lunes, 6 de mayo de 2013

Por el Alto Tajo ...


Al paso que llevamos —respondió Sancho—, antes que vuestra merced se muera estaré yo mascando barro, y entonces podrá ser que esté tan mudo que no hable palabra hasta la fin del mundo, o, por lo menos, hasta el día del juicio.
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha.

6 de abril de 2013 

Había excusa, había un motivo para ir, el motivo era lo de menos, la clave era tener escusa que nos llevará allí, la cuestión es que se había arreglado para ir. En esta ocasión el “cliente” era yo, iba a una zona totalmente desconocida, sin preocuparme de nada, solo de estar … y disfrutar de ello. El guía … el Troll de Traid … así calificado por si mismo … puesto que no hay nada peor que un Troll persiguiendo a su Trasgu. Así es la vida.

El destino era totalmente desconocido para mi. El Troll, aborigen del lugar, amplio conocedor de la zona me lo pondría fácil, solo tenía que dejarme llevar. Íbamos al Alto Tajo, tierra del Troll, allá donde .


En esta ocasión la intención era recorrer esta zona del Alto Tajo, para ello tendríamos que, desde la provincia de Cuenca, atravesar la habitualmente desconocida Serranía de Cuenca, casi hasta los Montes Universales, allí donde el Tajo ve la luz por primera vez, para, finalmente, volver por la Muy Leal y Muy Noble ciudad de Molina de Aragón,  no sin antes haber cubierto la escusa que nos llevaba allí, lo cual nos obligaría a acercarnos y conocer Traid, lugar desde el que se dieron origen a las sonadas aventuras de nuestro acompañante de hoy.

Para ello tenemos, además de nuestros pies, disponemos de una ventaja, ese arma blanca del Troll, máquina inagotable de potencia, fuente inagotable de energía, aquella que siempre va pa’lante, aquella que también va pa’tras, que no hay barro en el mundo para pararla… un maquinón … el Suzuki Vitara Hdi 87cv, blanco para más detalles, el “perdigón blanco”, un maquinón…  Esto, en manos del Troll ya es la bomba … no se les conoce límites, capaces de lo mejor, la unión perfecta entre el hombre y la máquina, todo armonía, sincronización y potencia.

Así, fácilmente, llegamos a la primera parada del día, ya metidos entre pinares, degustando ese agradable frescor matutino, en este caso aderezado por el “sabroso” olor del pinar en un día frío de pleno invierno, nevando, día de enero en pleno abril, bonito día para disfrutar. Se trata de la Sima de Alcorón.



Asombrosa obra de la naturaleza, situada entre Zaorejas y Villanueva de Alcorón, donde, a través de 207 peldaños podemos profundizar 60 m. en las entrañas de la tierra, para encontrar un oculto manantial, de aguas cristalinas, que discurre sobre una colada para descansar en el pilón que marca el aparente fondo de esta sima. Como es obvio … temperatura constante, en verano e invierno.


Desde aquí, siempre pista a través, disfrutando de la simbiosis “perdigón blanco”-Troll-Naturaleza, disfrutando del bonito día que nos ha tocado vivir, llegamos al Salto de Poveda. Antes de nada, el Troll rinde pleitesía a los habitantes de las “Casas del Salto”, bonito lugar donde perderse unos días. Allí, Antonio y Maribel, nos reciben en su casa ofreciéndonos su cordial bienvenida y compañía, así como el calor hogareño de una buena chimenea, muy agradecida en este día, durante los momentos que estamos allí.

Antes de comenzar a conocer los valores gastronómicos del lugar, decidimos abrir ganas con una vuelta a la zona que nos llevará un par de horas.






Emprendemos camino a la laguna de Taravilla, donde en veinte minutos, a través de un puente tibetano de reciente construcción llegamos, admirando durante el camino el río Tajo, en esta ocasión, de agua hasta arriba, debido a las cuantiosas lluvias y nevadas que en los dos meses anteriores habían caído en la zona. Esta laguna de Taravilla, también laguna de la Parra, constituye un plácido lugar, a 1140 m. de altura, de origen kárstico y glacial, donde se inician las aventuras de adolescencia del Troll.





Desde aquí, vista la grandiosa abundancia fluvial, decidimos acercarnos al Salto de Poveda, donde, en esta ocasión, dado el caudal arrastrado uno podía apreciar la magnificencia y fortaleza de la naturaleza, en este caso en un salto de agua ocasionado por una derrota de la acción del hombre sobre la naturaleza. Impresionante.








Ahora si, ya habíamos abierto ganas, retornamos a las Casas del Salto, donde, esta vez si, Antonio y Maribel nos acompañan las cervezas con un par de muestras de la deliciosa, variada y exquisita gastronomía del lugar: un delicioso pisto con huevos fritos acompañado con otro plato de morteruelo, exquisitez de la zona, todo ello acompañado por la rica cerveza que sirven en el lugar, labor nada sencilla. Así, después de una distendida conversación, nos despedimos para continuar nuestra ruta de este día.



De esta forma, volvemos al “perdigón blanco”, volviendo a entrar en conjunción armonica con el Troll. Para ese binomio, aquellas pistas no tienen secretos, fácilmente salvan cada curva, cada charco, cada badén. En este trayecto, camino de Checa, a través de Peralejos de las Truchas, después de que algún habitante del monte, con toda su cornamenta, no pudiera evitar su curiosidad y se asomara a ver quien osaba cruzar en aquel día sus dominios, nos empieza a nevar ya de forma importante … “esto ya no son balises”. Nevaba bien.





Entre Checa y Chequilla, la intención era cruzar de nuevo “a la trocha” a Traid. Eso supondría el final a la montaña del día. Nos quedaba lo mejor. En plena pista, habiendo abandonado Checa, camino de Traid, la cosa se pone fea. El “perdigon blanco” iba a ser sometido a prueba… ¿con cuanto barro podría? Allí se quedó “enfangado”, nunca mejor dicho, de barro hasta las orejas, doblando el morro hacia abajo y clavando las ruedas hasta “la panza”. La cosa se pone fea, de primeras no salimos, la nieve aprieta, un frío “de pelotas”, … allí surgen distintas directrices … súbete aquí, ponte allí, cavamos para ayudarle, pon piedras, mete ramas, … acelera!! … No había forma. La unión perfecta Troll-“perdigón blanco” iba a ser derrotada … pero allí siguieron … allí pelearon, entregando hasta la última gota de su sangre, hasta el último aliento, … no podían desfallecer y … cuando nadie daba un duro por ellos … ¡¡allí salieron!! Marcha atrás, pero de frente, nunca digamos que retrocedieron, siempre pa’lante. Aquello fue emocionante, al Troll se le saltaban las lágrimas, ya lo daba todo por perdido, el desánimo había entrado en su interior, pero “perdigón blanco” volvió a demostrar su valía, su decisión.


Así, con tranquilidad absoluta, con el sosiego de haber pasado malos momentos, viendo la nevada desde dentro… solo nos quedaban dos cosas por hacer. Por este orden, cumplir con la escusa que nos había llevado hasta allí y darnos un pequeño homenaje, que nos lo habíamos ganado.

Así, después de pasar las sorprendentes salinas a estas alturas, llegamos Traid, donde visitamos los dominios del Troll y su descendencia, con las muestras de propiedad en la pared, un par de apaños rápidos, un poco de organización, y la misión del día estaba lista para ser cumplida. Esta misión era lo de menos, lo importante el bonito día de montaña que habíamos tenido.


Solo nos quedaba la parada final en Molina de Aragón, son las 9 de la noche, exhaustos nos habíamos ganado aquella merecida recompensa. Se trata del descanso del guerrero. Una buena cena y vuelta a casa.

Desde las ocho de la mañana, volvemos al calor del hogar a la una de la madrugada. Bonito e intenso día el vivido en esta jornada.

Trasgu, 2013. 

7 comentarios:

  1. Viaje guapo guapo.
    Menudo fichaje de peso que es el Troll (me consta a pesar de su ausencia en las fotos).
    A ver si salimos a rodar o a patear.

    Troll, te queremos!!!!

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    1. Ten cuidado con el Troll ... es peligroso, te lo digo yo que soy el Trasgu ;-)

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  2. Me lo he encontrado, por casualidad si no te importa me quedo por aquí de segidor,este año con tanta agua caída esta todo muy bonito.Un saludo desde Andújar.

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    1. Encantado de tenerte y leerte por aquí.

      Disfrútalo.

      S2

      Trasgu

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  3. Estimado Maestro Messnertegui:

    Como bien intuyes soy un rodador incansable, si te ha gustado el lugar, será un placer hacerte de sherpa en montañas, valles y posadas.

    Un fuerte abrazo.

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