domingo, 7 de noviembre de 2010

Los galayos: una vida en vertical.

6 de noviembre de 2010

“… el gran hito fundacional de la escalada es, sin duda, la ascensión de esta cumbre en 1933 por Teógenes Díaz y Ricardo Rubio, considerada inaccesible en su momento.”

Hay montañas que, a los que nos “dedicamos“ a esta gran afición, en algún momento, se meten en tu cabeza y parece todos los días tienes que pensar un rato en ellas, buscar alguna foto, leer alguna ruta. No te liberas de esta situación hasta que no vas allí y dejas esta carga en alguna de sus piedras.

Esto me ocurrió con los Galayos, montañas que desde hace mucho tiempo (años) he tenido la intención de conocer pero que por unos motivos u otros siempre fue dejando pasar. En los últimos 15 días se cruzaron en mi vida un par de descripciones que hicieron renacer esta inquietud, con una diferencia, tal y como comentaba en el párrafo anterior … los Galayos se habían metido en mi cabeza: no había día que no ‘releyera” algunas de las descripciones, que no buscara cual era la vía más fácil para subir al Gran Galayo, que no buscara, midiera, calculara los desniveles a ejecutar, que no pensara en cuanto tiempo necesitaría, …

Muchas veces había estado por la zona de la Laguna Grande y Almanzor, pero nunca por los Galayos.



Pongo fecha al evento: el fin de semana 6-7 de noviembre. La meteo me acota las opciones: solo el sábado 6, … “o lo haces ahora o probablemente te metas en invernal” pensaba los días anteriores.

Busco desesperadamente compañero de fatigas… está claro que esto estos especímenes cada vez son más difíciles de conseguir. No es fácil ser un uno-gradista.

Finalmente, después de darle infinidad de vueltas, tomo la decisión … allá vamos, despacito y con cautela, dispuesto al menos a ver ‘el espectáculo’ y decidir sobre la marcha hacia donde ir. El día me depararía una gran sorpresa no esperada.







Tiempo estimado: 6-7 h.
Desnivel acumulado: 1391 m.
Distancia: 12,59 km.
Nivel: Medio. Pequeñas trepadas (II-III). Agua hasta el Refugio. En invierno … mucho cuidado.







Solo tengo un día … madrugón!!!! A las 8 de la mañana ya estaba en Nogal del Barranco, que gustazo bajarse del coche en ese entorno, respirar ese frescor de la mañana, pensar que tienes todo el día por delante. Me calzo las botas, últimos preparativos, leo alguno de los carteles por allí instalados, foto de rigor a la cabra ibérica, dueña indudable de estas montañas, … estos momentos de inicio de ruta, donde mantienes todo el optimismo del mundo solo son entendibles por quien los ha vivido en algún momento. Además … hoy era uno de esos días grandes, de esos días que los recordarás toda la vida: iba a conocer los Galayos.



Inicialmente la ruta estaba clara: al refugio Victory, de allí al Gran Galayo, intentar la cima, para finalmente hacer la Mira por los Pelaos. A ver hasta donde llegamos.



La subida, constante, mantenida, sin dar sosiego, al principio es disfrutona, no obstante, el deseo de llegar a la cuerda de los Galayos me puede, prácticamente no hago parada alguna hasta la división entre la Apretura y las Zetas. Únicamente alguna foto, y la degustación del agua de alguna de las fuentes que uno se puede encontrar en el camino, interrumpen el ritmo constante. En este tramo fijo mi atención en el perfecto paisaje glacial formado en el actual cauce del rio Pelayo, con restos de las morrenas, la “V” perfecta formada por la erosión,...







Pronto, tomo la dirección hacia la Apretura, donde la pendiente, siempre pa’rriba, se acentúa. Aquí se pierde el camino, pero la dirección a seguir es marcada en todo momento por la pared de los Galayos a la derecha y el refugio Victory como meta a alcanzar, con el Torreón como referencia inconfundible.





He leído muchos calificativos para este entorno, pero hay uno que lo describe de forma inmejorable: ¡¡BRUTAL!! Es difícil encontrar una verticalidad mayor, impresiona mirar hacia arriba, impresiona ese mar de agujas, … uno percibe en el ambientillo que aquí se fraguó una parte importante del alpinismo en España, estamos en una de las cunas donde todo empezó hace 70-80 años, vías llenas de historia. El ambiente te envuelve.

Pocas cosas podían romper este misticismo, esta espiritualidad, … oigo una voz conocida, inconfundible,… esta voz sale de un grupo de montañeros que se están preparando para subir a una de las agujas del cordal, ... rápidamente me viene a la cabeza … ¡Avigamo fiiiiiilms! Me acerco y efectivamente, era el gran Avigamo, todo un ‘machaca’, me alegra verlo de nuevo. Intercambiamos algunas palabras, pronto continúo mi camino, antes me hace una oferta:”si quieres … ¿te unes a nosotros?” … joder … pienso … “no he traído equipo, vengo con las botas, …”, le contesto … cuando miro donde van a subir, se me acelera el ritmo cardiaco … pura adrenalina. Al bajar busco de forma inquieta donde están … ¡¡se te caen los … !! …





Sin dejar de pensar en la vía de Avigamo, todo el día los estaría buscando con la vista, continúo la subida al refugio Victory, al cual alcanzaré pronto. Desde aquí, busco la canal entre el Pequeño Galayo y el Torreón. En su entrada un grupo busca una de las vías del Pequeño Galayo, creo que era la Sur de la Apretura (IV), no estoy seguro, los observo un rato, cambio con ellos cuatro palabras y continuo por la canal, con el objetivo de alcanzar la cima del Gran Galayo. Aquí empieza la tensión.









Intento subir en todo momento de forma cauta, con todo el cuidado del mundo, intentado recordar y buscar todo lo leído. Subo pegado siempre a la pared izquierda, hasta donde prácticamente acaba la canal. Desde aquí emprendo una trepada de 8-10 m. con la parte final un tanto expuesta. Continúo porque tengo la seguridad de que es por aquí, nunca me lo hubiera imaginado.











Así alcanzo la espalda de los Galayos, donde termina la canal Reseca, algunos hitos me confirman que todo va bien. Aquí surgen todas las dudas del mundo. He leido de diversas fuentes que desde aquí se alcanza la cima del Gran Galayo. Observo una pequeña grieta, un par de pequeñas canales, … ninguna me da confianza … llegando finalmente al gendarme que indica el paso a la canal Seca. Aquí me siento 10 minutos.





Más allá no está la subida, debe de estar en los 150 m. que acabo de pasar. Repaso mentalmente esta última parte recorrido, consulto el mapa, intento una canal en el propio gendarme, nada esto no lleva a la cima, dejo la mochila en el gendarme y vuelvo para atrás, … ¿será esta otra? esta tenía un bolo encajonado, subo parte de ella, la cosa se complica bastante, … no puede ser … nadie había hablado de tanta dificultad, vuelvo a bajar retrocedo hasta el punto de salida a la canal reseca, vuelvo a buscar, solo me queda la grieta … no me voy sin intentarla. No dejo de consultar el altímetro, la cima está muy cerca, me encantaría poder llegar, derivo un poco a la derecha, entre otras cosas para evitar el patio, da yuyu, aquí todo mejora, parece que es la cima, llego arriba, miro alrededor … ¡¡es la cima!! ¡¡el Gran Galayo!! disfruto unos minutos de ella, pero el descenso no me deja estar tranquilo, además … había dejado la mochila tirada … más rápido de lo que hubiera deseado emprendo la bajada. Cuando llego de nuevo a la mochila, me siento y ‘degusto’ todo lo visto y vivido: ¡¡que gustazo!!.

Era más tarde de lo planificado, la búsqueda de la cumbre, me había hecho perder más tiempo del que había estimado, emprendo rápidamente camino de la mira. Al asomarme a la Canal Seca me sorprende la infinidad de manchas de nieve, todavía me sorprende más su dureza, parece cristal. Al principio es entretenido, finalmente resulta tedioso, aburrido. Finalmente, después de un sinfín de posturas, estirar pierna, agarrarme donde podía, … llego a la Puerta Falsa (al menos así creo que se llama). Desde allí, me doy cuenta que alcanzar la Mira me llevará más tiempo del que tenía pensado, decido renunciar a ella y aprovechar tranquilamente lo que me queda de día.





Repongo fuerzas en la puerta falsa, choricito de León (ja ja ja), un poquito de te caliente, unas uvas pasas, … parece que me voy reponiendo, observo el valle, algunos que suben para la Mira, … pero rápidamente fijo mi atención en el cordal de los Galayos: parece que los del Pequeño Galayo han llegado arriba, hay una cordada en mitad del Torreón (impresionante … el Torreón y la situación de esta cordada), otra cordada inicia otra vía en el mismo (por la canal que subí), … ¿y Avigamo? lo busco por la arista pero no lo localizo, en determinado momentos, en los ecos de las montañas, me parece escuchar su voz, pero es difícil diferenciarla.













Emprendo bajada al Victory donde haré la segunda parada. Otros 20 minutillos para ver que se cuece por allí. No hay nadie atendiendo el refugio, el cual se encuentra bastante ‘olvidado’, me llama la atención la plataforma para el helicóptero (hay que tener valor para posarse allí con semejante aparato), … a las horas que son, casi todo el que llega, muchos con el objetivo inicial de la Mira, renuncian a ella. Hasta aquí hemos llegado.









Me llama la atención Pelayo, así creo que se llamaba. Un niño (de … 6-7 años???? no podría asegurar la edad) acompañado de sus padres y su perro, muy guapo por cierto. Normalmente, llegados a estos niveles, la ruta constituye un sufrimiento para los niños, les cambia la cara. Pelayo era distinto, se lo estaba pasando en grande, lo disfrutaba. Tiene que emprender camino de bajada, con su pequeña mochila, no tiene problema … marcha el primero … ante la pregunta de su padre se muestra dispuesto a la ruta más difícil, bajar por la Apretura, las advertencias de su padre no le hacen cambiar de opinión, “vamos por allí”, finalmente su padre decide que será mejor bajar por las Zetas, lo cual tampoco le parece mal del todo. Al bajar todavía me cruzaré con él, todo un campeón, que cara de alegría, como disfrutaba. Enhorabuena Pelayo.

Al bajar por las Zetas solo me quedan dos cosas por hacer … admirar como han montado ese sendero (que bien currado está, toda una labor de integración medio-ambiental, ja ja ja) … y buscar de nuevo a Avigamo (esta vez creo que si lo localicé) … bufff!!!





Trasgu’2010. El último uno-gradista.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por ese peazo cumbre, Trasgu. Me veo reflejado en la sensación de no disfrutar la cumbre, pensando en la bajada, ja, ja. Alguna vez me ha pasado. Lo dicho, enhorabuena.
    Un saludo

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  2. Vaya aventura, eh? y en solitario!!! Enhorabuena por esa cima, nosotros no tuvimos la misma suerte, o acierto, quien sabe.
    Como dices, probablemente a partir de ahora sea invernal, que pena, seguirá pendiente.
    Saludos.

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  3. Extraordinaria!!!
    Muuuuuuu-buena
    Me encanta la descripción cuando husmeas buscando la subida.

    S2

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  4. eeeeeiiiiinnn!!

    buenas noches a todos!!

    cienfuegos, muchas gracias, ... yo siempre suelo preguntar a los que vienen conmigo: "¿qué prefieres subir o bajar?" ... joe eso de bajar hay veces que se pone jodio.

    Sherpa, pos nada, si estuve allí, vosotros tenéis mucha culpa, me afilasteis los colmillos, ja ja ja. Sobre el invierno ... bueno es otra opción, pero la cosa cambia, no tiene nada que ver.

    Mesnertegui ... a ti ... ¡¡CAGÓN!!

    S2

    Trasgu

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