sábado, 11 de julio de 2009

Prau del Fontán, Fontanes y Puerta de Arco (Ubiña)

En esta ocasión, después de diversos apaños, quedamos en Torrebarrio: Lito, Marce, Amilto y yo. El dia anterior decidimos dar ‘un paseo’ por el macizo de las Ubiñas, ya veríamos por donde.

El viernes por la noche, repasando las distintas posibilidades, hay una que me llama especialmente la atención: la subida al Prau y los Fontanes. Para no volver por el mismo camino de vuelta se tendría que seguir la senda de las merinas, hasta buscar la salida a Torrebarrio (yo había visto el Ronzón).

Una vez que llegamos a Torrebarrio, a eso de las 8:15, después de las pertinentes presentaciones se plantea que ruta realizar: ‘a nosotros nos gustaría subir a los Fontanes’ comentan Marce y Lito.





No me podía creer lo que estaba oyendo: vamos para allí!! A Amilto también le parece una buena opción, con lo que todo se aclara en un minuto.









En aquel momento todavía no era consciente de algo muy importante: llevaba a dos grandes maestros del macizo de la Ubiñas.

Ya en el camino de subida, por allí por las Peñas del Aguila, Llandanay, … empiezan a relucir todos los picos del cordal: “mira allí tienes el Prau, los Fontanes, … -estos ya me los había localizado- después el Siete, Los Castillines, con el tercero de una dificultad ya considerable, la Puerta del Arco, el Prau Capón, ….



… si miramos para atrás podrás ver Los Bigaros, La Farrapona, aquel que destaca … el Ferreirua, por allí, las Peñas Traspando, ¿aquella es Peña Redonda?, la Loma, el Morronegro asoma por allí, … ahhh!! al fondo el Montihuero, Peña Orniz, …, aquel cordal que ves al Sur … también es muy bonito”



Buff!! Vaya repaso, parece que Lito y Marce están al dia.
Después de una subida agradable llegamos al chozo, próximo a la Peña la Becerrera. Allí haremos una pequeña parada para afinar todo de cara a la subida al Prau. Algunos tenemos algún problema con los bastones finalmente resuelto.







Ya en la subida a la Horcada del Fontán, el pedreru se hace llevadero, demostrando Lito y Marce toda su juventud desviándose para hacer alguna trepadilla de esas que parece que te sacan de la monotonía en la que el pedreru te va hundiendo. Amilto marca el ritmo en todo momento (como no tenía cámara … je je)







Cuando sales de la trepada, te piensas que ya estás llegando a la Horcada pero todavía queda un tramo bueno. Allí encontraríamos a Joaquín y Asun, leoneses actualmente ubicados en Navarra, después de todo bastante ‘cercanos’ a La Ciana, con relaciones comunes. Llegarían con nosotros hasta la cima del Prau, donde Joaquín, dejándose llevar por la situación en la que se encontraba decide sacrificar los ‘garbanzos’ de su madre por ‘aprovechar un poco más el paseo’: “ya que hemos llegado hasta esta altura …” indicaba Lito dejando ver sus preferencias.







Vamos a los Fontanes, después de pasar la pequeña arista y la ‘trepaduca’ que separa el Prau de los Fontanes, estos los alcanzamos fácilmente, sin ninguna dificultad. Sorprende la cumbre Sur, con su pared Oriental: “¿será un grado 7?” preguntaba Lito. A mi si me lo parecía.









Allí en el Fontán Sur con dos asturianus nos reímos un poco: “Quies quitate oohhhh … Pande vas, oh vístelos?? … Cagon mi madre! ….” Después los veríamos por el Pasu Malu (que como decía Marce, “por algo lo llamarán así”).





Las vistas desde los Fontanes: espectaculares, sin más. Desde allí divisamos Peña Santa, el Fariñentu, Siegalavá, …



Después de entretenernos un rato en los Fontanes decidimos seguir: “¿para donde?” “Mira –decía Marce- por ahí baja el Canalón del Buey, para después en aquella canal pasar los Puertos del Portillín, desde allí a la Puerta del Arco es poco, esa es la Senda de la Merinas”. Todos los que allí estábamos nos mostramos encantados, difícilmente habríamos tenido una oportunidad como esta de conocer este cordal.



El Canalón del Buey, aunque muy descompuesto, se baja con facilidad, eso si, sin prisas, mucho cuidado con las piedras. Allí nos despediremos de los dos asturianos (de Mieres), aferrados a la piedra en el Pasu Malu como si les fuera la vida en ello.







Con alguna que otra precaución atravesamos algún nevero para plantearnos la subida a los puertos del Portillín. Todavía a estas alturas de año, los crampones hubieran venido bien para este tramo. El nevero, muy helado, dificulta la subida, por lo que nos salimos a la roca por la izquierda, donde cada uno como puede trepa hasta arriba: “Ufff!! este parece que fue el paso clave del día”.

Yo había leido que por aquí transitaban las ovejas en trashumancia: tendría que verlo!! aquí el pastor pierde la mitad de ellas!!

Ya más relajados, viendo los Castillines desde abajo, por la Cinchas del Piamon paramos a tomar un bocado. Todos agradeceremos el caldo con el que Lito nos agasajó … no podía estar mejor, y esos ‘zumos’ con los que Lito y Marce competían. Allí Amilto nos intentaría convencer con sus disquisiciones filosóficas, …



Ya amenazados por la niebla, emprendemos de nuevo la marcha hacía la Puerta del Arco, penúltimo de los elementos del día. Todos quedamos sorprendidos por ese pequeño rincón en medio de estos riscos.









Una vez que bajamos a ‘los Llanos del Fontan’ se agradece la fuente que mana de allí. Allí nos refrescaremos antes de bajar definitivamente a Torrebarrio, donde nos despedimos hasta la próxima, como iba a ser de otra forma, con el correspondiente par de cervecitas que debe cerrar una buena jornada de montaña, comentando, como no, la grandeza de estas.





Trasgu, julio 2009

1 comentario:

  1. Qué envidia de ruta, compañeros
    Una pena no haber podido estar. Pero no se puede estar a todas...
    Trasgu, si este próximo sábado andas por la zona, tenemos una organizada...
    Saludos

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