13 de agosto de 2010
“… de Peña Ubiña pudiéramos decir “que tiene una gran personalidad y atractivo”, puede que con esta designación pudiéramos condensar todo lo que es y representa esta montaña”.
Juan Delgado -UBIÑA ALTA MONTAÑA-
De nuevo me pongo en contacto con esa pequeña comunidad que forman los sherpas de Laciana. Lito está saciado por motivos en los cuales no entraré, Setmil tiene obligaciones que atender, menos mal que Xiblo, el coleccionista de cumbres, responde amablemente a mi llamada desesperada: “¡Tenemos que ir a algún sito!”.
Me deja elegir destino. Por proximidad geográfica nos centramos en el macizo de Ubiña. Después de barajar distintas opciones nos quedamos con los Portillines.
Estamos en agosto, los rigores del verano suelen hacer estragos, motivo por el cual fijamos la hora de salida a las 7 de la mañana desde Torrebarrio. Vaya madrugón!! A las 5:30 ya estaba con el pie en tierra.
Saliendo de León me doy cuenta que el día no es bueno. No obstante mantengo la esperanza de una mejora a lo largo de la mañana. Ya en Torrebarrio, el día es de invierno: un frio que pela, viento desagradable, nubes saltando las Ubiñas,… sigo manteniendo la esperanza (a ver si calienta un poco el sol …).
Llega Xiblo, después de los saludos de rigor (“¡¡¡¿¿Cómo estás flecha??!!! ¿¿te has traído los guantes??”, vaya frio que pelaba), decidimos esperar un poco dentro del coche. Una horita de amena charla, contando experiencias pasadas y planes futuros.
Son las 8, a ver quién sale del coche. Finalmente nos decidimos. Ya que hemos venido hasta aquí vamos a dar una vuelta. Preparamos todos los aperos, y decidimos emprender rumbo al paso Puerta de Arco. Mientras tendremos tiempo de observar la evolución del día. Yo tardo como 15 minutos en entrar en calor, a Xiblo le costaría más: “¡¡tengo el cuerpo zorrón!!, como se nota que últimamente no me he movido” (criterio variable ya que hace relativamente poco se había metido … ¡¡2000 y pico metros de desnivel en un día!!).
Como siempre aprovechamos la anodina pista de subida a Llanaday para comentar rutas pasadas. En este caso las últimas aventuras de Xiblo y Jicho (dos sherpas incansables) acaparan la atención de ambos.
Así afrontamos la subida al paso Puerta de Arco, por donde ya había pasado en un par de ocasiones, aprovecho esta ocasión para, aprovechando la gran sabiduría de mi acompañante ("¿cuantas veces subiste por aquí?", le pregunto de forma inquisitiva,"uff! lo menos 20", me responde de forma indiferente), tomar buena nota del camino de subida: subida natural, desvío a la izquierda, pequeña trepada, vuelta a la derecha, donde tomo la canal que abandono al final a la derecha. En las Ubiñas es relativamente fácil perder “el sendero” y tener algún problemilla de enriscamiento.
El día no mejora: un frio que pela, las nubes amenazantes asomando desde la vertiente norte, la piedra fría como un témpano, la tierra húmeda, … Al llegar al collado podemos constatar lo que ya llevábamos en la cabeza: hoy no es el día para los Portillines, prácticamente no podemos ni verlos. Abortamos. Nuevo plan.
Como alternativa, hacemos el Pico Puerta de Arco (2221 m., yo no lo había subido nunca) para luego bajar y hacer la senda Merina (uno de mis antiguos planes). Aprovecho el día para tomar buena nota de la zona: especialmente de la arista norte de Ubiña, del Prau Capón desde Puerta de Arco y desde las Merinas y del Cueto les Cabres. Aunque en algún momento nos planteamos intentar el Cueto les Cabres, el día nos hace desistir: todo está húmedo, con cuatro gotas la bajada puede ser peligrosa, incluso, si se cierra del todo la niebla, podemos tener algún problemilla en la bajada.
Tiempo estimado: 5 h.
Desnivel acumulado: 1213 m.
Distancia: 12,11 km.
Nivel: Moderado. Debe prestarse especial atención a la niebla (se mete rápidamente) y al terreno mojado (puede dificultar enormemente los descensos).
Nos olvidamos de las cimas para el día de hoy y de forma tranquila seguimos la senda Merina hasta el Ronzón, a través de la cual, con algún paso donde es necesario prestar algo de atención, nos asomamos a los puertos de Riotuerto y de aquí al Ronzón, desde donde, después de reponer algunas energías, de forma pausada, emprendemos el tedioso camino de vuelta a Torrebarrio, en cuyo trayecto anécdotas pasadas salen a relucir(véase … “¿Setmil? … setmil!!!, sietemil!!!, ochomil!!!”).
Al llegar Xiblo agradecerá el acogedor calorcito de su vehículo, con que poco uno se puede sentir a gusto. Este día no había ganas ni de cervecitas. Llegaríamos a casa a una hora insospechada, para la comida. Alguien nos lo agradecería.
Trasgu'2010.
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Guapo pateo y con buen guia y ¡¡todavía llegasteis a comer!!. Dos de mis pendientes en la zona la Puerta de Arco (me la dejé cuando fui a los Castillines, por falta de tiempo) y la senda Les Merines, a la que le tengo muchas ganas.
ResponderEliminarUn saludo
Vaya día de perros en pleno Agosto!!! buena actividad, a pesar de la niebla. Ese guía es un seguro de vida.
ResponderEliminarSaludos.
eeeeiiiinn!!
ResponderEliminarpero ... ¿¿conoceis al sherpa de Laciana?????? je je je un buen tío, conocedor de la montaña y buen amigo.
Cienfuegos, la senda Les Merines tambien la tenía fichada de hace tiempo, pero siempre se va dejando para atrás. Merece la pena.
Mapache, un día raro para agosto, pero todo hay que disfrutarlo.
S2
Trasgu.
Einnnnn!!!
ResponderEliminarLo leo y siento el frio tacto de la roca en las manos.
"Bonito día"