martes, 5 de octubre de 2021

Peña Prieta, Fuentes Carrionas I.

 

02 de octubre de 2021

 

Bien notas, escudero fiel y legal, las tinieblas desta noche, su estraño silencio, el sordo y confuso estruendo destos árboles, el temeroso ruido de aquella agua en cuya busca venimos, que parece que se despeña y derrumba desde los altos montes de la luna, y aquel incesable golpear que nos hiere y lastima los oídos, las cuales cosas todas juntas, y cada una por sí, son bastantes a infundir miedo, temor y espanto en el pecho del mesmo Marte, cuanto más en aquel que no está acostumbrado a semejantes acontecimientos y aventuras.”

D. Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.

 

Dícese del uno-gradista que nun tien mieu a nada … este fin de semana iba a ser grande, el uno- gradista iba a ir más allá de lo esperado, allá donde el dragón negro duerme, allá donde muy pocos se atreven a llegar, y menos a subir.

 

Pero … ya se sabe, siguiendo los proverbios de Perico … un home e un home, i un gato un michu, el uno-gradista nunca debe ser un michu.  

 


Este fin de semana el gran Stelvio (la rozadora), con Cacahuetes (el filósofo de las cumbres) … y este que suscribe, Trasgu, dejando tras de si todo lo que tenían, afrontaban ante si la hazaña de disfrutar de sus montañas. Los objetivos eran dos Peña Prieta para hoy … para mañana ya veremos.

 






La meteo no era de lo más prometedor … alguno ya estuvo todo el fin de semana pensando en volverse a comer cordero y beber vino a Burgos. No diré nombres … pero este es un poco michu.  

 

El que peor lo tenía era Stelvio … no conoce a Cacahuetes … no sabe a lo que se enfrenta. La ignorancia le hace osado. Su desconocimiento da más valor a su hazaña, hazaña solo guardada para ser acometida de su invencible corazón y ánimo estupendo.

 

Así, habiendo fijado su campamento base en el lugar conocido como el Caserón de Fuentes Carrionas … desde allí desplegarán sus movimientos. El Caserón de Fuentes Carrionas … lugar de buen trato, estancia agradable, con comida, cervezas y vino, todo ello aderezado, de forma tan sumptuosa y grande que se echaba bien de ver en ella la grandeza y magnificencia de quien la daba. … todo lo que un uno-gradista valora, aprecia y le permite vivir.


 Así … tras la noche en la que algunos de los uno-gradistas, no todos, quizás ateridos por el pavor de lo venidero, oyeron por aquí y por allí, y por acá y por acullá, infinitas cornetas y otros instrumentos de guerra, como de muchas tropas de caballería que por el bosque pasaban … es a la mañana siguiente cuando, brumadas todas las costillas, merced a los enemigos que esta noche se habían paseado sobre ellos, emprenden el camino a su primer gran objetivo: Peña Prieta.

 


 Solo uno de los allí presentes conocía el camino en busca de las buenas venturas que Dios les depare, abriendo senda guiará a los otros en busca de la antigua libertad del uno-gradista, porque mejor se entiende al mismo con el zamarro, guantes y botas, que estando sujeto a la miseria de la urbe impertinente, si bien obnubilados por el entorno, Stelvio fue hábil para reconducir a senda a aquella que nunca debimos dejar.

 

Así, con gran optimismo inicial, inconscientes del precio que esa montaña palentina pondría a su gesta, partiendo de Cardaño el de arriba, inician el camino de las Lomas, hasta los lagos del mismo nombre donde las Agujas de Cardaño los atraen, cual gigantes fieros y descomunales, en pos de grandes retos para alcanzar el Alto de Fuentes Carrionas. Era la entrada al mundo de las tinieblas.

 



 

 

 



 




Desde el Alto homónimo a la comarca en la que se hayan, la montaña decide probar el ímpetu de nuestros uno-gradistas volcando sobre ellos la dura inclemencia de sus vientos nortes, yelos y tinieblas a la luz del sol.

 

Es aquí cuando el uno-gradista, saca el GPS y se pone a currar: hay que pisar cima aunque no la veamos. Toda una tradición.


 Desta guisa cruzarán el Pico Tres Provincias (2499 m.), para, referenciados por el Monte Infierno (2537 m.), alcanzar su objetivo de inicio: Peña Prieta (2539 m.). Dejamos pendiente el tener que volver pues en este día solo nos vimos las botas, y la senda debajo de ellas, buscando algún que otro jito que pudiera elevar la confianza sobre el camino en el cual nos encontrábamos. “Ya habéis visto la cima del Peña Prieta, porque el Curavacas, que está pa’lla, Picos que está pa’ca, y el Espigüete que está pa’llí os los tenéis que imaginar … y vámonos rápido que llevo los gallumbos achortalados … y voy a perder las falanges de los dedos” (Cacahuetes dixit).

 


 

A la vuelta, y por no rectificar los errores cometidos tendremos la oportunidad de ver las piedras del Alto del Tío Celestino, porque la Laguna de Fuentes Carrionas, de la que este alto se constituye como su mejor mirador, no quiso la montaña que pudiésemos deleitarnos con su imagen.

 


Henchidos de gozo, solo nos quedaba: jugar en el descenso de algunos pedrerus, bebernos la botella de vino que Cacahuetes paseó por las montañas de Fuentes Carrionas, comernos el “pan de pueblo” que trajo Trasgu (¡¡y todos adoraban!!), compartir las casadiellas asturianas de Stelvio, un poco del sanísimo queso “naranja” que nos habían recomendado y algún trocín del otro queso añejo para comparar. Pudimos morir de frío, perdidos en el Pico Murcia, pero de hambre no nos mataban.


 Lo habíamos conseguido de nuevo … cuando nadie daba un duro por nosotros.

Solo quedaba volver a casa y pensar en el día siguiente … no sin antes jugarnos el honor en alguna apuesta que quedará para los allí presentes.

 

Rememorando al gran Carmar … ¡¡¡¡¡Salud y montaña compañeros!!!!!


Trasgu'2021.

1 comentario:

  1. Grande Trasgu, pero, yo no oí cornetas de guerra, si no rugidos de bestias devorando el descanso de los inocentes.

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