“En esto llegó a un camino que en cuatro se dividía, y luego
se le vino a la imaginación las encrucijadas donde los caballeros andantes se
ponían a pensar cuál camino de aquellos tomarían, y, por imitarlos, estuvo un
rato quedo y, al cabo de haberlo muy bien pensado, soltó la rienda a Rocinante,
dejando a la voluntad del rocín la suya, el cual siguió su primer intento, que
fue el irse camino de su caballeriza.”
Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.
17 de abril de 2014.
“Vamos mañana a hacer algo tranquilo?”, me dice Niblap la
tarde anterior.
El jueves santo, a las 7:30 nos encontramos debajo del
puente sobre el embalse de Luna. No había destino fijo. La zona se fija en el
cruce con San Emiliano … “vamos a las Coloradas” … yo no las conozco, para mi
destino perfecto.
Ya en Torre de Babia, como su nombre indica en la mismísima
Babia, tierra de descanso de reyes, abundante de aguas y ricas praderas, de
tradición pastoril, de blanca caliza, cerrada en el Norte por la Cordillera
Cantábrica, Torre de Babia, sin duda uno de los pueblos más bonitos de la zona,
pueblo fronterizo siglos ha, donde se el trasiego astur-leonés era controlado,
con su pequeña catedral, la llamada “catedral de Babia”, mucha historia detrás
de la misma.
Distancia: 14.62 km.
Desnivel acumulado: 1128 m.
A la vera del río de las Verdes, homónimo de la laguna que
hoy visitaríamos, nos preparamos para partir. El objetivo final lo fijaríamos
en la propia laguna, una vez visto el panorama.
Ernesto … un día después refleja bien la situación. “Vamos a
hacer algo tranquilo”, pero acarreamos … pinchos, piolos, cuerdas, dos estacas,
un ancla, fisureros, friends, descensores, cordinos, arnes ,casco y algunas
cintas … demasiado para hacer algo tranquilo … ¿no? La cabra siempre tira al
monte.
La subida a la laguna de las Verdes la hacemos cuan ágil se
puede. De camino fácil, sin pérdida, perfectamente señalado, vamos dejando
atrás, no sin curiosidad, diversas fuentes y regachos, una antigua “fabrica de
luz”, alguna cabaña (no sabemos si de pastores). Ya casi llegando al pequeño circo, con
continuidad de nieve poco antes de la laguna, la imagen que se presenta es
bonita, digna de apreciar.
Pequeño circo, donde reinante el Montihuero, vigilado por la
Espadaña, flanqueado por las Coloradas, Peña Redonda, Peña Salguerio, Peña los
Años, Peña Chana y Punta la Sierra, todos parecen guardar su pequeño tesoro de
gran belleza, la laguna de Las Verdes. Precioso rincón, para mi desconocido
hasta este día.
Cuando uno entra a la vera de la laguna, lo primero que
piensa es que allí hay mucho para jugar … “verás el día tranquilo por donde nos
sale”. Solo faltaba decidir el objetivo exacto. Llegamos a barajar media docena
de opciones, nos vamos adentrando en el circo, mirando a nuestro alrededor,
tenemos mucho donde elegir. Solo había que acertar.
Finalmente tomamos elección… sin saber su nombre, solo
porque nos gusta para hoy, consideramos cantidad y estado de nieve, salida,
también porque había que elegir, podía haber sido otra, la elección no tiene
más argumentación que… “esta fue el que nos gustó”. No sabemos su nombre, pero
fue la elegida. Allí contemplamos la canal Monse, la vía Vera, Canal Yaiza,
Canal Luna… para al final elegir el Corredor Norte.
Reseñado por Niblap … alguna información más sobre la Norte
de Las Coloradas. La Montse y la Vera fueron abiertas el 28 de enero del 2008 y
la Yaiza y la Luna el 16 de febrero del mismo año. No se les conocen
repeticiones. De la que subimos Trasgu y yo no hay ninguna información … si
alguien nos la reporta … bienvenida es. Si no … Niblap y yo tendremos que
pensar que nombre le ponemos … jajajajaja. Aquí la dejamos documentada.
Inicialmente no consideramos ninguna dificultad en el
corredor. Tendido y tedioso en su inicio, he de reconocer que conforme
avanzamos en el mismo se va haciendo más disfrutón, más bonito, para al final
acabar en su apogeo, con una salida impresionante, de esas en las que uno
disfruta para el resto del día.
Cuando nos metemos entre las paredes de las Coloradas,
abandonando sus faldas, la nieve mejora de forma importante, el paisaje
también, se hace bonito. A partir de aquí uno disfruta cual gocho en un charco.
De esta forma vamos progresando en el corredor, tratando de
sacarle todo el jugo posible, a paso 8000, ¿para qué correr? Había que sacarle
todo lo posible. Creo que en muchos tramos incluso abrimos dos huellas, uno por
lado, otro por el otro, por el centro o
pegado a la pared, daba igual … había que buscar cada recoveco del corredor,
disfrutar a todo del mismo, el día nos daba la opción y no la íbamos a dejar
pasar.
La salida… sin más, impresionante. Con pared a la derecha y patio a la izquierda,
dos metros de anchura, es de esos sitios donde “no te puedes caer”, corta,
10-15 metros, pero para disfrutarla y recordarla. Ya arriba, Niblap plantea que
una cuerda no hubiera estado de más, pero ya sabemos lo que pasa muchas veces,
pruebo por aquí, piso allí, a ver la nieve de este lado, a ver la del otro, un
poco más, parece que aquí traccionas bien, por allí no, me lie, me lie, … ¡¡coño!!
que ya estoy arriba.
Ya en la cima, solo nos quedaba reponer lo gastado
disfrutando del solecito del día y el grandioso escenario que se abre ante
nosotros … ¿qué sitio mejor que este para almorzar? Difícil.
Solo nos quedaba regresar, bajando el canalón que rodea el
Montihuero, disfrutando de lo conseguido, en actitud de autocomplacencia
absoluta por lo vivido y disfrutado, tomando nota para algún objetivo futuro, con
la laguna como escenario, precioso.
Alguna conversación con un esquiador que transitaba por la
zona, repetición de algunos de los momentos vividos, planes de futuro, ya
pensando en la caliza, algún extraño lugarto (parece que aborigen de Cangas de
Narcea, Asturianu –la foto no es nuestra-), curiosear un poco por la “fábrica
de luz”, y… las cervecitas de despedida, ya en Rabanal, por las cuales quedó
saldada la deuda que en su día dejamos con Ernesto en aquel lugar.
Por cierto … Torre de Babia … debe ser el único pueblo de
España sin bar, hasta Lindes, ya desplobado, tenía su bareto … me quedé
impresionado al conocer un pueblo en España que no tiene bar, no pensaba yo que
esto pudiera existir (oportunidad para emprendedores).
Trasgu, 2014.
[Fotos de Niblap y Trasgu]