lunes, 20 de septiembre de 2010

La laguna del Operante por Peñalara y Claveles, y vuelta por el Reajo Malo, la Hoya de Pepe Hernando y el Camino del Palero

Una vez más hay que decir que la muy transitada sierra de Guadarrama esconde “tesoritos” de encanto y belleza significativos. Quizás no hay mejor que forma de esconder un tesoro que junto a otro mayor. Por ello, teniendo Peñalara, el cerro de los Claveles y todas las lagunas del macizo, es difícil reparar en la remota y modesta Laguna del Operante, a pesar de estar situada en un balcón de excepción para contemplar el valle del Lozoya. Al estar apartada de las sendas principales, este enclave es uno de los puntos más solitarios del macizo, al que se accede, como mejor ruta, desde la laguna de los Pájaros siguiendo su desagüe, del que forma parte.
Por otra parte tenemos el atractivo del tupido valle del Lozoya, surcado por intemporales sendas con encanto, algunas de ellas en franco abandono.



Así, la primera parte de esta ruta es la clásica Cotos – Peñalara – Claveles – Cerro de los Pájaros – Laguna de los Pájaros, pero el retorno, en lugar de hacerlo por la también clásica meseta glaciar que transcurre por Cinco Lagunas y llega a la Laguna de Peñalara, lo hace:

* Primero siguiendo el desagüe de la Laguna de los Pájaros descendiendo hasta la Laguna del Operante. Desde este punto se irán a buscar las sendas que desembocan en el Camino Palero.
Desde la Laguna del Operante hasta la Hoya de Pepe Hernando se trata de un tramo antiguamente “hitado”, pero que en la actualidad está muy perdido. Aproximándonos a la pista que termina en las inmediaciones del arroyo Brezal (WP Senda Brezal) encontraremos una senda mínimamente hitada que nos llevará a la senda de subida al puerto de Cotos.

* Y segundo, siguiendo esta esquiva senda que, en general, está marcada con hitos (muy tímidos). Esta senda mantiene cota entre los 1730 y los 1850m y transcurre por denso bosque. En algunos tramos se ha abrir paso entre las ramas de los pinos ayudados por nuestra fe.
Llegados a la Hoya de Pepe Hernando bajaremos a cruzar el curso que desagua de la Laguna de Peñalara y subiremos a buscar el Camino Palero por el que cómodamente, y sin pérdida (ni temor a ella), llegaremos al Pto. De Cotos (entre los WPs ZM1 y ZM2 el camino está bastante perdido).
En resumen, una ruta completa y bonita, pero muy dura por lo difícil de la orientación en el tupido bosque de la falda de Peñalara.
Nota. En algunos mapas aparecía la zona como Reajo Malo.

La ruta en datos• Desnivel: 1000m
* Desnivel: 931m
• Distancia: 16km
• Agua: En las lagunas, en los arroyos con reservas por salmonela por el ganado que pasta en la zona de las lagunas.
• Dificultad Física: media
• Dificultad técnica: nivel Infierno
* GPS ruta: J. Mssnertegui en Wikiloc
• Tipo de terreno: La zona de Claveles es de roca con algún paso aéreo, a la que se accede por un corto canchal de bloques de aprox. 1m. Antes y después tenemos varios canchales formados por rocas de menor tamaño. Pasada la laguna del Operante el terreno se complica y se hace difícil la orientación por lo tupido del bosque. En ocasiones parece haber trazas de viejos hitos. Metidos de lleno en el bosque se encuentran ocasionales hitos que nos ayudarán allí donde nuestro instinto falle. En general saldremos arañados como si nos hubiéramos sentado sobre un gato.



La ruta
Abrí el mapa 1:25k de la sierra de Guadarrama y rápidamente se me fue la vista a una zona que siempre había llamado mi atención por las pocas reseñan existentes (que ya es raro en esta zona) por lo inaccesible de sus tupidos bosques poblados de enormes pinos, por el recuerdo de unas sendas no reseñadas en mapa alguno con cuyo inicio en más de una ocasión me había topado, etc., y en general por el deseo de saber cómo es una zona por mi desconocida, que creo que es lo que nos motiva.
Así que casi de forma natural me surgió la idea de enlazar Peñalara, Claveles, lag. De los Pájaros, Lag. Del Operante y volver al puerto por las sendas situadas por encima del Camino del Palero.

Llegué al puerto de Cotos al poco de amanecer, cuando el sol ya empezaba con fuerza a calentar el día. Quizás por miedo a las temperaturas me preparé en unos pocos minutos, lo que hubiera hecho las delicias del Trasgu, y salí a buen ritmo para hacer la subida típica de verano por las zetas. El camino hasta Peñalara transcurrió desde la introspección típica de la soledad. Es increíble como rinde el coco del montañero acompañado cuando solo le visita un viento siempre desde lejanos rincones del recuerdo.
En monótono caminar llego por sorpresa a Peñalara y allí recobro la conciencia para salir en dirección a Claveles. Es un día de diario y se escuchan raros ecos de soledad, muy preciados en estas montañas: Un cencerro, una lejana conversación, el vuelo de los cuervos…. Miro hacia atrás y como en otras ocasiones surgen compañeros (no son ficticios, que no soy Messner) que parecen buscar compañía al atravesar los riscos. La verdad es que uno se siente arropado al escuchar a otro a unos metros. Somos tres a los que se nos escuchan los resuellos en cada trepada, los hip-hip al saltar de piedra en piedra por el canchal, las sueltas de aire al terminar los pasos aéreos. Somos tres los que descendemos por el diedro tumbado. Somos tres lo que nos separamos sin mediar más que un “hola”. Somos tres, compañeros por 150m.
Ya en la laguna de los Pájaros veo la bajada a la laguna del Operante. Praderas y piornos se alternan en un paisaje salteado de vacas, y de sus olorosas “huellas”. Es un tramo feliz que nos lleva a la laguna, que en verano es poco más una charca de sabana rodeada de unas vistas maravillosas.
Mirando al valle me giro a la derecha y hacia el SurSurOeste encuentro un curso de agua que usaré para ayudarme a orientarme al principio. Enseguida creo ver viejos hitos (mantendré el creo, porque como bien dice Trasgu me deberían llamar Buscahitos por mi conocida eficacia/alegría en identificarlos) que me animan seguir una dirección en bajada o en flanqueo a la derecha en un terreno repleto de rocas, piedras, piornos, zarzas y pedreras hacen de este tramo un infierno de incertidumbre. Para animarme recompongo la visión mental del valle, recordando donde deberían de estar la pista y el conjunto de sendas con las que me había topado hace un año en bici y que a las malas serían la vía de escape. Eso sí, bajando en dir. Rascafría hasta casi al principio del puerto.
Entrando en el bosque tengo que abrirme paso entre la “fronda” de pinos, zarzas y de algo parecido a enebros. De vez en cuando un pequeño claro, de no más de 10 metros, parece que marca una salida que no hace más que llevarme a otro muro de vegetación. Me dejo llevar por el instinto que hoy es mi mejor aliado al no haber volcado en el GPS ninguna posición de la zona. Para colmo, el plan inicial de seguir el algún curso de agua es inviable dado lo exuberante de la vegetación.
Cuando todo parece perdido (creo que me era aplicable a mi) encuentro un hito y el principio de algo parecido a una senda, que en unos 50m pasa a serlo claramente. Estaba en la zona marcada como “Senda Berzal”. Tapada por agujas de pino, por ramas caídas y desdibujada por el olvido esta senda nos llevará si tenemos mucho cuidado y gran tesón hasta la Hoya de Pepe Hernando en un camino muy difícil de seguir, con zonas en las que hemos de girar 90º y subir perpendicularmente a la pendiente para ganar su continuidad, tendremos que abrirnos paso con las manos, con los bastones y casi gatear para avanzar.
Ya en la Hoya tendremos que cruzar los cursos de agua que son el desagüe de la laguna de Peñalara y subir por el otro lateral en busca del Camino del Palero o de alguna de las sendas que de él derivan, que encontramos trazando un rumbo de corte entre zarzas, pinos y helechos.
Llegados al Palero tendremos que remontar sufridamente el camino para llegar a Cotos por unos bosques con sendas fáciles y agradables.






En resumen, una ruta muy completa para todo aquel que quiera visitar los famosos hitos que son Peñelara, Claveles y la Laguna de los Pájaros, y conocer una zona muy poco transitada y de gran belleza, pero marcada por las dificultades físicas que supone un bosque prácticamente impenetrable y la técnica de una complicada orientación.

3 comentarios:

  1. glup!! glup!!

    que infierno!!! ja ja ja ja

    que relato más guapo t'as currao.

    Dos párrafos me encantan ....

    Llegué al puerto de Cotos al poco de amanecer, cuando el sol ya empezaba con fuerza a calentar el día. Quizás por miedo a las temperaturas me preparé en unos pocos minutos, lo que hubiera hecho las delicias del Trasgu, y salí a buen ritmo para hacer la subida típica de verano por las zetas. El camino hasta Peñalara transcurrió desde la introspección típica de la soledad. Es increíble como rinde el coco del montañero acompañado cuando solo le visita un viento siempre desde lejanos rincones del recuerdo.

    y el de los tres personajillos del relato ...

    mu bueno tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiooo!!!

    Enhorabuena.

    S2

    Trasgu

    ResponderEliminar
  2. Es increíble como rinde el coco del montañero acompañado cuando solo le visita un viento siempre desde lejanos rincones del recuerdo.

    Que bueno.

    ResponderEliminar