martes, 13 de noviembre de 2012

Percepciones en los Ojos del Moros y Montón de Trigo


"Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se
parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos
son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino."
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha.

11 de noviembre de 2012

Hume entiende por percepción todo conocimiento o contenido de conciencia. En la mente nada es distinto de sus percepciones, construidas a partir de las experiencias e información aportada por los sentidos. Nuestra capacidad para percibir es la que nos permite construir impresiones o ideas, entre las cuales existen las mismas diferencias que entre el sentir y el pensar.


Que las percepciones que uno siente varían según las condiciones imperantes es algo que, en principio, todos tenemos asumido. Pero hay veces que se nos olvida … y merece la pena recordarlo de vez en cuando.



El Montón de Trigo, con una altitud de 2.161m., es una de las montañas más importante y altas de la Sierra de Guadarrama, ubicada entre los valles del río Moros, al oeste, y del Eresma, al este, formando parte del ramal de la Mujer Muerta.


Desnivel Acumulado: 979 m.
Distancia: 14.71 km.





Hasta este día, el Montón de Trigo, con su Cerro Minguete, había sido una montaña facilona, insulsa, anodina, incluso algo aburrida, de esas que tienes guardadas para cuando necesitas hacer algo rapidito, volver prontito a casa, sin ninguna complejidad, no puede ocurrir nada.

Pero esto es solo una percepción, o lo que es lo mismo, una imagen construida a partir de las experiencias e información aportada por los sentidos “hasta ese momento”. ¿Qué puede ocurrir? Que la experiencia e información aportada por los sentidos cambien de forma radical … en este caso, tu percepción del Montón de Trigo cambiará de forma radical, dejará de ser la montaña facilona, insulsa, anodina, incluso algo aburrida que había sido hasta ese momento.

La idea inicial era llenar una mañana domingo, en espera de ver si llega el invierno con sus nieves. Solo dar una vuelta. Inicialmente la decisión era subir la Pinareja, pasando por los Ojos del Moros, pequeño rincón encantado de la Sierra de Guadarrama. Las percepciones del momento nos harían cambiar la Pinareja por el Montón de Trigo.

Sin haber madrugado más de la cuenta, partimos de las Dehesas de la Fuenfría, en búsqueda del Collado de Marichiva. En el trayecto de llegada ya nos habíamos alertado, no daban mal tiempo para esta mañana, pero parecía que hay más nubes de la cuenta. ¿Levantaría esto?



Yo, Trasgu, era el optimista … más una esperanza que un convencimiento. El otro, Buscasombras, era el pesimista, “hoy no, mañana”.



Ya desde el Collado de Marichiva, buscamos los Ojos del Moros. Este recorrido se hace muy entretenido. El bosque no podía estar más espectacular, ya cubierto de blanco, estampa totalmente invernal. Disfrutamos ampliamente de este recorrido, de estas percepciones, que de forma previa a nosotros, alguien ya había percibido, ya había sentido.




Buscasombras, continúa con sus dudas, con su pesimismo, … “¿subiremos algo hoy? Total … para lo que vamos a ver”, razones no le faltaban: aquello no abría, es más incluso empeoraba conforme ganábamos altura.




Mientras, disfrutamos rodeando la Peña Bercial, en la búsqueda de los Ojos del Moros, lugar donde el agua del río Moros ve la luz, siempre al cobijo del bosque, disfrutando de su belleza, de su encanto, de la bonita estampa invernal que nos presentaba.



Así, vamos abandonando el refugio del bosque, buscando la salida al Collado de Tirobarra, pronto percibimos que la cosa va cambiando, cambiando por momentos, la que nos esperaba allí afuera podía ser importante. Antes del Collado nos cruzamos con dos “locos” a los que les había dado por lo mismo que a nosotros, parece que no tenían otra cosa que hacer más que subir a la montaña, “para ver” que había allí … poco verían.


Ya en el Collado de Tirobarra las percepciones cambian radicalmente, la que había montada allí. Sopla bien. Se hace difícil cualquier comunicación con otra persona, el viento parece llevarse cualquier atisbo de calor, una cosa es lo que piensas y otra lo que sientes … la Pinareja la dejamos, como mucho nos llevaremos el Montón de Trigo, si podemos, … esa montaña facilona, incluso insulsa, de otras ocasiones hoy se percibía de otra manera, hoy se sentía de forma muy distinta … uno se plantea muy seriamente si merece la pena subir “a ver” que había allí arriba … total … para lo que había que ver. Pero algo había que llevarse, decidimos sentir las percepciones de este día al subir al Montón de Trigo.


La subida, poco a poco, se va haciendo, sin saber lo que falta, pero sabes que es difícil pasarse la cumbre.






Lo peor llega en el descenso. Nunca había percibido, nunca había sentido, que el descenso del Montón de Trigo pudiera dar tanta guerra. La salida no la tomamos bien, ligeramente desviados al oeste, en lugar que de forma directa al sur. Consecuencia … nos comemos la pedrera enterica, con unos centímetros de nieve por encima, no sabes si lo que pisas es piedra o es agujero … vamos, una de esas situaciones que “disfrutas” de verdad. Aquello se hace eterno, una forma distinta de sentir, de percibir, la pedrera del Montón de Trigo.



Finalmente, como todo llega, alcanzamos el Collado Minguete, solo nos queda rodear el Cerro Minguete para buscar la senda de bajada al Puerto de la Fuenfría. En este rodeo, volveríamos a perder de nuevo la senda… más pedrera para el cuerpo, si no querías sopa … ahí tienes dos tazas.




Ya en el Puerto de la Fuenfría, todo parece haberse relajado, solo nos quedaba disfrutar de la calzada romana, algún que otro chaparrón final, y una despedida en forma de arco iris.



Otra forma distinta de percibir el Montón de Trigo...


4 comentarios:

  1. Hermosas fotos que realzan un relato "sentido" que transporta a quien lo lee.
    En la naturaleza cada instante cuenta, vale la pena vivirlo. Es el viaje, el recorrido íntegro del itinerario, lo que cuenta. Alcanzar tal o cual cima tan sólo constituye un hito más en la vivencia.
    Vuestro "toparse" con la bajada por la pedrera cubierta de nieve recien caída muestra bien a las claras que "las percepciones" hay que modularlas con la realidad, y que ningún pico desmerece, si nos aproximamos a él en sintonía con el entorno.
    Enhorabuena por la excursión, el relato y las fotos.
    Salud y montaña. Y si os apetece daros una vuelta por mi blog, este es el camino: http://carmar-zancadasligeras.blogspot.com.es/
    Gracias de antemano por la visita.

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  2. eeeeeeeeiiinn!!

    buenas noches carmar, devuelta la visita. Por cierto muy interesante, merece la pena.

    Gracias a ti, por "perder" unos minutos en leer nuestro blog.

    S2

    Trasgu

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  3. Que buenas fotos en blanco y negro..y que entretenido relato........!!! Y ....ya sabeis.......hay que aprender de los errores (descenso)......Seguro que la próxima vez sale mejor y se disfruta aún más. Saludos.

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    1. je je je ... gracias xirin,

      toda la vida aprendiendo ... ;)

      S2

      Trasgu

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