martes, 5 de junio de 2012

Volando por Patones


No importa la destreza demostrada, el saber asimilado o la acumulación de experiencia. Siempre hay un momento en el que la montaña te recuerda que es ella la que tiene el control, la que gobierna tus acciones, la que te dice hasta aquí.
Hoy tocó volar por Patones ... y aterrizar.



La ruta en datos
  • Distancia: 23.7km
  • Desnivel: 645m
  • Dificultad física: media/baja.
  • Dificultad técnica: media, alta puntualmente.
  • GPS: Wikiloc de larcos


La ruta
Patones es uno de esos sitios catalogados como poseedores de los mejores senderos de montaña. Interminables kilómetros de diversión que todo buen globero sueña con surcar una y otra vez. Y la Patones-Extrem es una ruta muy conocida, y ya descrita en este blog.
El propósito era explorar la parte que da al embalse del Atazar, y si terciaba repetir el tramo de entrada en Patones, repitiendo la Patones-Extrem.

Ya nada más empezar, el día se torció al comprobar que el tránsito por encima del canal que va de Patones de Abajo al Pontón de la Oliva estaba bloqueado, con lo que tuvimos que bajarnos a la carretera con poco ánimo. Allí, una gran presencia de la Guardia Civil nos indicó que algo sucedía, o iba a suceder.
La Vuelta Ciclista a Madrid era la sorpresa, que nos pillaría subiendo por carretera en dir. al Poblado del Atazar. Nos sacan de la carretera y pasan, con ostentación de medios materiales y de comunicación, tras 20 min de espera y enfriamiento. Vamos a arrancar, y a nuestro fichaje italiano, al que apodamos Claudio Pantani por su poder explosivo en las rampas de subida, le da un mareo de esos que hay reponer rápidamente azúcar. Otros 20min de parada. El día promete y cumple.
Una vez abandonada la carretera, ya en las rampas de la pista de tierra, entramos en calor y llegamos a las sendas que dan al Atazar. Vistas extraordinarias, sendero muy estrechito, curva en zeta a derecha un poco delicada por un escalón en medio, y vereda ancha por bosque encantador. Compensados todos los sinsabores.




Subimos al punto de regreso, decidimos hacer e tramo de la patones-Extrem que nos llevaría a la zona de Los Tomillares, al este de Patones, que no conocíamos. Tras las rampas y el cortafuegos toca bajar la senda empinada y resbaladiza por la humedad, y ya estamos en el sendero de 4km camino del pueblo. Que gozada!!



Curva, bajada por piedras bien asentadas, curva a izq., peralte con  salida rápida que fuerza el control firme del manillar para abrir rápido, corto repecho, curva a derecha suave con piedras a la entrada, unas ramas no me dejan esquivarlas, peralte muy fuerte en curva a izq. , más ramas, corta subida con fáciles rocas en la parte alta, descenso suave recuperando el resuello, … jadeo y pedaleo con fuerza para que Larcos no se me marche. Curva a izq. en bajada y piedras a la entrada. Subida aprovechando la inercia porque estoy descolocado y no llevo la marcha correcta. Huy!! Casi se me va la rueda de delantera, ¡cómo va el tío! Larcos me está haciendo cometer errores. Ya hace un rato que paso de esquivar charcos, recorto curvas, noto la humedad en la ropa. Cada pedalada no hace sino mejorar el disfrute. Curva a izq. en ligera subida, la bici se queda ingrávida y la empujo hacia abajo sobre unas rocas, aterrizo con el tiempo justo de entrar en la curva a derechas. Y queda mucho todavía.








Bufff!!!. Un collado en el que nos esperamos todos y yo uso para respirar y congratularnos eufóricos por el buen rato de disfrute que nos estamos dando.
Seguimos, subidas, repechos, bajadas, y llegamos a la zona rocosa cercana al pueblo.
Nos volvemos a agrupar y llega a nosotros un grupo cuyos tres últimos integrantes se paran a conversar poniendo en duda la catalogación “fácil” que su compañero-guía les ha dado de la zona: “esto como es de difícil”, … y con un “ ya decía yo ….” Se despiden con cara de hartazgo y de a ver lo que nos queda.






Damos un poco de aire y arrancamos con ansiedad. Delante Larcos filmando, yo destras con la cámara enfocándole a él. El sendero fluye más rocoso, pero fácil. Se abre un poco y se enroca más. Ganamos velocidad y felicidad. No hay curvas, solo rocas planas y de pronto veo como se baja la velocidad y con un giro en el aire aterriza trabajosamente a la derecha de la senda, librando justo la zona de roca. 




Batacazo imponente que tras la comprobación de rigor solo muestra problemas en un dedo que todavía  dentro del guante se muestra visiblemente torcido, en el ángulo que no es.

iVan y yo nos preocupamos por el suceso, mientras Pantani comenta que por eso prefiere ir más tranquilo en este terreno.
Desde allí decido adelantarme a buscar un dispensario o ambulatorio donde puedan atender ese dedo lesionado. Pero llego al pueblo y me gano una bronca de uno de los comerciantes: “porque vamos como locos y no respetamos a nadie”, “nos creemos los dueños, que estamos por encima de todo y de todos”, “que un día nos vamos a cargar a alguien,” y no sé que mas lindezas me dedicó. Pero que al saber del percance logró alternar sus críticas con la información de que el centro de salud más cercano estaba en Torrelaguna.
Bueno, el caso es que escribo estas líneas tres semanas después, cuando ya hemos vuelto a salir en bici y estamos enteros pero magullados después de ser revisados en un hospital y de disfrutar de una rehabilitación que todavía se presenta larga.
Este año ya hemos volado mucho.

Buscasombras 2012

2 comentarios:

  1. si es que ... os vais a matar con las bicis.

    Estos de las bicis son ...

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  2. Te vamos a tener que dar la razón.
    Menudo año de galletas.

    S2

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