“Por Dios, hermano, que agora me acabo de desengañar de un engaño en que he estado todo el mucho tiempo que ha que os conozco, en el cual siempre os he tenido por discreto y prudente en todas vuestras acciones.”. Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote de la Mancha.
24 de marzo de 2024.
“Había una época que un grupo de aguerridos montañeros sacaban a pasear por las montañas de León y Asturias sus vetustas mochilas, piolos y pinchos.
Se busca algún aguerrido montañero que quiera rememorar esas viejas andanzas y añoranzas del pasado, cuando éramos jóvenes promesas amateur.
Montañero o montañera … no somos delicados”
Así se podía leer el anuncio publicado unos días antes en búsqueda de los antiguos unogradistas donde quisieran que estuvieran.
Los
unogradistas andaban desperdigados por el mundo … unos pescando truchas con dinamita,
otros tirándose por los barrancos prohibidos, otros bebiendo vinos por las
tabernas, … almas echadas a perder, que habían perdido cualquier interés por la
vida.
Cual Murdock en el equipo A, cuando estaba pescando y llegaba el helicóptero a buscarlo, desde donde quiera que estuvieran allí acudieron a la llamada a darlo todo, dejando cualquier obligación allí estaban.
“Lo demandó el Honor y obedecieron;
lo requirió el Deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron;
con su esfuerzo, la Patria redimieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.”
Para esta empresa no había mejor lugar que Tuiza, aquel emblemático lugar desde el que tantas veces emprendieron gloriosas hazañas en la Ubiñas, allí donde algún día lo dieron todo, allí donde tantos anhelos se fraguaron, donde tantos planes se hicieron, donde tantas canales y cumbres se hollaron, allí donde estos unogradistas crecieron.
Domingo de Ramos, 7:30 de la mañana, muchos volviendo de invertir su vida en la noche, nuestros unogradistas se encuentran en aquel mítico aparcamiento de Campomanes: Perico (el sherpa), Jorgito (la rozadora), Xana (aquella a la que no le gustan las botas), Mati (todo pundonor) y Trasgu (este que suscribe este relato para dar a conocer lo allí acontecido).
Los unogradistas ya se van haciendo mayores, unos más que otros, ya van pensando en jubilarse, ya no tienen veinte años, … pero no dejan de hacer planes: “Perico!! Cuando nos jubilemos subiremos al refugio con la cacha … bueno si solo es hasta ahí”. Esta vez, otra vez por las Ubiñas, iban al Pie Ferrero: subir a la Forqueta del Portillín, pasar a cara norte, buscar el corredor del Pie Ferreru, subir el corredor, cima en el Pie Ferreruy bajar con los deberes hechos.
Distancia:10,18 Km
Desnivel
Acumulado: 1.168 km.
No sabíamos
cuanta nieve íbamos a encontrar, si haríamos corredor o pisaríamos prau, … pero
allí íbamos a darlo todo.
El Mati como unogradista más novel, con toda la ilusión del mundo, estrena material: las botas le sirvieron para andar y no clavarse las piedras, el gps le sirvió de poco, como si llevase un ladrillo en la mochila. Vemos lo acontecido.
El objetivo del
día, como ya se reseñó anteriormente era el corredor del Pie Ferreru. Con esta
ilusión los unogradistas parten de Tuiza, todos con ilusión, aunque no todos
saben lo que les espera por delante. En el track todas las rutas se ven muy
sencillas: “subes por aquí, bajas por allá, vamos a la cara norte que habrá más
nieve, aquí giramos para pillar la Forqueta, … y luego bajamos”. Todo muy fácil
… hasta que te pones a ello.
La subida al Meicín, como primera toma de contacto, para recordar como se siente uno con las botas puestas y la mochila a la espalda, transcurre entre la nube. Las dudas surgen, no es la primera vez que subimos para no ver nada, y tener que volver otro día, pero otros montañeros que bajan nos devuelven la ilusión: “un poco más arriba está el sol!!”.
“Llévate la cuerda, y el arnés, y los fierros,
y el ancla, y los dos piolos, …” … Perico me cargó bien … esto me recuerda a
aquellos viejos entrenos que hacíamos paseando el material por la montaña. Ya
en la cuesta del Meicín me doy cuenta que hoy me toca paso 8000 media jornada.
Uuuuufff!! … yo contaba con “la rozadora”, pa algo la llevamos … pero esta vez
no trajo ni el GPS!! … debía de traer el agua … y ya!!. “Es que ya me estoy
haciendo mayor … “ me dice.
Así, llegamos a la Braña del Meicín, allí donde el refugio, donde el sol comienza a calentarnos el lomo, podemos ver en abierto todo el circo de Ubiña: el espíritu se alegra de volver a verlo. Desde aquí vemos la Forqueta del Portillín … próximo objetivo.
El camino de la
Forqueta ya se sabe, to pa’arriba. No hay descanso. Tanto se entretiene uno
mirándose los pies que pa cuando se da cuenta se ha equivocado de sendero y
lleva más d de media hora subiendo camino de los Castillines. Perico, “que
lo tiene to caleyao” se da cuenta del craso error; el del track, Mati, en
lugar del track podía haber echado una piedra a la mochila, le valdría pa lo
mismo. Xana, pobre chica, “a mi las botas me matan, lo que me gusta es
llevar zapatillas” … madre miiiiiiaaaaaaaaaaaaaa.
Solo nos queda darnos la vuelta, volver a bajar, y buscar el valle a la izquierda del Canalón Oscuro, el sendero a la Forqueta. Es en esta subida donde se notan bien los efectos de tener que subir allí arriba: allí se oye resoplar a los unogradistas, haciendo “eses” por esa ladera, buscando nieve, yerba o piedra para ver si de una forma u otra aquello puede mejorar, “se nota la patata” … ahí es donde uno tiene que pagar el precio de poder disfrutar de lo que después va a disfrutar. Uno mira constantemente a los pies, y hacia arriba, a la Forqueta, a ver cuanto le queda, se hace largo.
Al llegar a la Forqueta nos damos cuenta que el
corredor va a estar “chungo”, incluso en cara norte la nieve es escasa. “Buscaremos
el corredor y subiremos, aunque no se si pisaremos nieve o piedra”, señala
Perico.
La búsqueda del corredor no resulta sencilla, varias entradas, varios corredores, “¿cuál es el nuestro?” … había que jugársela. Dada la cantidad de nieve, yo incluso dudo en rodear el fariñentu y salir por el otro lado. “Subimos arriba, da igual el corredor, por arriba salimos seguro … yo to tengo caleyao!!”.
Así, elegimos uno de ellos, el que pensamos que llevaba al Pie Ferreru, y vamos para arriba. El corredor tiene forma de “S”, ves hasta la curva, cuando crees que vas a terminar todavía te queda un rato largo. A Mati se le viene al alma a los pies cada vez que da una curva y ve que todavía hay más … animalico.
En el corredor se puede elegir: nieve, yerba o piedra. Ca uno va por donde más le gusta. La nieve es escasa pero esta dura, y cuasi continua. A mi me gusta es el momento de año para recordar como era eso de llevar unos pinchos en los pies y clavar piolo. Es la oportunidad de este año. Mati duscubre un mundo nuevo … por primera vez se enfunda unos pinchos … y los disfruta, se siente cómodo busca la nieve … pero aquello se le hace eterno, parece no acabar nunca … “¿hay más???” , se pregunta conociendo perfectamente la respuesta. Xana busca el prao, “aquí se me caigo no pasa na”. Perico también va cómodo por la nieve … y Jorgito clava los dos piolos como si le fuera la vida en ello.
Así llegamos a la cima de lo que pensábamos era el Pie Ferreru … posteriormente clarificado como Prau l’Albo, desde donde disfrutamos un largo periodo de las inigualables vistas que hoy teníamos desde allí, con aquel maravilloso día. El Prau l’Albo se encuentra situado en el centro del circo de Ubiña; a su alrededor todas las grandes cimas: Ubiñas, Castillines, Siete, Fontanes, Fariñentu, Siegalava, la Mesa … y el resto. Bonito lugar para observar y localizar todas estas cimas.
Allí tiene lugar, de forma improvisada, la celebración del “25” cumpleaños de Xana: unas velas, un pastel, un “feliz cumpleaños”, aplausos, “por que es una chica excelente”, … se lo tiene ganado la buena mujer!! … solo por aguantar al grupete este, y enfundarse las botas, tiene el cielo ganado.
Solo nos quedaba el descenso, esos momentos donde uno ya solo quiere llegar a su casa, donde ya has hecho lo que tenías que hacer … aprovechando palas de nieve y senderos, se hace menos penoso de lo que uno podría esperar, de forma cómoda volvemos a Tuiza … allí donde todo empezó y se ha ido formando … desde hace ya muuuuchos años.
Pie Ferreru o Prau l’Albo, aunque Jorgito echa de menos a Niblap, “con él nunca hubiera pasado esto” … jajajajaja … lo importante como alguno indicaría después es haber echado el día en la mejor compañía, en un entorno tan excepcionalmente agradable … aunque … pensad que habrá que volver y hacer ese corredor que nunca hicimos.
Salud y Montaña!!!!
Trasgu, Marzo 2024.