buscando el paso entre la carretera y el cerro del Cubo, para así llegar a la depuradora tras cruzar por encima del puente bajo el cual pasamos al principio de la subida.
Desde aquí volveremos por la Vía Verde y regresaremos al Cerro del Morro desde donde, siempre en subida, regresaremos al punto de partida.