Braña Caballo

Sábado, 17 de enero de 2008

La sherpa de los Balcanes y el Trasgu.

Esta vez nos planteamos la subida a Braña Caballo o Cueto Millaró.

El objetivo inicial para el sábado (para el domingo daban mal tiempo) era el Estorbin, pero el sabado a última hora, repasando otras opciones, buscando una salida fácil en coche nos quedamos con Brañacaballo (2189 m.), muy cerquita del Estorbin.

En esta ocasión salimos la sherpa de los balcanes (más sherpa que nunca) y trasgu. Cochambre nos hace la gochada y se raja (así nunca llegaremos a nada).

Nos encontramos cerca de la cabecera del río Bernesga, a escasos kilómetros del conocido puerto de Pajares que servía de paso natural entre la meseta castellana y el principado de Asturias.

La excursión se realiza integramente por territorio leonés en una zona bastante desconocida puesto que queda bastante lejos de los conocidos Picos de Europa, así como de otras zonas de la montaña leonesa aunque no desmerece en absoluto por su belleza y por su aspecto salvaje.

Braña Caballo es el pico culminante de una pequeña sierra: sierra del Cuadro que transcurre entre los ríos Bernesga y Torío cuyos montes suelen ser empleados para usos agrícolas.

Salimos de Camplongo (1200 m.). La salida resulta una subida constante y mantenida, lo que provoca que al final no viéramos el momento de llegar a la cumbre. Uff!! se hizo un poco duró.

... empezamos

Dejamos el coche en la iglesia de Camplongo y empredemos la subida por donde nos indica un 'aborigen' (a la derecha del pueblo), ya en la cumbre, otros aborígenes nos indican que hemos dado 'un poco de vuelta' (teníamos que haber tirado a la izquierda).

ya desde el principio divisamos nuestro objetivo: Braña Caballo.

Al principio todo parece facilito: vamos por aquí, vamos por allí ... bbrrrrrr bbbrrrrrrrrr (vamos como cuando se hacen las salidas en el mapa: esto estaba tirao).

La sherpa apuesta por llegar allí antes de las 12 (en ese momento serían las 9 y media).

Las vistas muy disfrutonas y el día, en ese momento, no podía ser mejor.

Poco a poco, entre charlas filosóficas, esas tan propensas en la soledad de la montaña, decidiendo el contenido de un trabajo que la sherpa tenía que hacer cuando volviera a la civilización, vamos tomando altura, disfrutando de día, del solecito, de la brisa, de las vistas, ... en ese momento no se podía estar en otro sitio mejor ...

En determinado momento, surge la amenaza procedente de la vertiente asturiana, empezando a cubrir el objetivo para hoy, yo prefiero no pensarlo (estaba ya un poco cansado de tanta niebla) pero la sherpa lo dice:

"¿nos tendrán que ayudar hoy los dioses de la montaña?" (tenía muy reciente el Morronegro)

"No te preocupes siempre están ahí para echarnos una mano", le respondo

Finalmente, allí estamos, otra vez envueltos por la niebla, mirándonos los pies (no había mejor sitio donde mirar) e intentado progresar por donde la intuición nos marcaba.

A la sherpa le vino bien, así pudo estrenar sus nuevas 'foskis de ventisca', yo un poco harto de estos rollos (ya estaba bien!!)

... salimos de la niebla!!

En la niebla, después de una interminable subida, tuvimos incluso nuestro momento de flaqueza:

'¿paramos aquí a ver si abre?'
'Si no abre nos damos la vuelta!!'

Al final, como no, 'alguien' nos hecha una mano y volvemos a un día maravilloso!!

Quedan unas imágenes inolvidables, donde no pudimos resistir la tentación de parar a inmortalizar ese momento ...

... cima!!

Llegados a este punto había que llegar al final, ya no teníamos escusa ... asín que ... volvemos al plan A:

'to parriba!!' ... 'a ver que hay arriba', ... después de todo '¿a que habíamos venido aquí?'

Finalmente, a eso de la una hacemos cima (una hora más tarde de lo estimado por la sherpa).

... sesión fotográfica

Allí en la cima, tras la clásica foto de las botas, pasamos unos buenos momentos:

había un ambientazo solo alcanzable en Peñalara!! (o el Almanzor en verano), to lleno de aborígenes, deseodos de entablar conversación con dos que venían de León, y como dijo uno de ellos:

'No es normal ver a una chica joven por estos sitios!!'

así que, la sherpa, empezo a tirar de su don de gentes y allí hizo gala de todo su saber hacer en esto de la fotografía, mientras ellos se colocaban aquí, se colocaban allí, espera que falta el perro, espera que no llego, ... ... fue gracioso

... horizontes

Después de todas las fotos, ...

no nos podemos quejar, nos deleitan con toda una charla haciendo gala del conocimiento, como buen 'aborigen', de aquella zona.

Nos dan cienes y cienes de nombres, descripciones, localizaciones, ... en fin de todo. Yo me intento quedar con lo poco que conozco, haciéndome un mapa mental de lo que veía ... je je je, al final consigo enlazar todo ...

Al oeste la ubiñas con el ronzón en medio ....


Al este el espigüete ... picudo en el horizonte (algunos lo ven desde el pico de lobo ... no se yo, ¿se verá de verdad?)


Al noreste, el macizo occidental, con la zona del Jermoso y Peña Ten,


y al norte el horizonte del mar!!!

¿se puede pedir algo más?

... final ... y de los buenos

Finalmente, a modo de despedida busco el Estorbin, primer objetivo pensado para el día de hoy, allí estaba, lo dejamos para volver otro día (esa vez desde Tonín).

Una vez disfrutado el momento, ..., acuciados por el frío, decidimos aplicar el plan B:

'to pabajo!!'

La sherpa hace una consideración interesante: 'los musculos de bajar no son los mismo que los de subir' (yo ya lo había pensado, je je je)

Ya al final, incluso tenemos que correr un poco: el cielo se nos pone negro y no teníamos muchas ganas de mojarnos.

La sherpa no puede ocultar su alegría cuando divisa el pueblo partida.

Ya no tenemos más fotos, pero como se suele decir, hasta que uno no llega al coche no se puede cantar victoria, o lo que es lo mismo, hasta el rabo to es toro. Todavía nos quedaba la sorpresa del día.

Ya llegando al pueblo, a unos 300 metros, nos encontramos unos caballos por allí sueltos en las laderas. Como esta vez no venía el cochaaambre, el peor enemigo del caballo, los caballos no se nos lanzaron. No obstante, en torno a los caballos, diviso tres mastines. Yo ya había leido bastante de ellos, pero hasta ahora no me habían hecho una mala jugada. Ante estos 'osos', aplico la teoría, cojo una piedra por si acaso, le digo a la sherpa que tire palante y no los mire ... en fin todo como si na.

De repente me encuentro una fiera, con una cabeza más grande que la mía (eso es dificil de alcanzar), con los ojos inyectados en sangre, a medio metro de mi, ladrando como si me fuera a comer. Después de un par de amagos por mi parte con la piedra, la fiera no cesa en su empeño, yo retrodeciendo como podía, despacio pero sin perderle la cara el bicho, en la pendiente, incluso resbalo ('ahora viene y me come!!', pensé). Finalmente conseguimos salír de allí. Yo .... me cagué!!! joder!!! joder!!! bufff!!! la situación más peligrosa que he tenido en la montaña. Aunque ... como dijo la sherpa ... menos mal que no vinieron los otros dos!!!

... mastines

relacionado con el final ... aquí os dejo algo que hoy quise recuperar ... (alguno ya lo habrá leido)

http://www.foropicos.net/folok/relatos/trabajos/mastines.htm

Título: Mastines en la montaña

Mastines... buff!! En efecto ya hemos tenido algunos encuentros con mastines; es lo que más temo de las aproximaciones por Picos cuando voy con nuestros perros. De hecho tengo especial cuidad en informarme sobre las majadas con mastines por las que vamos a pasar.

Cada mastín es diferente, mas o menos territorial, mas o menso guardián, con mas o menos experiencia... ...por lo que aquí digamos es muy relativo: cada situación es diferente y cada reacción de un perro puede variar según los casos.

Los mastines no son ni buenos ni malos; están trabajando. Tenemos que comprender que nosotros somos los intrusos para ellos. El mastín protege una zona, un "perímetro de seguridad" alrededor del ganado que cuida, y los límites de ese perímetro los conoce él pero nosotros no los vemos.

Si nos metemos en su "perímetro de seguridad" puede que nos ataque (dependerá del perro), lo cual puede ocurrir desde el modo tradicional (venir hecho un fiera y pegarnos un mordisco gordo) o bien acercarse en apariencia amistosamente, incluso moviendo la cola como si estuviera de buenas, y sin embargo al estar a nuestro lado nos marca en la pierna o en la mano, esto es, nos muerde haciendo daño, incluso herida, pero no muerde con todas sus fuerzas sino simplemente "marcando", es decir, advirtiéndote que te va a morder más fuerte si no te vas de alli. Este segundo tipo de agresión, el marcado, nos suele dejar cara de idiotas, porque no lo esperábamos ante la pinta de bueno que tenía el animal antes de hacerlo.

Se sabe que nos hemos metido en su perímetro porque el mastín viene a nosotros (bien agresivamente, bien con calma, pero llega hasta nosotros). Si queremos evitar riesgos, debemos retroceder antes de que llegue a nosotros, y lo normal es que la darse cuenta de que sales de su perímetro de seguridad, se pare y se quede mirando cómo te alejas. Habrá que rodear su perímetro de seguridad para continuar nuestra ruta sin problemas.

Mientras no nos metamos en ese invisible "perímetro de seguridad", lo normal es que nos ladre permaneciendo pegado al rebaño, y no habrá agresión.

Cuando te encuentras al mastín y el rebaño en su lugar habitual de descanso y refugio, por ejemplo mientras el ganado rumia en la majada donde pasan la noche, ese perímetro de seguridad es muy grande y difícil de evitar. Son las situaciones más peligrosas. Por eso yo siempre que me acerco a una majada con cabañas, antes de asomarme a las cabañas doy unas voces, por si hay algún perro, porque si llego de improvisto y me asomo y hay un perro dentro, el ataque va a ser descomunal.

Por el contrario, cuando te encuentras al ganado y al mastín pastando separados de su lugar de descanso, el perímetro de seguridad que defiende el mastín por regla general se limita a los alrededores inmediatos del rebaño, es decir, que si el rebaño se espanta ante vuestro paso y se aleja, lo normal es que el mastín vaya pegado al ganado y se aleje de vosotros. En general basta con rodear al rebaño y casi siempre el mastín permanecerá ladrándoos junto a los animales.

En resumen, cuando andamos por el monte, y vemos un mastín, de entrada no sabemos si es "bueno" o "malo"; lo mejor es prevenir y rodear la zona donde está.

Si no te das cuenta de su presencia hasta que invades su "perímetro de seguridad", cosa que es muy habitual, y el perro te ataca, entonces que Dios te coja confesao y hay que intentar detener su ataque antes de que éste se materialice:

Agachaos y coged o haced que cogeis una piedra. Este gesto es "internacional" para los perros y la mayoría se paran o huyen, porque saben por expriencia que después de agacharse un humano... ...reciben un cantazo.

Levantad los bastones y agitadlos de arriba a abajo dando voces a la vez; también han recibido palos con frecuencia y aunque ellos no saben que nuestros bastones son de aluminio o de un metal que poco daño les puede hacer, lo normal es que reaccionen igual que ante un garrote y se detengan y retrocedan.

Y si al final os muerden, cosa que sucede MUY POCAS VECES (pero sucede), no dudéis en defenderos. El mordisco de un mastín no es una broma, y si te entra el pánico y te caes al suelo puede que tengas un problema serio de verdad. Si puedes coger un pedrusco y partirle la cabeza porque no te suelta la pierna, pues se hace. Si le puedes dar con los bastones en la cara, por ejemplo en los ojos, pues adelante. Las patadas en el abdomen con la puntera de la bota con todas vuestras fuerzas suelen funcionar porque les duele mucho (hígado, bazo...), y lo normal es que suelten.

Lo que voy a contar ahora me entristece contarlo, pero es así: en mi pueblo de Segovia, hace ya unos años, al tercer mordisco de un cruce de mastín (no muy grande, de unos 40 kgrs, como el mío mas o menos) en medio del campo, me entró tal estado de tensión que le cogí de las patas traseras y, levantándole en el aire, comencé a golpearle contra el suelo a uno y otro lado, aprovechando la inercia de su peso, hasta que se quedó quieto. Sin pretenderlo, le dejé tetrapléjico y murió al poco rato. Yo soy veterinario por vocación, y este tipo de cosas me duele y me cuesta contarlas, pero.... es así. Un mastín blanco llamado "Santi" ya me había mordido en la cara unos años antes, y otro llamado "León" me pilló dos veces en el muslo, así que cuando éste me mordió en la pierna izda y no me soltó, pues se me nubló la vista y sencillamente reaccioné así. Afortunadamente, no era muy grande.

Lo que quiero decir es que una cosa es que un mastín te "marque", y otra que se cebe contigo. Si se ceba contigo (algo muy poco frecuente), hay que defenderse.

Cuando llevamos perros pòr el monte, el mastín siempre dirigirá sus ladridos o incluso ataques hacia vuestro perro antes que a vosotros (por puro instinto, pues ve más peligros a vuestro perro para su rebaño que a vosotros). Al ver a un mastín, debeis mantener a vuestro perro junto a vosotros, porque si vuestro perro se adelanta o se separa de vuestro grupo, lo más probable es que el mastín le ataque sin dudarlo. Si permanece a vuestro lado, el efecto "manada" que haceis quizá mantenga al mastin en su sitio y se retrase el ataque.
Y si finalmente os ataca, recordad que es casi seguro que el mastín se dirija hacia vuestro perro, y eso nos da cierta ventaja porque si el objetivo del ataque no sois vosotros, es más fácil liarse a pedradas, bastonazos, pioletazos o patadas con el mastín.

Y recordad que nosotros somos los intrusos, que ellos están trabajando y que la mayoria de ataques son culpa nuestra por meternos en su perímetro de seguridad muchas veces sin darnos cuenta.

Todo esto está muy bien y queda muy bonito en un foro de internet., pero luego está la imprevisible realidad. A ver quién es el guapo que cuando le sale una fiera de estas (que por otra parte son bastante pocos, todo hay que decirlo) se pone a recordar lo que el listillo aquel contó en el foro de internet que hay que hacer!

Por otra parte.... qué animal más bonito, ¿eh?

Autor de "Mastines en la montaña": Pedro Yubero Rivas

Trasgu