lunes, 11 de octubre de 2021

Espigüete. Fuentes Carrionas II.

 

03 de Octubre de 2021

 

Tienen mis deseos por término estas montañas; y, si de aquí salen, es a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma a su morada primera.

Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.

 

Continuación del día anterior … aventuras en Fuentes Carrionas.

 

Mal despierta el día … a estos unogradistas hay que curtirlos … que si han pasado mala noche, que si llueve, … un desastre. Ni el opíparo desayuno los recupera. Con lo que era un unogradista cuando dormía en el Jermoso, cuando aquella pobre mujer le recriminaba al enemigo que “nunca debería haberla traido al lugar donde dormían las bestias”, cuando en Góriz los de una esquina requerían que “sacasen al cocodrilo” … un unogradista auténtico ni siente ni padece ante las cornetas o bestias nocturnas, se levanta impasible y, simplemente, desayuna con sensación de no saber muy bien que ha pasado.

 

 

El día amanece entre nubes, cayendo agua, las montañas se pierden a media ladera … Cacahuetes solo piensa en irse a Burgos a comer cordero y beber vino. Un jabalidor nunca llegará a ser un unogradista, le falta carácter. Algún otro jabalidor, cuyo nombre por discreción y mantener su propia estima no pronunciaré … también se viene abajo. Se queda tirao en la ciudad castella.

 

Mientras Jorgito y yo mantenemos el objetivo en mente, entretenemos a Cacahuetes. “Parece que ya abre”, “la previsión de meteo daba que habría a las 9” … y Dios vino a vernos: el Dios astro asoma, las nubes empiezan a levantar, las cumbres empiezan a asomar … la montaña nos daba el merecido premio al sufrimiento del día anterior, quien a los dioses obedece es por ellos bien atendido … alforjas y botas en mano hay que probar suerte. Vamos a la montaña del día, entre las quejas y advertencias de Cacahuetes (tenía el cordero y el vino en la cabeza).

 

La montaña de hoy es grande, grande en cuerpo … y en alma. Allá donde grandes montañeros han forjado su tesón y carácter, donde muchos de ellos lo han dejado todo, aquella cuyo simple nombre ya infunde respeto, aquella montaña que, con el Curavacas de reina, podemos considerar el rey de Fuentes Carrionas: el Espigüete. Un montañón!!

 


 
Distancia: 11.19 km.
Desnivel acumuado: 1.239 m.




D’esta forma, todavía un tanto desorientados entre la confusión matutina, alforjas al hombro, bastones en mano, casco en la mochila, y gran determinación, buscan por la mañana el sendero a seguir, hoy en busca de la cara sur. A mi me cuesta centrarme, un tanto desorientado por las explicaciones de Cacahuetes (las cuales no le faltan), cuando visualizo la montaña me centro: el objetivo estaba centrado. No era la que yo buscaba … pero como no conocía esa vertiente también me valía.


Todo comienza de forma agradable, en distendida y relajada caminata, cruzando el robledal entre la Dehesa de Cardaño y el arrojo de la Binesa, hasta el cruce con uno de sus arroyos afluentes, donde, con ciertas dudas, abandonamos este camino y empezamos a purgar la pena que nos exige el Espigüete.


 La subida por esta ladera solo tiene un objetivo: alcanzar la arista este. Para ello habremos de lidiar entre piornos, arbustos, sendas de vacas, … uno solo piensa en alcanzar la piedra, pisar en duro y no resbalar, dejar atrás los infiernos de la frondosa ladera que convierte nuestro avance en un penar.



Tocas piedra … y te crees que lo tienes todo hecho … los dioses de la montaña, estando llegando allá por donde discurre la arista Este, todavía medirán una vez más nuestra determinación por alcanzar tan gloriosa cumbre. Dejando escapar los rayos de sol, nos mandará a Quíone y Eolo, entre sol, viento y nubes que pasaban, veremos los copos de nieve caer sobre nosotros … Cacahuetes, en su perseverancia, nos recuerda que en Burgos hay cordero y vino. Jorgito ya tiene el objetivo en mente, no hay quien lo pare, tiene la determinación tomada, tiene el Espigüete al alcance de sus botas. Hay que seguir.




 

Ya en la arista, los dioses de la montaña parecen jugar con nosotros: nos dan el caramelo del sol, un cebo para que sigas, nos esconden sus cimas generándote la incertidumbre de que camino te falta por hacer, y de forma esporádica te muestran “una de ellas” para seas consciente de lo pequeño que eres en ese mundo … por si te da por abandonar.






Entre cumbre y cumbre uno se va perdiendo … “¿será esa la definitiva?” … mientras uno va buscando el camino entre canales y trepaducas. “Ta to jitao!!”. 

 




 

De esta forma llegamos a la cumbre principal … allí uno tiene la impresión de estar en el corazón del alpinismo español. Un templo de referencia. Sobrecogedor. No conozco ningún otro sitio con más placas en referencia a montañeros que perdieron allí su vida. Y lo más grande … es que se sigue subiendo. Algo que trasciende la lógica del ser humano.





Sin mucha pausa, emprendemos en camino de retorno, por la canal sur de la cumbre occidental … uuff!! Aquello es infernal. Ahí es donde te acuerdas que no te cortaste las uñas por la mañana … sin mucho pedreru suelto que aprovechar, buscando donde “asentar” el pie, mirándote los pies todo el camino … aquello es terrible, interminable, te dan ganas de tirarte rodando ladera abajo como un bicho bola.

 


 


Todavía faltaba “la puntilla”. A mi, eso de atrochar, nunca me gustó en la montaña. Casi nunca sale bien. Menos aún al final del día, cuando uno ya ha hecho lo que tenía que hacer y solo quiere volver relajado al lugar de donde partió. Cacahuetes inventa … con esa clarividencia prodigiosa, nos propone y aceptamos (sin pensar mucho) volver a meternos en el piornal. La viiiiiiiirgen … casi vime morrer allí.

Un poco de pisteo, algunas especies botánicas por identificar, agradable paseo de vuelta por el robledal … y la vuelta por Fuentes Carrionas había terminado. Bonito fin de semana … cuando nadie daba un duro por nosotros.


 

Quedaba lo peor … 4 horas en el coche con Cacahuetes!! Eso si … resarcidos en cuerpo y alma por tan magna empresa montañera.

 

Salud y montaña!!

 

Trasgu’2021.

 

PDs:

1.       Durante todo el día no hubo mayor deleite que el pan de pueblo del trasgu y las quesadiellas de Jorgito!!

2.       Cacahuetes!! No es lo mismo ser un jabalidor que un uno-gradista

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5 comentarios:

  1. Tiiiiiio, cuanta piedra!
    Mola la aventura
    Y eso de volver con Cacahuetes es inhumano, no?

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  2. Vaya fotos, estuvo muy bien la del Espigüete, pero lo mejor, la compañía

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    1. Eso lo dices ahora ... Que estás en tu casa bebiendo vino calentico ...

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  3. Cuando un triatlon unogradista: montaña vino y cordero en Burgos?

    Pero a escote que cacahuetes no paga...

    ;-)

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