jueves, 12 de julio de 2012

La Senda del ingeniero, 12km de senderos

Con sensación de rutina me sorprendo sobre un campo de piedras. Floto fácil y plácidamente. Voy despertando de mi ensimismamiento poco antes de superar la última roca y entrar en la curva cerrada a izq. que se interna de nuevo en el bosque. Cambio el peso al pedal derecho entro en las curvas enlazadas que esquivan un par de parejas pino-roca y que sorteo con cabios de pedal. La inercia me hace subir sin esfuerzo un repechillo de 2 metros. Las raíces secas no son hoy un problema y trazo como si no estuvieran. Ya llevo un rato que en que no anticipo el movimiento. No me preparo para superar un paso técnico. No anticipo la descarga de la rueda delantera ni preveo como ayudar a la de atrás a superar el escalón de entrada. No recuerdo flexionar levemente rodillas, tobillos, y codos; buscando un estado de atención al imprevisto. Tampoco tengo conciencia de aflojar los hombros y muñecas en ligera vigilia por impactos de la rueda delantera. No recuerdo mirar al frente, a varios metros donde se asoma la siguiente curva. No recuerdo nada de esto, pero supongo que todo se hizo, porque todo iba bien. Estaba fluyendo, embriagado.
Un recto corredor de bajada me hace coger velocidad. Gusss y Larcos se distancian dando botes. Curva suave y salimos en subida a un claro en talud a la izq., y de nuevo nos adentramos en el bosque. Dos curvitas y aminoramos de golpe ante un arroyo. El escalón lo superamos por la izq. y subimos con la inercia por la otra orilla sintiendo el agua caer por nuestras piernas, calarnos la badana, refrescarnos en nuestro esfuerzo, y despertar un poquito.


Subida rápida, que el ansia nos hace hacer casi esprintando, y una más rápida bajada, y un cambio de rasante. Gussss, que va delante, bloquea ruedas levantando una nube de polvo y me pongo atento ante lo que pueda venir. El terreno gana pendiente y veo que la senda de torna pedregosa y rocosa, adornada de numerosos palos resecos. Las piedras sueltas, del tamaño de naranjas de mesa unas y de berenjenas otras, hacen que la bici tome un ritmo nervioso cuando son rotadas al pisarlas. La zaga se desplaza con violencia de lado a lado. Los palos saltan a nuestro paso, crujen por nuestro peso. La senda se torna tubo y voy trazando de lado a lado, cruzando con rapidez del fondo. Y el sendero se endereza y continua rápido.

Y, lo que tienen las cosas, me hago consciente de ese proceso que solo se logra cuando el tiempo filtra lo selecto y hace que algo se convierte en clásico porque posee aspectos que lo hacen perdurar en la memoria; ser un referente en su género, inspirar en los siguientes pasos, servir de ejemplo para los que vengan después, para muchos otros. A su inicio no me lo podía creer. Doblaba cada curva con recelo, tras cada subida para sortear las raíces de un pino me tiraba para abajo con temor: “Alguna sorpresa ha de haber. No puede ser todo tan disfrutón”, me repetia. En el Sistema Central, un sendero por bosque de doce kilómetros (12km) de nivel técnico y físico mantenidos (moderados-fáciles con pasos puntuales técnicos), en un bosque interminable, sin tener que bajarnos de la bici, con peraltes y curvas trazadas casi a compás, subidas de molinillo, bajadas fáciles, y sin maldad, rocas asentadas que asoman su parte redondeada, raíces en abundancia pero siempre en zonas no complicadas, arroyos sin arena pero con alguna piedra oculta por el agua, campos de piedras fáciles y alguna laja de roca de gran tamaño pero sin complicación. Y todo en un ambiente digno de montañas de más altura y fama.
La Senda del Ingeniero es una ruta merecidamente calificada de "clásica".

Como muestra estos dos vídeos.


Senda del Ingeniero 1




Senda del Ingeniero 2, con tomas largas para ver determinados pasos entretenidos.




La ruta en datos.
  • Distancia: 32.5 km
  • Desnivel: 890 m
  • Dificultad técnica: media-baja con pasos técnicos no difíciles
  • Dificultad física: media
  • Track:  Larcos original de El Alien




La ruta.
Dado el pronóstico de calor habíamos decidido buscar una zona de bosques. Ente las opciones apareció la de explorar la Senda del Ingeniero. Una clásica endurera, o trialera, o de singletrack, o lo que sea del Sistema Central.
Quedamos bajando el puerto del León en San Rafael, desde donde parte la ruta. Cerca del puesto de la Guardia Civil tenemos una pista que sube con fuerza. Al poco la abandonaremos a la izq. para tomar un camino en bastante mal estado. Con pocos descansos el camino, transitable por alguna de las roderas, se alterna con sendero siempre picando con fuerza para arriba. 



Tras un breve empujabike, que nos hará entrar en calor si no lo estábamos, saldremos a una pista que sigue subiendo con intensidad creciente, hasta alcanzar una puerta de ganado. Desde este punto  bajaremos mínimamente hasta que la pista se pierda para dar paso a una senda, a nuestra derecha y un poco más abajo, que serpentea sorteando piedras, rocas y un curso de agua. Potencia y equilibrio son necesarios para pasar este tramo sin poner un pie en el suelo y siempre atentos al peligro que son las cacas-de-las-vacas.
Tras salir a una pista seguimos subiendo sin mayor problema hasta alcanzar el col. del Hornillo.
En general, la subida es intensa pero amena, con tramos de sendero técnico.




Desde este punto buscaremos las veredas que transitan por la izq. de la carretera y que se dirigen a recorrer el Valle de los Pinares Llanos en dir. Peguerinos. 

El primer tramo es fácil pero empinado y de tierra suelta. Tras salir a la carretera en la zona de curvas, tenemos más abajo, al otro lado del curso de agua, una vereda  muy pedregosa al principio y que se convierte en noblota y rápida, en constante bajada y con algún cruce de arroyo, hasta que nos saca a la carretera, que seguiremos hasta el camping de los Pinares Llanos.
Salen unos 2.5 kms de senderos.

En este punto comienza una subida que se torna complicada en un tramo muy rocoso, tras el cual surge una subida entretenida que nos deja en una pradera que cruzaremos a izq. hasta el camino.
Cruzándolo comenzaremos una senda técnica en fuerte subida y sembrada de raíces y algunas piedras. Al final, cuando se hace muy intensa, saldremos al cruce de pistas que nos permitirían subir a Cueva Valiente.



Nosotros giramos a la izq. y recorremos el cómodo camino que nos lleva en dir. al inicio del arroyo del Boquerón con algún divertido atajo por el monte.

Con tendencia a bajar llegaremos a la puerta para el ganado que da el acceso al valle del arroyo y emprenderemos la bajada para salirnos al llegar a la altura del pinar a la derecha. Este tramo es muy empinado y que nos lleva a cruzar el curso de agua tras el cual tenemos el equivalente para arriba. Una subida de empujabike hasta alcanzar una senda horizontal.
Desde este punto hasta volver a ver el coche podemos no bajarnos de la bici a lo largo de los 12km de sendero cuya parte más famosa es la Senda del Ingeniero, y que ya hemos descrito en líneas anteriores.














De lo mejorcito del Sistema Central.
El único pero, es que tanto sendero no deja ver el bosque.

Buscasombras 2012

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