Dificultad: Baja, media con lluvia.
Desnivel: 680m
Agua: Fuentes subiendo por la PR-M30, pto. Fuenfría, Fuente de los Alevines (pasado el col. Ventoso)
Ruta: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=895250
Partimos de las dehesas en dir.E en busca de la PR-M-30 que, por sombra, recorre la ladera del Infante en una mantenida y constante pendiente. Cerca del puerto salimos del bosque y alcanzamos el trazado de la calzada romana (la verdadera) construida en época de Vespasiano (siglo I) y marcada por una placa metálica. Desde este punto tenemos tres opciones: a) podemos seguir subiendo por la PR (camino hoy en día entre los arbustos), b) seguir la vía romana (en restauración y recuperación) o c) tomar la reforma de Felipe V (1722). Tomamos la opción c) que en menos de 10 min nos deja en el pto. de la Fuenfría (fuente de agua).
Seguimos por la senda de los Cospes al encuentro del camino Schmidt que nos llevará al col. Ventoso por la umbría de Siete Picos.
En el col Ventoso pasando por delante de la fuente de los Alevines tomamos la senda del mismo nombre. Este tramo presenta tramos rocosos y roquedos en los que habrá que extremar la atención en caso de lluvia o hielo. Llegados a la pradera de Majalasna podremos subir al pico homónimo antes de emprender la bajada a la pradera de Navarrulaque, en la que disfrutaremos de los miradores de Vicente Aleixandre y más abajo de L. Rosales, y en la misma pradera del refugio y fuente de de Navarrulaque, en el que podremos reponer fuerzas.
Desde el ref. tomando dir. E salimos a la Carretera de la República o Camino Puricelli y al otro lado, a unas decenas de metros a nuestra derecha, sale la senda que nos llevará a las dehesas por la ladera de las Berceas perdiendo altura en cómodas zetas.
Llegados al río buscaremos corriente abajo el puente de madera que lo cruza y ganaremos la carretera que transcurre al otro lado por la que llegaremos a los aparcamientos.
En celeste la ruta seguida, rojo=la Carretera de la República, azul oscuro=ruta clásica de subida por la calzada
Tambien en azul celeste puede verse la variante de subida a Siete Picos (ruta en Wikiloc)
Un buen día en la Fuenfría
Es increíble que algunos prefieran estar en el bautizo de su niño antes que ir al monte con los amigotes. Ay!, el monte es duro pero dicen, y dicen bien, que más puñaladas da la vida … y ahí se ven las preferencias de algunos.
Esta vez la concentración de bercianos era del 100%, lo que siempre presagia comilonas o aventuras épicas. Con la emoción y responsabilidad que nos daba ser conocedores de nuestra condición, y sabedores de que por comida llevábamos solo un fuet, llegamos a los aparcamientos de las dehesas de la Fuenfría sumidos en una suave lluvia invernal, pero esta vez en mayo. Nos vestimos rápido y miramos los datos de radar de la AEMET, que nos indican un núcleo que hacía 15min estaba a escasos 30 km. Parecía (ojo al condicional) pequeño y pasajero. Algo de lo que no preocuparse. Sería un buen día cuando abriese.
Tras las típicas abluciones matutinas, salimos justo cuando arranca con ganas la lluvia, suponiendo que era ese núcleo de nubes que ya nos había alcanzado teníamos la satisfacción de que sucediese tan abajo. Parece que va a abrir el día, aunque en ese momento parece que estamos para acostarnos de noche.
Al alcanzar la senda de subida (la PR-M-30) empezamos a constatar que es una nubecita es un poco perseverante, y que empieza a calarnos con tozudez. , pero que no se volvería preocupante hasta hacerse torrencial cuando habíamos alcanzado la altura de 1700m. La niebla no nos deja ver más allá de 50m, pero puede que abra el día.
Con la euforia que da el sentirse ya calado hasta los huesos seguimos con energía hacia el puerto pasando por la calzada romana (siglo I, en recuperación) y luego por la calzada restaurada en época de Felipe V (identificada por muchos como la calzada romana).
En el puerto descansamos y reponemos fuerzas en la fuente de la Fuenfría, momento en el que el día decide regalarnos oleadas de granizo distribuidas uniformemente gracias unas oportunas ráfagas de viento (no muy fuerte, eso sí).
Claro!, Puede que el día abra, o puede que no. Todavía puede.
Desde este punto tomamos la senda de los Cospes, que nos lleva al camino Schmidt y por él al col Ventoso (de ingenioso nombre). Allí decidimos bajar por Navarrulaque, para lo que hemos de ganar antes la pradera de Majalasna por la senda de los Alevines, que con lluvia presenta algunos tramos “entretenidos” al atravesar distintos roquedos.
Desde Majalasna ya sólo resta bajar por senda al ref. de Navarrulaque, donde el fuet y el te nos reparan un poco. Desde aquí sólo resta tomar la senda que transcurre por las Berceas y llevará al coche.
En resumen: una bonita ruta ideal para días de mucho sol o mal tiempo, realizada en este caso en un día que no nos lo puso nada fácil.
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