jueves, 9 de septiembre de 2010

Peña Ubiña: Arista Norte.

“El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor. “
Cicerón

4 de septiembre de 2010.

Ubiña

No tenía ruta definida, después de un tiempo sin sentir su frescor, sin inhalar su energía, no había lugar a la duda: había que subir a donde fuera, pero había que subir una montaña.

Establezco contacto con el frente de Laciana, siempre dispuestos a “perder” una mañana en la montaña, buena gente, conocedora de los entresijos y rincones más ocultos de la zona, dispuestos a actuar como cicerones en todo momento, a mostrarte esos detalles no visibles en un libro, a enseñarte aquello que no tienes otra forma de aprender sino escuchándolo de alguien.

Nos acompaña Niblap, conocido de otras aventuras, quien, con su mesura y buen hacer, unido a Xiblo y Lito forma un grupo difícil de superar.

Allí nos vemos: en Torrebarrio, a las 8 de la mañana, Lito, Xiblo, Niblap y el que suscribe estos párrafos. ¿El destino? Toda una clásica: la arista norte de Peña Ubiña, ruta muy anhelada por mi parte, una de esas rutas en la que escudriña buscando todo lo que espera de un día de montaña.

ruta

perfil

Tiempo estimado: 7-8 h.
Desnivel acumulado: 1103 m.
Distancia: 8,3 km.
Nivel: Dificil. Continuas trepadas. Rapel de 20 m. Debe prestarse especial atención a la niebla (se mete rápidamente) y al terreno mojado (puede dificultar enormemente los descensos). Agua en la base.

ruta

ruta

ruta

ruta

ruta

Pronto, sin mayores dilaciones emprendemos camino al Macizo de Ubiña. El día se presenta bueno, ninguna amenaza nos cae del cielo, todos fijamos nuestra vista de forma repetitiva en la Puerta del Arco. Este lugar se puede asemejar a la entrada a un parque de atracciones, a partir del cual uno espera grandes momentos, grandes vivencias, a la entrada de una catedral donde las sensaciones es difícil que dejen a nadie indiferente, a la puerta que une el cielo con el infierno, uno de los lugares más espectacular e imponente a visitar con el respeto que le imponen esos tranquilos farallones sigilosamente expectantes al paso de los impetuosos montañeros que allí se adentran.

 Puerta de Arco

 Puerta de Arco

 Puerta de Arco

 Puerta de Arco

Puerta de Arco

Puerta de Arco

Puerta de Arco

Puerta de Arco

Puerta de Arco

Desde aquí se alcanza sin mayor esfuerzo, pero dejando siempre algún momento de admiración, el Pico Puerta de Arco, recientemente visitado, eso si, con un escenario totalmente distinto. Esta vez si podremos divisar Peña Ubiña al Sur, con toda la arista que nos quedaba por delante, Castillines, El Siete, Prau Capón, Fontanes al Sur, guerras de otros días, el Valle de Tuiza al este, enmarcado por los Portillines y el Cuetu les Cabres y toda Babia al oeste. Todo un mirador.

Valle de Tuiza

Cueto les Cabres

Valle de Tuiza

Pico Puerta de Arco

Pico Puerta de Arco

Pico Puerta de Arco

Pico Puerta de Arco

Desde el Pico Puerta de Arco, siempre sin dejar la arista, el acceso al Prau Capón se logra después de rapelar 20 m. Xiblo y Niblap montan donde asegurarnos para después, uno tras otro ir descendiendo estos metros, no sin antes mirar con cierto recelo allí donde uno deja colgada su vida: “parece que esto aguanta bien”. Durante este momento, por muy seguro que uno esté, para mi siempre un momento de inquietud mantenida, siempre en alerta permanente, la que te impone saber que tu vida “pende de una cuerda”, uno no pierde la oportunidad de tener otro punto de vista de las paredes del Macizo de Ubiña.

Arista Puerta de Arco

Arista Ubiña Norte

Les Merines

Arista Puerta de Arco

Arista Puerta de Arco

Rapel Prau Capon

Rapel Prau Capon

Rapel Prau Capon

Rapel Prau Capon

Rapel Prau Capon

Fácilmente ganamos el Prau Capón, donde haremos un pequeño descanso para afrontar la arista Norte de Ubiña propiamente dicha.

Prau Capon

Prau Capon

Prau Capon

La arista se hace muy entretenida, con trepadas (III-III+) continuas que cada uno intenta salvar como puede, incluido el célebre “muro”, más “muro” visto de lejos que de cerca (al menos en la época estival en la que nos movemos, en invernal, parece evidente que todo se presentará muy distinto).

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Arista Norte Ubiña

Así fácilmente ganamos la cima de Peña Ubiña, no por repetida menospreciada, cima donde abandonamos nuestra soledad e intimidad con la montaña mantenida hasta este momento. Allí encontramos una veintena de montañeros que, al parecer, también habían decidido ese día ir a ver que había allí arriba.

Peña Ubiña

Peña Ubiña

Peña Ubiña

Peña Ubiña

No quiero perder la oportunidad de mostrar mi admiración por aquel montañero, no se si integrante pero si acompañado de “los impotibles”, con sus varas inconfundibles, quien con 76 años le pedía a uno a ellos que le echase la foto de despedida de esta cima. “Creo que es la última vez que subo”, nos indicaba no sin cierta nostalgia y resignación. Lito intenta convencerle de lo contrarío, pero no le supone una tarea fácil. Es evidente que aquel hombre había hecho una cumbre distinta a todos los allí presentes, una cumbre en toda regla, una cumbre difícil. Quedó demostrada su valía como montañero. Quedan otras muchas cumbres que seguirán esperando su visita, la cual, sin duda alguna se irá produciendo.

Peña Ubiña

Que mejor sitio que la cima de Peña Ubiña para “saborear” esos buenos momentos. Como suele ser habitual cada uno saca sus manjares. Muchos fallos esta vez: Xiblo no puede saborear sus aceitunas negras (“a mi me gustan más la negras que las chinas”, me recrimina, “me imagino que estará hablando de aceitunas”, pienso yo), “¿y la bota?” nos preguntamos todos mirando a Lito, “¿sigues teniendo la bota?”, le pregunto (“¡pesaba mucho!”, contesta sin pensárselo), “hoy las chovas comerán macarrones”, se ve que Lito no tenía ni hambre ni ganas de bajarlos. Menos mal que al menos pudimos probar un orujín, no mucho para poder bajar sin problemas, pero lo suficiente para dejar buen sabor de boca.

Emprendemos el descenso, el día parecía acabado, pero todavía quedaba, he de reconocer, lo que más me impactaría del día (que me perdonen “los impotibles”, pronto lo entenderán). ¡¡Si no lo veo no me lo creo!!, así me lo cuente el mismísimo Buscasombras (ilustre uno-gradista). ¡¡Qué coño hacen tres tíos con una bicicleta a cuestas a 2.450 m.!! ¡¡en Peña Ubiña!!, donde para subir las rodillas te dan en la barbilla (todo aquel que haya estado alguna vez allí lo entenderá). “Esto … ¿qué es? ¿una promesa?” le pregunto al primero de ellos, quien muy diligentemente baja la bici de su espalda y pierde un par de minutos charlando con nosotros. “No, ¡que va!, a uno de los que viene por ahí atrás le faltaba por hacer Peña Ubiña y decidimos venir hoy”, parecía que lo de la bici era normal, como si no existiera (si te falta una cumbre, vas con una bici en la espalda y la haces, sin darle importancia, ¿tiene algo fuera de lo normal?). “¿Por donde bajáis?”, le pregunto, “por aquí mismo”, me responde, “vaya preguntas que hago”, pensé a continuación. La siguiente pregunta debería haber sido si encima o debajo de la bici, pero ya no me atreví a hacérsela. Me había quedado “petado”.

Mountain bike

Mountain bike

Esto si que es “mountain bike”.

Mountain bike

Mountain bike

Una vez recuperado del “colapso” vivido, emprendemos la bajada por el canalón sur, aprovechando en la medida de lo posible, cada uno conforme a sus habilidades el “pedreru-ski”, todavía nos quedaba por subir la que Lito nombra como “tercera Ubiña”.

Pedreru ski

Pedreru

Pedreru

En fin, un día que no olvidaré.

Trasgu, 2010.

2 comentarios:

  1. Vaya pedazo actividad!!! eso pasa del primer grado eh? jajaja...una pasada, me abres el apetito!
    Y los de las bicis...es la primera vez que lo veo, vaya moral!
    Saludos.

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  2. eeeeiiinn sherpa!!

    me alegro que te gustara, de vez en cuando hay que pasar un poco del 'uno-gradismo', hay que darle emoción. A ver si os animais a dar una vuelta por allí.

    Lo de las bicis ... im - presionante!!

    S2

    Trasgu

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